Según las últimas estadísticas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), actualmente en los grados, másteres o doctorados de las ramas de ciencias e ingenierías hay un total de 1.918 alumnas y 4.214 alumnos.
Desde el Museo de Ciencias de Castilla-La Mancha no dudan en afirmar que nos encontramos ante unas cifras que reflejan “un problema muy serio”. “El porcentaje de mujeres, siendo prácticamente la mitad de la población, viene siendo menor en las carreras científicas y no digamos ya en cuanto a investigaciones o dirección de investigaciones”, afirma en declaraciones a este diario el director del Museo, Santiago Langreo.
La institución viene realizando acciones para sumarse a la lucha contra un lo que consideran un ejemplo más del machismo que sigue vigente en nuestra sociedad. “La desigualdad es una cuestión cultural no física”. Tal y como recuerda Langreo, “las mujeres pueden por ley ser científicas. Muchas compañeras por derecho están pero miras en los grandes puestos y no hay mujeres, en la cúpula de diferentes organizaciones es extraño ver mujeres, la mayoría son hombres”.
Y si ellas pueden… ¿Es que no quieren? “Cuanto menos que plantearnos que aquí pasa algo y que esto no es normal”, apunta Langreo quien anima a seguir la dinámica científica. “Habría que estudiar todas las variables y ver cuales son las que causan esta desigualdad. Son fruto de un conjunto de circunstancias que se ordenan para confluir en ese efecto”. Y es que “por cuestión estadística” las mujeres, al ser el 50% de la población, deberían ser el 50% de las científicas.
Para contribuir a la consecución de esa igualdad, “una tarea que no es fácil”, el Museo ha lanzado su primer concurso de relatos infantiles. Bajo el título ‘Las niñas quieren ser científicas’, menores de entre 9 y 12 años de toda la región eran llamados a presentar sus cuentos acompañados de una ilustración. “Hemos recibido cerca de 400 relatos”.
El pasado 7 de febrero finalizaba el plazo de entrega y este jueves, día 11, se anuncian quienes serán los ganadores y ganadoras. “Ya que tenemos el día 11 para festejar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia queríamos aprovechar para reforzar, incentivar y demostrar que cada vez hay más casos de mujeres científicas con gran reconocimiento social”.
Tal y como analiza Langreo, “lo primero es la concienciación, y lo segundo el empoderamiento”. “Estos relatos sirven para concienciar porque desde el Museo no podemos legislar pero podemos apoyar medidas de paridad”.
Según el director, este concurso es una de las actividades que su institución organiza para motivar y “convencer a las niñas y a las mujeres de que la vida científica y el mundo profesional de la ciencia” también es para ellas. “Podemos contribuir con cosas como esta: un certamen donde vamos a ver en que inciden las propias niñas y niños”.
El concurso puede llegar incluso a convertirse en la motivación que necesitan los más pequeños. “Uno de los premios es un microscopio. A lo mejor ese microscopio puede localizar un hito para una persona que finalmente quiera cambiar de hacerse youtuber a querer ser Margarita Salas”, comenta Langreo. “Este concurso puede servir para reforzar esas decisiones porque si no hay motivaciones al final perdemos las oportunidades” de crear futuras científicas y científicos.
Coronavirus, valores o cambio climático, entre los protagonistas de los relatos
Langreo afirma que entre los trabajos presentados al concurso “hay muy buenas historias con un componente en valores potente”. “Pensaba que habíamos perdido el matiz de los valores y, además, encontramos entre los protagonistas el Covid, la lucha contra el cambio climático, la contaminación o la puesta en valor de la ciencia”.
Muchos han sido los niños y niñas que han recogido en sus cuentos y dibujos “que la ciencia es quien va a salvar el mundo y eso alegra ya que es algo que desde el Museo creemos y comparten muchas personas”.
La visión de los castellanomanchegos y castellanomanchegas más pequeñas también apunta a un “mundo de la ciencia basado en la igualdad de género”.
“El siglo XXI posiblemente sea el siglo de la mujer en la ciencia”
Langreo es optimista respecto al futuro. “Es posible que se disminuya esa brecha de género y que podamos sufragar una vieja deuda que teníamos la sociedad. Ese es nuestro ánimo, no es otro y no es poco”.
El director de esta institución reconoce que nuestra sociedad actual vive un “retraso” en materia de igualdad y tiene una deuda con las mujeres. “Cuantísimas mujeres investigadoras han sido tapadas y escondidas detrás de sus compañeros de investigación o de sus parejas. O cómo se han invisibilizado a las mujeres que han trabajado en la carrera por llegar al espacio”.
Se trata de aptitudes que, según Langreo, tienden a desaparecer en un siglo XXI en el que “está cayendo esa máscara y la mujer va a emerger plenamente y como realmente es”.
Independientemente de si los niños y niñas que hoy escriben cuentos científicos terminan siendo “filósofos o físicos”, el director del Museo de las Ciencias nos comunica que “podemos estar contentos y orgullosos de las futuras generaciones”. “A veces predomina la tristeza por la cuestión de la pandemia pero hay personas con sueños y ganas de luchar por ellos”.