El Museo Municipal acoge hasta el 23 abril la exposición 'Cuadernos de viaje', del pintor José Antonio Lozano. El alcalde de Albacete, Emilio Sáez, ha sido el encargado de inaugurar la muestra junto al vicealcalde y concejal de Cultura, Vicente Casañ, y al comisario de la exposición e hijo del autor, Luis Lozano.
Sáez Cruz ha destacado la “gran relevancia” del pintor, nacido en Yeste en 1919, y su aportación a la cultura, no sólo a través de sus obras sino también de su faceta como maestro de otros artistas y divulgador del trabajo de estos.
“Hoy celebramos una vez más al pintor, al referente en el mundo de la pintura, al miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Murcia, al albaceteño ilustre, al hombre que nunca dejó de plasmar la vida en sus cuadros, al maestro y referente de otros tantos grandes artistas albaceteños, al viajero, al niño de Yeste que soñó con ser artista y no cejó en su empeño aun cuando su padre quería que estudiase Farmacia”, ha reflexionado el máximo mandatario local antes de abrir oficialmente la muestra.
“En pocos meses hemos homenajeado a dos de nuestros grandes referentes en el ámbito de la pintura: a Juan Amo en enero y a José Antonio Lozano”, ha recordado Sáez Cruz, añadiendo que no es la primera vez que el Museo Municipal acoge una exposición de este “adelantado a su tiempo que siempre facilitó a otros artistas la posibilidad no sólo de aprender, sino también de difundir su obra”.
En 1961 Albacete vio nacer la mítica galería Sala Estudio, ubicada en la calle Carcelén, que abrió Lozano. En 1978 fundó el Taller de Artes Plásticas de Albacete, en el cual se formaron muchos de los mejores creadores que ha dado La Mancha, tal y como ha resaltado el máximo mandatario local en su intervención. Godofredo Giménez, Juan Amo, Abel Cuerda o José Ángel Ramírez fueron algunos de esos artistas y amigos que pasaron por la Sala Estudio o por el Taller de Artes Plásticas de Lozano.
38 acuarelas, 38 viajes
La exposición está compuesta por 38 acuarelas de pequeño tamaño, propiedad de la familia, que recrean distintos escenarios de los viajes que tanto gustaban al pintor, que falleció en 2014 y que siguió en activo prácticamente hasta el final de sus días, como ha reconocido su hijo Luis Lozano. De hecho, las obras que pueden contemplarse en el Museo Municipal hasta el 23 de abril las pintó en su última etapa: a los 87 años.
Albarracín, una calle de Camariña, el castillo de Garcimuñoz, la era en la que hoy se levanta el Ayuntamiento de Albacete, Cáceres, Sigüenza, Muxía, Romica, Las Negras, Sa Punta, Deiá, la costa de Bayona, Pozorrubio, Alcalá del Júcar, Hellín, Cambados o Atienza son algunos de los paisajes y momentos que Lozano capturó para siempre en sus acuarelas que conforma uno de sus “cuadernos de viaje”.
La muestra, como ha detallado el alcalde, es una invitación en sí misma a pasear por estos y otros destinos de la mano del artista, sin olvidarse de su querida sierra de la que captó la esencia de los bellos atardeceres de Letur y Yeste. “Y así por 38 destinos y por todo un universo: el de un artista con mayúsculas. Les invito, os invito, a recorrerlo a través de estas bellas acuarelas.”, ha dicho el máximo representante municipal durante la inauguración, a la que también han asistido la concejala de Economía y Hacienda, María José López y la edil de Emprendimiento e Innovación, Laura Avellaneda.
Para concluir, el alcalde ha citado las palabras de Andrés Gómez Flores, amigo y biógrafo del pintor, en el catálogo que acompaña a la muestra: “Todo eso y algo más es lo que José Antonio Lozano, por mediación de sus hijos, nos ofrece ahora, cuando él ya lleva nueve años inmerso en su último viaje, el único que no pudo pintar para incluirlo en estos cuadernos”.
El vicealcalde y concejal de Cultura también ha reconocido la gran dimensión artística y humana de José Antonio Lozano, de cuya personalidad ha hecho un esbozo su hijo en su intervención como comisario de la exposición. “Aún queda mucho por seguir conociendo y descubriendo del artista inconformista que igual pintaba grandes paisajes que agasajaba a sus amigos con sus famosos “payasos” o maravillaba a sus amigos con sus no menos célebres palomas”, ha destacado Casañ.