
Ambiente en la Feria de Albacete 2019. Foto Diana Calzado
La Feria de Albacete ya ha llegado a su fin. Es la fiesta más popular de la provincia. No en vano está declarada de Interés Turístico Internacional y según el último balance de esta edición, la del 2019, han pasado por el Recinto Ferial más de 2 millones de personas -- entre visitantes y vecinos de la capital-- para disfrutar de la Septembrina.
Esta Feria se distingue por ser una Feria abierta, con actividades para todas las edades y gustos, y por mantener unas tradiciones vivas. Pero también se distingue por sus sabores, y como todos los años, y a pesar de los días de lluvia, la Feria de 2019 ha mantenido su gastronomía más típica.
Hablar de la Feria de Albacete es hablar del bocadillo de 'chorimorci' que entra bien ya sea de almuerzo a primera hora de la mañana, como de comida de mediodía o picoteo para la cena. Cualquier hora es buena para hacerse con este tradicional bocadillo en el que los sabores de la matanza -- el chorizo y la morcilla-- se complementan sin mezclarse dando energía al cuerpo para disfrutar de una jornada (sea la hora que sea) de Feria.

Bocadillo de 'chorimorci' versus bocadillo de chorizo. Foto: Lourdes Cifuentes.
No es el único bocadillo icónico de esta fiesta. El de 'chorimorci' se mide con el bocadillo de 'guarretas' esa longaniza albaceteña algo más picante que el chorizo y que consigue resucitar a cualquiera a altas horas de madrugada.
Y de postre, 'Miguelitos de La Roda' con sidra
No se entendería la Feria sin los Miguelitos de La Roda. Es el dulce que representa esta fiesta y durante estos días las ventas son tales que ni tan siquiera desde la Asociación de productores de Miguelitos de La Roda pueden contabilizar cuántos fabrican y cuántos se venden. "Es incalculable", nos dicen. El Miguelito lo tomamos de varias maneras, aunque lo típico, típico, típico que los albaceteños enseñan a los visitantes cuando llegan por primera vez a la Feria es que este dulce se tiene que acompañar con un buen vaso de sida.

Venta de Miguelitos de La Roda en la Feria. FOTO: Lourdes Cifuentes.
Los años han traído Miguelitos de varios sabores (chocolate y chocolate blanco) que, sin embargo, no han podido desbancar al de “crema de toda la vida”. Sigue siendo el más reclamado. “Cada año se compran más”. Tanto así que muchos turistas llegados de otros puntos de la geografía española van directos a reservar las cajas de Miguelitos cuando llegan a Albacete.
Berenjenas de Almagro y vino 'pisao' para picar
Para beberse el vino 'pisao' hay que salir del Recinto Ferial (comúnmente conocido como Los Redondeles) y encarar el paseo. Allí espera la burra que durante generaciones regala el paladar de los amantes del vino dulce. El secreto está en la receta, intacta desde hace años, y también en el barquillo de canela que le acompaña.
Y si a media mañana nos entra algo de hambre siempre se puede matar el gusanillo con unas berenjenas de Almagro. Un encurtido que, si bien no tienen una relación directa con Albacete, se ha convertido en un sabor indispensable sin el que la Feria no sería lo que es.

Vino pisao: Foto Lourdes Cifuentes.
El café (made in Albacete) aderezado con Mojitos
Para aguantar las horas y horas -- y también el alcohol-- no hay nada como un buen café. La parada obligatoria en Feria es Cafés Caballo Blanco. Se localiza fácilmente por las colas de vecinos y visitantes a la espera de un café made in Albacete que resucita a cualquiera. Y hace falta porque la tarde en Los Redondeles y las carpas de los Ejidos de la Feria son largas.
En este sentido, y para completar el día, en los últimos años el mojito ha ido ganando terreno entre los jóvenes y los que no lo son tanto.
Esta bebida caribeña se prepara por litros y se vende al mismo ritmo. Tanto así que en los últimos años algunos restauradores han apostado por la fabricación en directo, convirtiendo la preparación de un mojito en todo un espectáculo.
La emblemática noria de la Feria de Albacete Foto: Diana Calzado
Y así acaba un recorrido de los sabores de la Feria albaceteña, que ya empieza con la cuenta atrás para la de 2020, dónde se volverá a abrir la puerta de hierros y los albaceteños y sus visitantes podrán volver a disfrutarla.