La Feria de Albacete no solo es la mayor fiesta de la provincia, sino que constituye un motor económico para Albacete. La prueba de ello es el número de puestos de trabajo que se crean ex profeso para esos días. La previsión para la Septembrina del 2019 es, según la Asociación de Hosteleros, que se contratarán unas 6.000 personas. "Se trata de contratos directos", explica Begoña Garijo, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Albacete (APTEH). "Camareros, cocineros..., eso es lo que más se demanda para estos días", añade Garijo.
"Sólo hay que pensar cuánta gente trabaja en Feria, esos 10 días, que sirve a muchas personas para ganarse un sobresueldo y que les viene de maravilla". La Feria no solo ayuda al sector hostelero sino a toda la gente que trabaja. No son camareros de profesión, trabaja en otros sectores y se coge vacaciones para sacarse un dinero extra.
La prueba del volumen de visitantes, que el año pasado alcanzó los 2,5 millones de personas, es el lleno en los hoteles de la capital, y también la provincia. Si en la ciudad de Albacete los alojamientos hoteleros hace meses que colgaron el cartel de completo para los días de Feria. "De hecho no quedan tampoco plazas en La Roda para el fin de semana de Feria", dice la gerente de la APTEH.
"No hay tanta alegría como antes"
Los años de la crisis hicieron mella en el volumen de negocio que deja cada año la Septembrina. Si bien es cierto que en las dos últimas ediciones se percibe más visitas, más gente en en entorno del REcinto Ferial y los Ejidos, también lo es que se vive de forma diferente. Así lo explica Garijo, que asegura: "La gente sale porque nos gusta vivir la feria, pero no va con tanto dinero en el bolsillo". Y de ahí la incertidumbre que mantiene expectante al gremio. "No sabemos qué va a pasar. Esta feria no tiene dos fines de semana", y eso suele ser un hándicap para la mayor fiesta de la capital. Y es que el día 7 de septiembre, la apertura, es sábado, pero la Puerta de Hierros no se abre hasta las 24 horas. Eso deja el primer fin de semana en un solo día, el domingo, y es precisamente lo que más preocupa a la APTEH. "La Feria de tener dos fines de semana a tener uno no te puedes imaginar lo que cambia", insiste Garijo que añade a ésta situación otra preocupación, el tiempo. "Estamos mirando al cielo. Un día de lluvia casi te arruina ya la Feria pero es que dos, te hunden".