La almanseña Ana Rubio recibió anoche, junto con Esther Ballesteros, el Goya a los Mejores Efectos Especiales por la película Modelo 77, una de las películas más galardonadas después de la gran triunfadora, As Bestas.
Ya en la edición 2021 de los Premios Goya recibió otra estatuilla por su trabajo junto a Mariano García Marty en la película Akelarre, de Pablo Agüero. En aquella fecha la gala se celebró de forma telemática. Es una de las cabezas visibles de Twin Pines, una compañía de VFX con sede en Madrid.
Un trabajo de "efectos visuales y físicos, no de sonido", explicaba Ana Rubio en declaraciones a RNE tras recoger el premio. Ella es especialista en efectos digitales, mientras que su compañera se ocupó de los efectos especiales físicos. "Todos los trabajos que hacemos con Alberto Rodríguez [en alusión al director de la película] nos llevan a la excelencia. Consigue lo mejor de nosotros mismos. Yo particularmente estoy muy orgullosa del curro que hemos hecho en Modelo 77".
"Podemos estar muy orgullosos del talento y de los éxitos obtenidos por nuestros paisanos", publicaba anoche Paco Núñez, presidente del PP de Castilla-La Mancha en las redes sociales para felicitar a su paisana.
Fue una de las buenas noticias de la 37 edición de los Premios Goya que se celebró en Sevilla y en la que la guadalajareña Laura Galán se alzaba con Goya a Mejor Actriz Revelación por Cerdita. En su caso, al subir al escenario se acordó de Guadalajara, su provincia de origen y dedicó el premio "a todos los chicos y chicas que sufren como mi Sara. Recordad que no tenéis la culpa, no hay nada malo en vosotros y vosotras", decía en alusión al bullying, tema central de la película dirigida por Carlota Pereda.
Sin suerte para Rozalén y Rafa Arroyo
La albaceteña Rozalén se quedó, sin embargo, sin el premio después de haber sido nominada, junto con Eduardo Cruz, a la Mejor Canción Original por En los márgenes.
Tampoco hubo suerte para Rafa Arroyo, cineasta de Ciudad Real nominado también al mejor corto documental por ‘Trazos del alma’ en la que relata cómo aunque las heridas del pasado se cierren y perdones a todos lo que te han hecho daño, el dolor siempre queda en el corazón. Es un retrato íntimo sobre la vida de María José Arroyo, su madre, recorriendo las cicatrices de su pasado marcada por una violación. El Goya fue otorgado a Maldita. A Love Song to Sarajevo de Amaia Remírez García y Raúl de la Fuente y producida por Iván Zahínos.