Por estar mi padre hospitalizado en la UCI del Hospital Universitario de Albacete he tenido que comer en dos ocasiones en la cafetería-comedor del hospital. He elegido menú del día y en ambas ocasiones la calidad de la comida ha sido lamentable: por ejemplo unos macarrones cuya pasta estaba pasadísima y casi no tenían tomate. Una ternera con patatas donde los trozos de ternera estaban llenos de nervios y era incomestible.
Se observa una clara intención por parte de Comertel (empresa concesionaria) en maximizar su margen de beneficio rebajando a límites extremos la calidad de los alimentos y la forma de prepararlos.
La Junta debería exigir un mínimo de calidad cuando concede concesiones y sobre todo una vigilancia activa durante el periodo de la concesión para verificar que se cumpla un mínimo de calidad en el servicio.
Ya es bastante ingrata la situación familiar de los acompañantes de los enfermos como para además recibir este trato. No me importaría pagar más por el menú del día (actualmente en 6,90 euros) si de esa forma recibo un servicio digno y no esta comida que no merece siquiera esa denominación.
Como dirigentes públicos piensen más en servir a los ciudadanos y no se olviden del servicio una vez firmada la concesión.
Raúl Sevilla Moragón