El presente curso 2020-21 viene arrastrando, desde sus mismos inicios, un problema de salud laboral que afecta tanto al profesorado como al alumnado y al personal no docente. En efecto, la necesidad de ventilar constantemente los distintos espacios, unida al insuficiente presupuesto de que disponen los equipos directivos para calefacción, ha incidido drásticamente en las condiciones de habitabilidad de los centros. Ya durante el primer trimestre, con temperaturas más bien suaves, en muchos casos el trabajo escolar solo era soportable con abrigos puestos, bufandas, camisetas térmicas y mantas. A día de hoy, la situación ha empeorado. Las recientes nevadas anuncian el comienzo de un invierno riguroso que pondrá a toda la comunidad educativa entre la espada del coronavirus y la pared de las pulmonías. Por ello, la Marea Verde de Albacete exige a la Junta de Comunidades que cumpla con sus responsabilidades legales y garantice una temperatura en las aulas superior a los 17º, tal y como establece la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. Para ello, es necesario que los centros dispongan de la dotación económica suficiente para mantener la calefacción encendida durante toda la jornada escolar. Por otro lado, en la Marea Verde siempre hemos defendido la educación presencial, única realmente igualadora desde el punto de vista social, pero instamos a la administración regional a que permita la modalidad on line en aquellos centros que la soliciten ante la imposibilidad reiterada y manifiesta de alcanzar los parámetros de temperatura establecidos en la mencionada ley. Con la educación no se juega, pero con la salud, es decir, con la vida, tampoco.
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