El presidente Sánchez, olvidando todos los compromisos de la legalidad internacional, ha traicionado al pueblo saharaui, dando un tremendo volantazo al posicionamiento que España ha mantenido, desde hace casi medio siglo, con el Sáhara Occidental. Nos hemos tenido que informar de esta trascendental decisión por un comunicado del Palacio Real de Marruecos, del pasado 18 de marzo, por el que el reino alauita hacia pública una carta bochornosa recibida de Pedro Sánchez, en la que el líder del PSOE apoya el plan marroquí de autonomía del Sáhara, bajo el yugo de Mohamed VI. Una traición en toda regla.
En dicha misiva, el presidente del gobierno de España califica este plan de autonomía de “serio, realista y creíble”, y se ha quedado más ancho que largo con este posicionamiento oficial que contraviene la tradicional “neutralidad activa” de la postura española.
Por las noticias que disponemos, este acto de inaceptable sumisión se lo han cocinado únicamente el presidente del gobierno español y su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, siguiendo las indicaciones de Wendy Sharman, Subsecretaria de Seguridad de Estados Unidos, tras su reciente visita a Madrid, repitiendo prácticamente las mismas palabras que ella dijo para la solución del conflicto saharaui, adoptando esa postura "seria, creíble y responsable". El vigía de Occidente sigue siendo, como siempre, “la mano que mece la cuna”, que obliga a Pedro Sánchez y a su ministro Albares a actuar como marionetas de USA y la OTAN, perpetrando una ilegalidad internacional por intereses geoestratégicos y económicos.
Este cambio radical en política internacional de Pedro Sánchez Pérez-Castejón se ha realizado sin informar ni a los socios del gobierno de coalición (UP), ni a la oposición, ni al Parlamento, ni a los militantes silenciosos del PSOE, ni a la ciudadanía que es la que ostenta la soberanía popular. El consenso y la transparencia en esta gravísima deriva está brillando por su ausencia.
El cambio de rumbo con nuestro querido Sáhara, además de contravenir el posicionamiento histórico de la política exterior española y las bases del derecho internacional, contradice el propio programa electoral del partido socialista de 2019, que en su página 286 prometía respetar el principio de autodeterminación del pueblo saharaui y la celebración de un referéndum en tal sentido, por lo que sus bases y sus votantes deberían también reclamar a Sánchez las correspondientes explicaciones.
No debemos olvidar que el pueblo saharaui forma parte de nuestra historia común y los lazos que nos unen no pueden ser obviados por extrañas concesiones al régimen autoritario de Marruecos. Con esta incomprensible decisión de Pedro Sánchez se sigue amparando la ocupación ilegal del Sáhara Occidental, suponiendo para el Gobierno de España y los partidos que lo sostienen dar cobertura legal a las violaciones a los derechos humanos denunciadas por diferentes organizaciones internacionales y al expolio de sus recursos naturales.
Abandonado por España, el pueblo saharaui lleva décadas viviendo como refugiados en su propia tierra y atacados por Marruecos, mientras los gobiernos españoles sucesivos, miran hacia otro lado. Qué lejos han quedado las palabras de Felipe González, cuando en una visita a los campamentos de Tinduf (1976) les decía a los saharauis: “Vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Me comprometo con la historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”.
España no puede desligarse unilateralmente de sus responsabilidades jurídicas frente al Sáhara Occidental y su pueblo, ya que es la potencia administradora del territorio pendiente de descolonización. Tampoco puede dar la espalda a sus responsabilidades políticas, ya que es el primer responsable del sufrimiento del pueblo saharaui y de todos los pueblos de la zona, que hasta ahora no han podido disfrutar de la estabilidad debido a la herida que dejó España en 1975, que sigue envenenando las relaciones de los pueblos y países de la región.
Conviene recordar que los que están siendo atacados hoy en el Sáhara Occidental por parte del ejército marroquí, un día fueron españoles. Los saharauis que hoy están en guerra, luchando en soledad, un día tuvieron DNI español. Es una auténtica vergüenza que parte de nuestro gobierno, por “salvaguardar la integridad territorial de nuestro país”, como intentan vendernos, haya traicionado al pueblo saharaui, olvidando la deuda que tiene España con nuestros antiguos compatriotas.
¿Merece la pena que Unidas Podemos siga sentándose con los traidores del PSOE en la mesa del Consejo de Ministros de España? Somos un mar de dudas.
Es muy urgente que las fuerzas políticas españolas y todos los pueblos de España presionemos al Gobierno de la nación con el fin de corregir este grave error, y obligar a que asuma sus responsabilidades, que no desaparecen con el tiempo: acabar con el colonialismo en el Sáhara Occidental de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.
Nos duele el abandono de esta causa justa. No en nuestro nombre. El Sáhara no se vende, Sáhara decide. ¡SÁHARA LIBRE!
@CPuenteMadera
Nota importante. Apoyamos todas las movilizaciones convocadas para los próximos días en defensa del pueblo saharaui, y en especial hacemos desde aquí un llamamiento a la participación de este, jueves 24 de marzo, en la concentración que se realizará a las 19 horas, en la Plaza de la Constitución de Albacete.