El deterioro de la vida en Venezuela, sobre todo en el ámbito político como en el social, ha provocado que se haya extendido la violencia, la inseguridad y haya escasez de productos de primera necesidad tan necesarios como medicinas o alimentos. Al igual, que servicios públicos, educación o sanidad.
Millones de personas en Venezuela se han visto obligadas a abandonar sus hogares y a huir a otros países como es el caso de Paula Linares en busca de asilo, protección internacional y ayuda humanitaria ante la situación de extrema necesidad. En 2018 llegaba a España, en concreto a Albacete en busca de una vida mejor y oportunidades laborales como una educación para su hijo.
“Un reto al cambiar de vida, cultura y trabajo. Por ello me formé en hostelería gracias al Programa de Empleo y Formación de Cáritas y la Fundación El Sembrador de Albacete. Una oportunidad que he aprovechado para desarrollarme y aprender para poder trabajar en cualquier área de la hostelería”, cuenta Paula.
La historia de Paula, le llevó a orientarse y formarse en el ámbito laboral de la hostelería. A los seis meses de estar en Albacete, consiguió su permiso de trabajo. “A mi hijo, que llegó a los tres meses de estar en España, le ha costado algo más adaptarse por el cambio de entorno y sobre todo de estudios. Eso sí, todo lo hemos vivido juntos, vamos de la mano cumpliendo metas. Hemos conseguido adaptarnos a una nueva vida que en nuestro país era impensable”, añade.
Su hijo con 17 años, pertenece al grupo de voluntariado de jóvenes de Cáritas. “Se integró el pasado año y está muy contento porque se relaciona con gente de su edad. Además, realiza cursos de formación a través del Centro Joven y hace trabajos comunitarios para las personas que más lo necesitan”, cuenta de forma orgullosa Paula.
En medio de un año plagado de dificultades, en el que la inflación y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania comenzaron a debilitar el crecimiento del empleo, Cáritas Diocesana de Albacete consiguió acompañar en 2022 a 1.098 personas, de las cuales 138 lograron acceder a un puesto de trabajo. Además, se llevó a cabo orientación laboral con 373 y se formó a 293 personas.
Entre ellas Paula, que no ha dejado de formarse. Además, “también logré sacarme el permiso de conducir” a través de un programa de Cáritas en apoyo a personas en situación de vulnerabilidad. Paralelamente ampliaba su formación con la Fundación El Sembrador en eventos en hostelería.
Paula cuenta que comenzó su andadura laboral en la empresa de inserción Romero Comercio Justo de Albacete. “Estuve dos años emprendiendo, desarrollándome y aplicando todos los conocimientos que desde Cáritas me ofrecieron. Una etapa enriquecedora porque logré descubrir habilidades. Terminé en junio de 2022 y después estuve ayudando en la Tómbola de Cáritas, una buena experiencia”. Tras estos trabajos, a principios de año, llegaría otra oportunidad laboral en Roldán Pastelería Panadería y Cafetería ubicada en la avenida de España de Albacete donde trabaja actualmente.
“Estoy muy contenta de poder trabajar y darle a mi hijo la educación que se merece. Gracias a la ayuda de Cáritas me desenvuelvo correctamente en la hostelería por la confianza y destreza que me ha dado la experiencia. Por ello mi jefe y compañeros están contentos conmigo”, explica Paula.
Pero Linares tiene en mente sus propios proyectos, como es cambiarse de ciudad, en concreto a Canarias y buscar otras oportunidades laborales. “Esta mirada al futuro me la ha dado la formación y la confianza que siente uno. Es verdad que cuando llegué no tenía las perspectivas y metas que a día de hoy me planteo. Ahora se que puedo desarrollarme en cualquier ámbito relacionado con la hostelería por lo que aspiro a trabajar en algún hotel”, añade. Ahora cuenta con toda su familia en Albacete, ya que su marido llegó el pasado año para luchar juntos por una nueva vida.
Acciones que se encaminan a conseguir la autonomía personal, a través de la orientación para el empleo, diferentes acciones formativas, intermediación laboral y empresas de inserción. En todo este recorrido se lleva a cabo un acompañamiento cercano y digno en el que la persona es la protagonista y centro de su itinerario.
Todo a través del programa de Empleo y Formación que lleva a cabo Cáritas Diocesana de Albacete desde 1996. Dirigido a personas que tienen baja cualificación personal, que les falta formación específica para el empleo o con poca experiencia laboral. En definitiva, personas que tienen dificultades para encontrar trabajo y mantener el empleo.
Ofrecer a cada persona lo que necesita
Un programa con un largo recorrido que hace que se divida en diferentes áreas para ofrecer a cada persona lo que necesita. Esta el área de acogida laboral, donde se reciben a las personas que buscan empleo y preguntan por formación derivadas de Cáritas parroquiales, servicios sociales o entidades que se dedican a este ámbito laboral. Se les hace una entrevista para conocer en qué punto laboral se encuentra. Después estaría el área de orientación laboral, una intervención con la persona para conocer sus objetivos laborales y poder marcar una ruta hacia el empleo que se quiere conseguir.
Cristina Galletero, coordinadora del programa de Empleo y Formación de Cáritas añade que se hace a nivel individual para personalizar la intervención. “Cada persona tiene unas circunstancias propias, tanto personales como familiares, como de cara al empleo y la formación. Hay que conocer a la persona y crear un vínculo”.
Además, se lleva a cabo orientación laboral en grupo porque “se trabaja muy bien” como es la entrevista de trabajo, hacer bien el CV, lugares para buscar empleo o temas relacionados con habilidades y competencias que se piden en determinados puestos.
Luego estaría el área de la formación. Desde Cáritas se ofrecen unas formaciones, por ello se informan a las personas demandantes de estos servicios donde pueden encontrar determinada formación. Cáritas oferta formaciones homologadas: hostelería (ayudante de cocina y camarero) y Atención Socio-sanitaria a personas dependientes en instituciones.
Además, llevan a cabo un curso introductor de dos semanas de cuidado de personas mayores. “Enfocado a las personas que quieren dedicarse a este sector que puedan conocer de qué se trata”, dice la coordinadora.
Por otro lado, está la Fundación el Sembrador donde Cáritas trabaja de la mano para ampliar su oferta de empleo y formación a todas aquellas personas que lo necesitan. Talleres y formaciones básicas para adquirir habilidades pre-laborales y sociales para el empleo en un nivel básico. “Nos permite conocer a personas que pueden hacer una formación más avanzada”, cuenta Cristina.
Principales cofinanciadores de las acciones de empleo
Las empresas de inserción impulsadas por Cáritas a través de Fundación El Sembrador, desarrollan sus líneas de negocio en el sector de la hostelería y restauración (Restaurante El Sembrador, El Búho Letur, Café Cultural El Búho, Romero Comercio Justo, Cortijo Covaroca y El Sahúco), viverismo (Viveros el Sembrador) y reciclaje textil (Fuera de Serie/Moda re-). Son herramienta clave en el proceso de acompañamiento a personas en situación de vulnerabilidad.
Todos estos proyectos de Economía Social, gestionados por la Fundación El Sembrador, así como otras acciones de acompañamiento sociolaboral a través de otros programas de Cáritas Albacete, cuentan con el apoyo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el Fondo Social Europeo, tanto a través del Plan Regional de Inclusión Social, como de su línea de apoyo a la contratación de personas en exclusión a través de empresas de inserción y financiando acciones formativas para el empleo, como los Certificados de Profesionalidad que Cáritas imparte desde su programa de Empleo.
Cáritas Albacete y Fundación El Sembrador dedicaron el año pasado 3.067.454 € a todas sus iniciativas de Empleo y Economía Social, una inversión que supone un retorno en el medio-largo plazo desde el punto de vista social y también económico porque la persona que participa en estos itinerarios no solo gana en autoestima, dignidad y acceso a sus derechos, sino que deja de percibir prestaciones, pasa a pagar impuestos y genera crecimiento económico por la vía del consumo.
Participación con otras entidades
Otra rama, en cuanto al empleo, con la que trabaja Cáritas es junto con otras entidades. La participación junto a la plataforma de apoyo a las empleadas y empleados del hogar de Albacete, con la Fundación de asociaciones de empresas de Inserción o con el grupo de empresario BNI España para dar a conocer la labor que “hacemos a nivel de Cáritas y Fundación. Todo con el fin de contactar con la empresa y presentar nuestros candidatos a posibles ofertas de trabajo”, comenta la coordinadora.
En este sentido, Cáritas se encuentra dentro de la Plataforma Inclusión creada en 2017. “Estamos representantes de diferentes entidades como Cruz Roja o Llanero Solidario y administraciones públicas como la Agencia Municipal de Colocación, Centro de la Mujer, JCCM o Bienestar Social que nos dedicamos a la formación e inserción laboral”, indica. Se reúnen cada mes para colaborar, crear sinergias o formación interna. “Estamos orgullosos de esta plataforma que hemos creado en Albacete porque nos da mucho juego y sigue vivo tras estos años”, remata Galletero.