La Agenda 2030 de Naciones Unidas ha puesto sobre la mesa las carencias de muchos países a la hora de afrontar los retos de la economía sostenible. España no es una excepción en este sentido, y dentro del país llama mucho la atención la falta de homogeneidad en el desarrollo y consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) según cada comunidad autónoma. En informe ‘17×17. Análisis sobre la sostenibilidad en España 2019’ analiza la situación de cada una de estas metas por regiones. Lo han realizado por primera vez el Observatorio de la Sostenibilidad (OS), AIS Group y la Fundación Ciudadanía.
Según los coordinadores del estudio, el objetivo es una primera aproximación a un tema tan complejo como la evaluación de la sostenibilidad por comunidades autónomas que, añaden, se irá perfeccionando en los próximos años, pero que intenta señalar la importancia de los ODS a escala autonómica, además de hacer una “radiografía conjunta de la geografía de la sostenibilidad en el país”.
Es la primera vez que este tipo de informe se hace en España. Se basa en casi 200 indicadores que tratan de dilucidar la aproximación diferencial a las metas de los objetivos de la Agenda 2020 en las 17 regiones españolas. El trabajo encuadra el “comportamiento diferencial autonómico” dentro del marco de referencia de la evaluación general de España en la Unión Europea, cuyos demuestran “un cumplimiento desfavorable a nivel nacional y la necesidad de un esfuerzo superior y coordinado de todos los territorios”.
“Gran desequilibrio territorial”
Así, las principales conclusiones del informe apuntan a la falta de homogeneidad en el cumplimiento de los ODS por comunidades autónomas y el “gran desequilibrio territorial” en España entre diversas regiones. Por ejemplo, hay un dato que sobresale entre los demás: no puede afirmarse que ninguna autonomía sea totalmente sostenible o que tenga los cerca de 200 indicadores en valores positivos. Bajo este contexto, Castilla-La Mancha se encuentra en una situación intermedia, con muchos deberes por hacer en determinadas materias y con algunos que reciben el aprobado.
En el análisis pormenorizado de cada uno de los objetivos, el estudio señala en primer lugar el referido a la desigualdad (ODS10) donde respecto a la distribución del ingreso por comunidades autónomas, aparece Castilla-La Mancha junto a la Comunitat Valenciana, Extremadura y Canarias. Pero se puede apreciar que prácticamente todas las comunidades autónomas, sea cual sea su posición general o por bloques, destacan en alguno de los ODS. Por ejemplo, Castilla-La Mancha lidera el ODS13, el referido a la sostenibilidad de las áreas urbanas.
No obstante y en la valoración general, Castilla-La Mancha no obtiene muy buenos resultados. El Observatorio incluye una gama de colores en torno al cumplimiento de la sostenibilidad que va del rojo como “muy mejorable” al verde como “mejor”. Esta comunidad autónoma aparece en color naranja, la media de la tabla y en la categoría de “mejorable”. En concreto y según cada ODS, son “muy mejorables” en la región los objetivos referentes al agua (ODS7), infraestructuras (ODS9), economía circular (ODS12), paz y justicia (ODS16) y cooperación (ODS17). En naranja se ubican educación (ODS4), desigualdad (ODS5), y trabajo (ODS8). En amarillo, que sería una zona “neutral” o “equilibrada”, aparecen energía (ODS7), desigualdad (ODS10) y ecosistemas (ODS15). En nivel “aceptable” se encuentra la pobreza (ODS1), nutrición (ODS2) y sanidad (ODS3). Y finalmente, tal y como destaca el estudio, Castilla-La Mancha destaca en áreas urbanas (ODS11) y gestión del clima (ODS13)..
Asimismo, en el informe se realiza una distribución de la situación de las comunidades autónomas según los porcentajes totales por estrato, es decir, por el cumplimiento en lotes de cada uno de los objetivos. De nuevo, Castilla-La Mancha se ubica en la posición intermedia con un 31,25% de posiciones muy favorables, frente a un 50% de malas situaciones. En general, el Observatorio de la Sostenibilidad apunta que las regiones más “rurales”, con economías menos fuertes o más simplificadas se muestran fuertes en temas ambientales, y en ese contexto sitúa a Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y La Rioja.
Hacia la descarbonización
Las principales recomendaciones que elaboran los autores apuntan hacia la “necesaria solución” de los “graves desequilibrios” en el país, empezando por la España vaciada, donde existen “deficiencias” en sanidad, empleo o infraestructuras como internet. Apuestan además por cambiar el modelo productivo, caminando hacia sociedad “más descarbonizada”, con más energías renovables, con mayor peso en las nuevas tecnologías y más “desmaterializada”.
La desigualdad, tanto de género como de renta e ingresos es otro de los temas claves que se perciben en todas las regiones. Considera así que los ODS y su seguimiento pueden ser “una muy buena herramienta” para la evaluación de políticas y rendición de cuentas durante los próximos años.
Castilla-La Mancha cuenta desde hace más de un año con una estrategia para el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En junio de 2018 se creó la Comisión de Seguimiento de estas medidas para registrar las acciones que ya se están llevando a cabo e impulsar todas las que se deban articular en torno a una “hoja de ruta”.
El pasado mes de marzo, esta comisión aprobó el Informe ‘Objetivos para transformar nuestro mundo: Castilla-La Mancha, comprometida con la Agenda 2030’, donde se analiza la situación en la región de cada uno de los ODS desde el año 2015. Ahora, además, el Gobierno regional cuenta con una Consejería ‘independiente’ de Desarrollo Sostenible para la presente legislatura, al frente de la cual estará José Luis Escudero.