La Unión de Agrupaciones de Arquitectos Urbanistas de España (UAAU) ha celebrado su asamblea anual en Castilla- La Mancha, concretamente en Albacete. En el marco de esta asamblea se celebran siempre unas Jornadas Técnicas organizadas por el Colegio anfitrión, que en esta ocasión y bajo el título 'Retos del Urbanismo en el ámbito rural como elemento integrador para su revitalización y desarrollo', se ha llevado a cabo este viernes y sábado en el Teatro Circo de Albacete.
Javier Martinez Callejo, presidente de la Unión de Agrupaciones de Arquitectos Urbanistas de España, ha asistido a estas Jornadas donde ha sido el encargado de presentar la propuesta ganadora del Premio de Urbanismo Español 2019: 'Plan de usos de Ciutat Vella' del estudio 300.000 kilómetros por segundo.
Un proyecto realizado para el Ayuntamiento de Barcelona y que sirve de ejemplo para otras administraciones, ya que tal como asegura Martínez Callejo, "la administración pública siempre va detrás de lo que la tecnología permite, y este es un modo de hacer un planeamiento dinámico y flexible y apoyarnos en herramientas más en consonancia con los tiempos más urgentes en los que vivimos".
En este sentido, el presidente de la UAAU afirma que "tenemos la legislación muy apalancada en unos planes en los que se prevé el desarrollo de una ciudad a diez o veinte años vista, cuando la ciudad cambia mucho más rápido". Incuso tramitar esos instrumentos, continúa, "lleva ya de por si esos mismos años, es decir, hacer un plan para 8 años nos esta llevando otros 8 años de tramitación, con lo cual nacen obsoletos, nacen muertos, mientras que un instrumento vivo está permanente actualizado".
Martínez Callejo asegura que este año la Asamblea que se han centrado en la problemática de la profesión, porque se lleva hablando durante una década de que la solución está en el urbanismo, pero "no se está poniendo toda la carne en el asador", los urbanistas, asegura, "nos sentimos un poco olvidados en el sentido de que cada vez hay más trabas para la tramitación del planeamiento, que es una de nuestras batallas, vemos que es difícil acceder al trabajo, que se exige mucho, no se paga tanto, y se requiere mucha experiencia".
'La CartaGena'
En este orden, desde la Unión de Agrupaciones editaron un manifiesto para un urbanismo responsable que, bajo el título 'La CartaGena', es el resultado de los debates realizados en Madrid y Cartagena durante el año 2015 y es un decálogo, mantiene el presidente de UAAU, "sobre qué cosas hacemos mal, y cómo tenemos que cambiar"
Este manifiesto incluye diez medidas entre las que se encuentran: iniciar el proceso de renovación/regeneración del urbanismo incorporando los derechos ciudadanos en la ciudad reconocidos en la Carta Europea de Salvaguarda y en la Carta - Agenda Mundial.
Priorizar el derecho a la vivienda digna y a la calidad del hábitat urbano, que en la coyuntura actual y la previsible a medio plazo implica la intervención activa en la ciudad urbanizada y construida, principalmente a través de políticas urbanas integrales en los barrios.
Asumir y potenciar el papel fundamental de la participación de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones, en la implantación de las propuestas y en la evaluación de los resultados de las actuaciones urbanísticas y territoriales.
Establecer que las plusvalías en los valores del suelo y las edificaciones derivadas de la acción urbanística en la mejora y extensión de las ciudades deben ser públicas, como consecuencia de la función pública del urbanismo, compartidas con la iniciativa privada según su nivel de participación en los procesos de gestión y ejecución, y reconociendo el valor inicial del suelo.
El respeto al derecho de propiedad debe seguir siendo compatible con la exigencia de su función social, tanto en lo referente a los usos del suelo como de las edificaciones, en especial en relación a las malas praxis de abandono en su mantenimiento y/o desuso.
Implementar modelos adaptables en la ordenación y gestión de la ciudad frente al tradicional modelo de urbanismo rígido basado en prognosis desfasadas cuando entran en vigor y con una excesiva duración temporal, modelo agotado y superado por la aceleración e intensidad de los cambios sociales, económicos y ambientales.
Centrar la acción urbanística en la mejora de lo urbanizado y construido, con renovados instrumentos de planificación, financiación y gestión, e incorporar las escalas territoriales de la planificación física, empezando por la protección de los espacios más vulnerables ante la presión de la urbanización y la edificación como son los entornos inmediatos de las ciudades.
Afrontar un proceso de simplificación significativa de los excesos legislativos y el uso a menudo estéril de las normas para resolver problemas que requieren de planificación, inversión y gestión, alcanzando una situación jurídica más razonable y operativa, que reconozca los marcos europeos que inciden en la planificación física, establezca los contenidos generales a nivel estatal, y desarrolle los instrumentos de planificación, financiación y gestión que corresponden a las comunidades autónomas y a las administraciones más cercanas a la realidad, bajo el principio general de la subsidiariedad.
Avanzar en la articulación del planeamiento con la gobernanza del territorio, resolviendo en las escalas intermunicipales, metropolitanas y territoriales muchas cuestiones que son decisivas para un urbanismo responsable.
Por último, también incluye establecer el interés público de la arquitectura, incluidas sus escalas urbanas y territoriales, con prioridad para la calidad de los espacios públicos y en general del hábitat urbano y territorial.
'Plan de usos de Ciutat Vella'
Este año la convocatoria del premio urbanismo español es un trabajo muy novedoso, que apuesta por la turistificación de Barcelona centro, desde una técnica innovadora, esta hecho por gente joven y con un equipo paritario . Un premio que responde a unos valores que desde la Agrupación de Arquitectos Urbanistas quieren propugnar para que se implanten.
El plan utiliza métodos punteros de análisis espacial basados en el uso de datos masivos (procedentes de la propia Administración, de los portales de datos abiertos, de la creciente sensorización en los entornos urbanos y del Big Data) y su computación (a través de técnicas de machine learning e inteligencia artificial) y los combina con la participación ciudadana.
Javier Martínez explica este proyecto como un método con el cual "pasamos del tradicional papel a una herramienta dinámica y digital donde puedes ir amoldando soluciones en función de la situación actual, de modo que el documento urbanístico es flexible y no concede un permiso para dentro de diez años de un análisis hecho a día de hoy, constantemente tú estás actualizándolo".
De esta manera, asegura, se convierte "en un nuevo modo de analizar porque tienes muchos más datos, datos en tiempo real, cada día cambian los usos de la ciudad. Puedes saber si se puede abrir un restaurante de comida rápida en función de lo que haya a día de hoy y si ya se ha llegado a los ratios máximos que prevé la normativa, no podrás abrir otro establecimiento del mismo tipo".
De esta forma el urbanismo pasa a ser un mapa vivo en el que ya el papel no tiene sentido porque se queda obsoleto. Es un mapa que "además también distingue entre el día y la noche para garantizar que la actividad terciaria no ahogue el uso residencial".
Este plan que se ha hecho en Barcelona enfocado al turimo, concluye, es "extrapolable a otros usos, a la vivienda, a otro contextos urbanos y además incluye un amplio proceso de participación de la ciudadanía".