¿Por qué continúan las Macrogranjas en el punto de mira de toda España? Las Macrogranjas de porcino han continuado aumentando sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en 2021 respecto a años anteriores.
Según el análisis realizado por DATADISTA de los datos enviados por estas explotaciones industriales al Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes. “En el caso del metano, las emisiones superaron por primera vez las 100.000 toneladas, aumentando un 2,7% respecto al año anterior. Las emisiones de amoniaco también aumentaron un 1,7% respecto a 2020 hasta superar las 40.000 toneladas emitidas a la atmósfera. También han aumentado las emisiones de óxido nitroso hasta las 227 toneladas. Esta cifra es un 7,2% mayor que en 2020”.
“En 2021, todas las ganaderías industriales contaminantes emitieron 261.305 toneladas de metano. El 40% de las emisiones de metano totales provienen de las macrogranjas de porcino. Hace una década, este tipo de explotaciones de ganadería industrial eran responsables del 22% de las emisiones totales de metano”, según este estudio.
“Esto demuestra que se sigue sin controlar y que se siguen aprobando nuevos proyectos y ampliaciones sin poner el foco en el impacto, en este caso en las emisiones. Con un rápido vistazo se puede ver que los focos de emisiones es donde más censo de porcino hay en España. Hay que darnos cuentan que no se están tomando medidas y que desde la administración no se controla, no se supervisa y no se le está poniendo freno”, indica Inma Lozano, portavoz estatal de ‘Stop Ganadería Industrial’.
Además, la coordinadora de entidades para frenar las Macrogranjas señala que las administraciones tienen que empezar a “tomar cartas en el asunto” para saber con certeza que se está haciendo con los purines y qué impacto tienen en suelos y acuíferos. “Son muchos los pueblos que ya superan esos 50mg/litro en el agua de consumo humano”, añade.
Asimismo, el estudio destaca que las macrogranjas más contaminantes en España en 2021 son la explotación porcina Finca Dehesa del Rey, en el municipio de Castilléjar (Granada), le sigue la explotación Finca Millán en el municipio de Puebla de Don Fadrique (Granada) y en tercer luchar se sitúa la granja Madax, situada en Hellín (Albacete).
Semanas de lucha contra la ganadería industrial
Stop Ganadería Industrial arrancaba la segunda semana de lucha para denunciar y visibilizar el rechazo que despierta en todo el país la ganadería industrial debido a los peligros ambientales, socio-económicos y de salud derivados de este modelo. Inma Lozano explica que el año pasado participaron unos 70 municipios y este año “hemos superado los 120, cada vez los vecinos estamos más únicos para oponernos a este tipo de proyectos de ganadería industrial”.
En comunidades como Castilla-La Mancha hace un año se “nos anunció una moratoria para la ganadería industrial”. En este sentido “consideramos que no ha servido para nada porque se han seguido presentando y aprobando proyectos con el truco del fraccionamiento: donde antes te presentaban 1 proyecto de 7.000 cabezas ahora meten 3 de 2.000. Es muy humillante que nos mientan en la cara. Cuando pensábamos que el Gobierno regional de verdad era consciente del daño que estos proyectos hacen a los pueblos ya que pierden calidad de vida, ven cómo tienen que dejar de beber agua del grifo, como se empiezan a cerrar casas y a poner carteles de se vende y a devaluar sus propiedades, continúan haciendo lo mismo”, dice Inma.
A nivel nacional se han organizado charlas, debates, talleres, así como concentraciones simbólicas para mostrar “nuestra defensa de nuestros municipios poniendo el foco en el agua, en el nefasto control de supervisar qué se hace con los purines que acaban contaminando nuestros acuíferos”, añade Lozano.
Además, la portavoz destaca que al principio “nos vendían los purines como abono gratis del que poder disponer para nuestros campos, ahora por el aumento de carga ganadera en un mismo territorio ya se empieza a reconocer que existe ese problema y vienen a vendernos la solución. El boom está ahora con las plantas de biogás, que nos las quieren meter dentro de una idea verde y circular, pero no es más que otro negocio del que se beneficia uno y cuyos perjuicios recaen en todo el municipio. Así sólo hay que ver cómo está Balsa de Ves para darnos cuenta que este proyecto no lo quiere nadie. Ya son varios municipios castellano manchegos como Fuentealbilla, Iniesta o Cenizate que se están oponiéndose en bloque con ayuntamiento y ciudadanía unidos contra la ganadería industrial y sus consecuencias”.
Conclusiones del debate ‘Ganadería y emergencia climática y ambiental’
Asimismo, la segunda semana de lucha contra la ganadería industrial se llevaba a cabo del 28 de noviembre al 4 de diciembre con actividades de denuncia y sensibilización por todo el país, con la intención de concienciar y poner freno a la concesión de licencias para la creación o ampliación de proyectos de ganadería industrial. Se iniciaba en Madrid con la mesa redonda ‘Ganadería y emergencia climática y ambiental’.
“Tuvimos la suerte de participar junto con miembros del ministerio de transición ecológica, así como de consumo en un debate sobre los efectos de la ganadería industrial en nuestros municipios. El gran ausente fue el ministerio de agricultura que declinó nuestra invitación”, dice Lozano.
En este debate se valoró que tras la polémica de hace unos meses con las declaraciones del ministro Garzón en ‘The Guardian’ “ahora todo el mundo sabe lo que es una macrogranja, aunque digan q no existen”. De esta forma no solo se aprecia “lo que sufrimos los pueblos, también desde las ciudades se está gestando una preocupación por todo aquello que comemos, de dónde viene la carne y cómo se ha producido”, añade Inma. Por ello “apostamos por un etiquetado, al igual, que con los huevos pueda marcar esa información ya que el consumidor se le tiene que informar del modelo de producción de la carne que come”.
Desde la Coordinadora Estatal ganadería industrial “valoramos muy positivamente el encuentro donde participaron ganaderos de extensivo, científicos y ministerios, y esperamos que, aunque desde los ministerios no se lanzó ninguna propuesta ambiciosa se mostraron conscientes del problema. Ahora habrá que esperar a que nos muestren la solución”.
Una solución que en un primer paso “nosotros pedimos una moratoria a nivel estatal y que dejen de dar licencias hasta valorar cuántas cabezas salen por territorio tanto por consumo de agua como por gestión de los purines”.
¿Qué se reivindica?
Stop Ganadería Industrial reivindica una moratoria estatal y mucho más control. Desde transición ecológica “nos decían que todo está regulado, que hay legislación, pero lo que no hay es control, faltan medios y sobra picaresca. Ya el colmo es que busquen cómo subvencionar al promotor de una explotación industrial en la gestión de sus purines. Mientras ellos se lucran económicamente nosotros vemos como se devalúan nuestras propiedades y se contamina el agua que bebemos condenando así el futuro del pueblo”.
Lozano resaltaba que es esperanzador ver que cada vez son más los vecinos y vecinas que dicen que no a estos proyectos, pero también es una pena ver que el número de plataformas de la Coordinadora Estatal sigue creciendo. Todo porque siguen creciendo los proyectos.
Coincidiendo con la segunda semana de lucha contra la ganadería industrial la plataforma ha inaugurado su nueva web en la que dedican un espacio importante a los recursos ante que hacer a la hora de instalar un proyecto en tu pueblo. Así contempla un apartado para la legislación, alegaciones, informes entre mucho más.