Durante la pasada Feria Internacional de Turismo, uno de los atractivos presentados el día de la provincia de Albacete fue la denominada 'Ruta del Vino de la Manchuela', un importante recurso turístico que engloba a las provincias de Albacete y de Cuenca y que nace "fruto del esfuerzo y del dinamismo del sector del vino", volcado al máximo también en crear sinergias y potencialidades cada vez mayores en su ámbito de actuación a través del creciente interés que genera en el ámbito turístico para el público.
Así lo aseguró el presidente de la Asociación, Diosdado Cuesta Atienzar y su gerente, Alberto Páramo Pérez, durante la presentación de esta ruta, en la que se hizo especial mención al trabajo necesario para poder estar dentro del Club de Producto de las Rutas del Vino de España y al "prometedor futuro que viene por delante".
Según su Junta Directiva, este proyecto puede suponer un motor de crecimiento y desarrollo en la zona, además de aprovechar las sinergias entre dos sectores tan importantes como el agrícola y el turístico. Además, en busca del desarrollo rural, este proyecto pretende atraer al turista y fijar población, apostando por un sector en crecimiento como es el enoturismo.
Desde este recurso turístico, aseguran que cuentan con dos premisas claves: la calidad y la diversidad. Calidad debido a que los socios que forman parte de esta ruta se someten a auditorías internas anuales y a una auditoría externa cada dos años, pretendiendo así dar un servicio de calidad al turista. Y diversidad, porque, entre sus socios, cuenta con un amplio abanico de servicios turísticos y gastronómicos.
Entre sus socios se encuentran: alojamientos rurales, restaurantes, bodegas, vinotecas, empresas de turismo activo, oficinas de turismo y según ha podido avanzar la Junta Directiva, próximamente contarán con otros servicios como un museo y hasta un balneario.
Bodegas
Algo fundamental en la Ruta del Vino de la Manchuela es el proceso de elaboración del vino, por ello, tanto Albacete como Cuenca disponen de reconocidas bodegas como Villavid, Moratalla, la Finca Carril Cruzado, Uci, Nuestra Señora de las Estrellas, Cooperativa San Isidro, La Cepa de Pelayo, Florentino Pérez, Vega Tolosa, Andrés Iniesta, Finca el Molar, San Antonio Abad Fuentealbilla, San Antonio Abad Villamalea y las bodegas Vitivinos.
Además, todas estas bodegas incluyen un proceso pedagógico con el que el turista podrá aprender un poco más sobre la cultura vitivinícola y los procesos de elaboración de los vinos de esta región.