El 26 de junio es el día designado por la ONU como Dia Internacional de la Lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas. Con ello se quiere dar visibilidad a una problemática que, lejos de estar superada, sigue pasando una factura social que sigue siendo demasiado alta.
Según el Barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) correspondiente al mes de marzo de 2022, el consumo de drogas supone una preocupación al 0,1 % de la ciudadanía española, y esta mínima preocupación por este tema contrasta significativamente con otras cifras, que indican que estamos lejos de tener una situación real que justifique una preocupación tan laxa:
En 2021, se contabilizaron 974 defunciones por reacción aguda a sustancias psicoactivas en España, según consta en el Registro Especifico de Mortalidad. En el periodo 2019/20 591.798 personas de entre 15 a 64 años tienen un consumo problemático de cannabis; en este mismo periodo se estima que existen más de 63.000 consumidores problemáticos de heroína en España, y el 11,2% de la población de entre 15 a 64 años reconoce haber consumido cocaína alguna vez en la vida.
Para apuntalar estos preocupantes datos, según la 'Clasificación del Gasto en Consumo Final de los Hogares por Finalidad' que elabora el INE, la cantidad de dinero que en España se destina a comprar sustancias estupefacientes al menudeo fue de 6.075 millones de euros en 2021, es decir, más de 16,5 millones de euros diarios destinados a la compra de drogas de abuso.
A todo lo anterior, se podría añadir las más de 50.000 muertes al año que produce el tabaco, y que representa 13 % de todas las muertes registradas en España, y que más del 4 % de la población española de 15 a 64 años (1.300.000 aproximadamente) ha tenido un consumo de riesgo de alcohol, con unas 20.000 muertes relacionadas con el consumo excesivo de alcohol. No son drogas ilegales, pero el impacto que tiene su consumo en nuestra sociedad es indiscutible.
Estas cifras indican que la sociedad está muy lejos de superar el reto social que plantea el consumo de drogas, y que la realidad es que este problema sigue muy presente en nuestro entorno, no solo en cuanto a fallecimientos, también en la tensión y los conflictos vitales que genera, individual, familiar y socialmente.
El hecho de que la percepción social de los riesgos y problemas que genera el consumo de drogas sea tan baja es, paradójicamente, un gran problema, ya que provoca que a nivel social, político y administrativo se pueda justificar una disminución de los recursos que se necesitan para poder abordar con garantías las situaciones negativas generadas por el consumo de drogas y las conductas adictivas, cuando la realidad nos indica que las necesidades sociales lo que requieren en un aumento de esos inversiones sociales para disminuir el impacto negativo que tiene el consumo de drogas y las conductas adictivas en nuestra sociedad. Banalizar las consecuencias negativas generadas por el consumo de drogas y conductas adictivas es un error que a la sociedad no se puede permitir por el alto coste social que conlleva.
Desde la Asociación para la Intervención Psicosocial Adaptada ( IPSA ) Red Futura de Albacete "abogamos por la prevención con herramienta eficaz frente a este problema, sobre todo enfocada hacia la juventud, ya que estas conductas tienen habitualmente su aparición y consolidación en la adolescencia, entre los 12 y los 18 años. La incidencia de este fenómeno en las edades más tempranas condiciona en gran medida el desarrollo de la persona y de la potencial problemática que se pueda sufrir en cuanto al consumo de drogas, al igual que con cualquier elemento que pueda desarrollar una conducta adictiva. Además, se ha demostrado que es más provechoso evitar que surjan ese tipo de conductas, que una vez aparecidas e instauradas, poder corregirlas", indican.
Por ello, la Asociación para la Intervención Psicosocial Adaptada Red Futura (IPSA Red Futura) lleva a cabo el programa de prevención del consumo de drogas y conductas adictivas 'Proyecto Pis Pas', que se desarrolla desde el año 2012 en los Institutos de Educación Secundaria ( IES ) de Albacete y provincia, con más de 2500 beneficiarios/as directos/as por curso. Por todo ello "entendemos que las acciones encaminadas a favorecer la resiliencia de los chicos y chicas son especialmente recomendadas en el periodo adolescente, una etapa especialmente delicada de su desarrollo, con cambios muy importantes tanto en su vida personal como a la hora de enfrentarse con la realidad que les rodea", señala la asociación.
Desde la Asociación IPSA Red Futura quieren dejar patente el compromiso con la sociedad para seguir trabajando con el objetivo de conseguir, realmente, que los conflictos y problemas sociales que genera el consumo de drogas y las conductas adictivas se reduzcan y puedan desaparecer de una forma efectiva.