Un día la vida era normal, y al siguiente, Juani Cuadros era la encargada de llevar las medicinas a la pedanía de su localidad, Alcaraz en Albacete, cuidar como podía a las personas que estaban enfermas, e incluso, animar a los niños con las sirenas de los coches de Protección Civil de la localidad. La jefa de protección civil de la localidad recuerda como se volcó junto con un pequeño equipo para tomar las riendas de los servicios más básicos y necesarios, desde repartir mascarillas hasta alimentos entre sus vecinos. “La realidad es que lo hemos pasado muy mal, aunque estoy muy contenta por la labor que hemos hecho, haber podido atender a la gente que estaba muy agradecida. Pero lo hemos pasado mal, nos ha dejado huella”, recuerca.
Juani es una de las seis mujeres que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha elegido premiar este 15 de octubre, Día de la Mujer Rural. Las razones sobran, al escuchar los testimonios de mujeres entregadas con sus localidades y que no dudaron en hacerse cargo de la protección y cuidado de sus vecinos. La labor de estas seis mujeres, recuerdan desde la Junta de Comunidades, es el reflejo de lo que cientos de ellas hicieron durante los meses más duros de la pandemia. “Lo hemos notado mucho, sobre todo cuando tocábamos una puerta, y sabían que había alguien ahí que nos necesitaban. Ha dado mucha alegría, sobre todo a las personas mayores que viven en pedanías más alejadas, como Solanilla, Canaleja o La Mesta”, explica Juani.
“Estoy muy orgullosa de representar a la mujer de Albacete y agradezco el reconocimiento, porque el trabajo al final lo ha merecido”, explica desde un mercadillo en el que sigue prestando sus labores altruistas en Protección Civil. Está en el paro, pero asegura que volvería a hacerlo todo de nuevo, si vuelve a hacer falta. “En el pueblo vemos que se está poniendo de su parte, pero en esta segunda ola también hay más miedo. Ya no quieren salir a la calle”, explica. También advierte de que hizo falta más recursos para proteger a la ciudadanía, aunque explica que su equipo de Protección Civil “siempre va a estar ahí”.
“Tenemos que ser lo suficientemente inteligentes desde las instituciones como para ser capaces de darnos cuenta de que las 160.000 mujeres que viven en nuestro mundo rural son la mitad de la inteligencia de su entorno y la acción política debe de ir encaminada a mejorar la vida de quien más lo necesita, a facilitarles precisamente que sean lo que quieren ser en sus pueblos, sin tener que marcharse, y a visibilizar que es posible porque ellas son la raíz de nuestros pueblos”, ha declarado la consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández.
Papel “irrenunciable”
Fernández ha recordado que la mitad de la población de Castilla-La Mancha vive en el ámbito rural, lo que implica que la mitad de las mujeres de la región, aproximadamente medio millón, viven en pueblos. Una realidad ante la que el Gobierno regional es sensible “y tiene claro que su papel es irrenunciable”. La consejera también ha señalado que, a pesar de que las mujeres rurales han sido y son la columna vertebral de las zonas rurales, del sector primario y el agroalimentario, suponen solo el 24 % de la base social de las cooperativas y el 9% de las directivas de los consejos rectores, una realidad que “tiene que cambiar porque somos el cincuenta por ciento de la población y porque es el momento de que se visibilice un trabajo que se ha hecho históricamente”.
Por eso, ha querido recordar también las medidas puestas en marcha desde la Junta, como el Estatuto de las Mujeres Rurales, que contempla obligaciones a cumplir en dos años como la consecución de la paridad en los consejos rectores y en puestos directivos de empresas ubicadas en el medio rural, para tener mejor puntuación en materia de acceso a las ayudas.