El Colectivo sin Fronteras valora "positivamente" el proyecto del Ayuntamiento de Albacete para la futura creación de un centro para personas temporeras con capacidad para 80 personas, pero manifiestan de nuevo su preocupación por la falta de alternativa habitacional suficiente para la inminente campaña agrícola.
Las representantes del Colectivo Sin Fronteras de Albacete participaron en la reunión del Consejo Municipal de Inmigración, donde la concejala de Atención a las Personas, Juani García trasladó la información acerca del futuro centro para el alojamiento de personas temporeras, proyecto que se encuentra en la fase inicial y cuya fecha de finalización se desconoce.
Ante esta información, el Colectivo sin fronteras valora positivamente la iniciativa, pero comentan que no sólo les parece "insuficiente en el número de plazas, sino que en líneas generales no resuelve la situación de vulnerabilidad de las personas temporeras que vienen a trabajar a nuestros campos". Además, consideran que “las soluciones son difíciles y a largo plazo, pero que si la corporación municipal no comienza ya a abordarlas, cada vez serán más grandes e inabarcables”.
En esta línea, las representantes del colectivo han presentado a las entidades, grupos políticos e instituciones que forman parte del Consejo de la Inmigración, un documento con una línea de trabajo que en su opinión es la adecuada, ya que requiere la colaboración e implicación de todas las administraciones: estatal, regional, provincial y municipal. La iniciativa, afirman, ha de ser sin duda municipal, pero “el problema es de todas, por lo que el Ayuntamiento de Albacete ha de promover un acuerdo por parte de todas las administraciones, para financiar y desarrollar con carácter prioritario un proyecto como este”.
Esta propuesta señala que deben incorporarse además organizaciones sociales que trabajan en el sector, como ONGS, sindicatos, patronal agrícola y representantes de las propias personas temporeras afectadas.
El documento presentado incluye ejemplos que ya están funcionando a nivel estatal y que podrían servir de modelos, como los acuerdos promovidos por los ayuntamientos de Lepe y Moguer o el V Plan Integral de Atención al Trabajo Temporero 2022-2024 del País Vasco.
El Colectivo sin fronteras lleva tres años visibilizando la situación de los asentamientos de la ciudad, que desde hace más de quince años no se aborda de manera definitiva y contundente. Reiteran que como sociedad, la situación de extrema vulnerabilidad de las personas temporeras en la ciudad “debería darnos mucha vergüenza”. Esta entidad nació con este objetivo y sus representantes insisten en que es un tema que lleva silenciado demasiado tiempo y como ciudadanía responsable y comprometida no van a dejar de dar voz a estas personas y seguirán pidiendo soluciones.
Ideas para empezar a "resolver el grave problema de los asentamientos"
El peso del empleo en el sector agrícola en la provincia de Albacete (9,5% sobre el total), muy por encima de la media nacional (4,3%), ha hecho crecer la demanda de mano de obra, dispuesta a trabajar en el campo, que ha acudido en grandes cantidades a nuestra ciudad para desde la capital, desplazarse al resto de la provincia y aún de la limítrofes, como Murcia o Jaén, e incluso hasta Almería. Esta mano de obra es toda ella migrante (subsaharianos, magrebíes y rumanos) que vienen porque hay trabajo, porque se necesitan y porque solamente ellos están dispuestos a hacerlo. La mayoría viene en situación irregular, lo que acrecienta su vulnerabilidad laboral, y tienen unas enormes dificultades para el acceso a una vivienda en unas condiciones mínimas de dignidad.
Pero hay un axioma difícilmente discutible y es que “las personas tenemos que vivir en algún sitio”, por mucho que durante más de 20 años la ciudad de Albacete "haya cerrado los ojos a esta realidad".
Desde el colectivo indican que si el sector privado no alquila viviendas, las administraciones públicas no abordan el problema con una adecuada oferta de alternativas habitacionales (viviendas públicas, alberges o residencias temporales) a estas personas que insisten que “tienen que vivir en algún sitio, no les queda más remedio que cobijarse como puedan en chabolas de plástico, maderas de desecho o cartón, dentro de naves abandonadas, pero sobre todo a la intemperie".
A este conjunto de infraviviendas es a lo que llaman “asentamientos”. En Albacete existen varios, los más numerosos son los que están en la carreta de las Peñas, detrás del solar que dejó libre las antiguas naves conocidas como “La casa grande”, habitado por africanos y el que está junto a la AB20 frente al Jardín Botánico, habitado por rumanos. Ambos asentamientos han crecido en el último año extraordinariamente, pues el flujo de temporeros crece sin parar. Las soluciones son difíciles y a largo plazo, pero si no empezamos ya a abordarlas cada vez serán más grandes e inabarcables. Sin contar con que hay que abordar un plan de choque con el fin de evitar que las dimensiones de los asentamientos sigan creciendo.
Según estimaciones el colectivo, en estos espacios malviven unas 1000 personas, en temporada alta, (fuente: informe de CCOO sobre los asentamientos de población inmigrante en la provincia de Albacete.) de las que unos 300 lo hacen durante todo el año y el resto son estacionales. Las soluciones pueden, y quizás deban, ser distintas para una y otra categoría de asentamientos.
Para los asentamientos permanentes habría que disponer de pisos sociales en alquiler. Para los estacionales se pueden habilitar además albergues o refugios con espacios comunes.