
Gafas de sol en verano. Foto: Miranza
La exposición continuada al sol hace que durante el verano los ojos sufran más que el resto de año. La radiación de los rayos ultravioleta afecta al interior del ojo y puede provocar daños en todas sus capas y en el contorno del mismo, produciendo alteraciones en la visión e incluso pudiendo derivar en cáncer de piel con afectación de los párpados. Miranza, grupo líder en oftalmología en España, indica que, para protegerse de forma adecuada, resulta clave tener en cuenta el filtro de la lente y apostar siempre por unas gafas de sol homologadas.
El Dr. Alfredo Vega, director médico de Miranza Albacete, afirma que “usar gafas no homologadas puede ser más dañino y peligroso para los ojos que no usar gafas, ya que las lentes no homologadas no protegen de los rayos porque únicamente incorporan filtro solar y no el filtro de protección ultravioleta”. Según el especialista, “esto hace que se dilate la pupila y la luz ultravioleta incida directamente en el cristalino, pudiendo provocar cataratas precoces o queratitis por exposición solar”.
Miranza señala que la elección de unas gafas de sol adecuadas también puede evitar patologías oculares que, en algunos casos, pueden derivar en tumores o carcinomas y destaca que es importante conocer las necesidades de nuestros ojos y tener en cuenta la edad. “Las gafas adecuadas en la adolescencia no serán las mismas que superados los 60 años, por ejemplo,” afirma el Dr. Vega.
Asimismo, la sobreexposición solar puede causar un envejecimiento prematuro de la zona periocular, que se manifiesta a través de arrugas, manchas o flacidez. Además del aspecto puramente estético de la piel que rodea el ojo, el experto de Miranza Albacete explica que “existen diversas patologías que pueden aparecer en la piel como consecuencia de la exposición al sol, como la queratosis actínica o solar, un tipo de lesión de la piel similar a una verruga que en ocasiones pica o sangra y que es común que aparezca en los párpados”.
Miranza recuerda la importancia de tener en cuenta que el daño solar es el principal factor de riesgo en la mayoría de los tumores cutáneos malignos, así como de algunas patologías ligadas a la visión. En este sentido, recomienda a la población proteger especialmente sus ojos durante el verano con unas gafas de sol adecuadas y ofrece las claves para hacer buena una elección:
1- Escoge unas gafas homologadas por la Comunidad Europea con el sello CE, que generalmente aparece en la varilla de las gafas, y que garantiza una correcta protección frente a los rayos ultravioletas. Las lentes no homologadas puedes ser muy perjudiciales para los ojos, ya que llevan únicamente el filtro solar y no el filtro de protección ultravioleta.
2- Ten en cuenta la época del año para elegir bien el filtro de las gafas, que puede ir de 0 a 4 en función de la opacidad de la lente. En verano será mejor la categoría 4, con una coloración más oscura y que contribuye a una menor molestia del sol. No obstante, la categoría 0, la de la lente más clara, protege de igual manera de los rayos ya que la protección la aporta el filtro que debe ser 100% ultravioleta.
3- Si padeces fatiga ocular o simplemente quieres prevenirla, la mejor opción será unas gafas polarizadas que eviten los reflejos y mejoren la visibilidad.
4- Adquiere tus gafas de sol en una óptica o centro que garantice la calidad de los productos. Los especialistas te recomendarán la mejor opción en cada caso y te las podrán graduar si resulta necesario.
5- Por último, ante cualquier duda, acude a tu especialista de confianza. Él te ayudará a solventar cualquier cuestión sobre este tema y/o sobre el estado de tu visión.