Llevan semanas recogiendo firmas para pedir que se paralice la construcción de una gasolinera entre las calles Cronista Mateo y el Paseo de la Cuba, muy cerca de tres institutos (Andrés de Vandelvira, Universidad Laboral y Don Bosco), y un colegio de educación primaria, el Ana Soto. En un par de semanas han conseguido 900 rúbicas que ya están registradas en el Ayuntamiento de la capital y que muestran el malestar de vecinos del barrio Industria, docentes y padres de alumnos con esta construcción. Es, precisamente, su cercanía a estos centros lo que ha provocado el rechazo que los ha puesto en pie de guerra.
La realidad es que la gasolinera cuenta con los permisos pertinentes y, desde que el sector fue liberalizado, puede ubicarse en cualquier punto del territorio, con lo que a nivel legal no hay problema alguno para que siga su construcción y su puesta en marcha. No obstante, los miembros de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos, FAPA, insisten en que perjudicaría el día a día de los centros y pondría en riesgo la vida de los alumno. "El tráfico de vehículos haría peligrar la seguridad vial porque es una zona en la que pasan niños y jóvenes", explica Eugenio Parreño, portavoz de la FAPA que asegura que a este problema se le añade el del ruido "que dificultaría el normal desarrollo de las clases", además de la emanación de los gases que saldrán de la gasolinera y que no son buenos para el entorno.
Hasta el momento, en esta lucha contra la gasolinera, sólo han conseguido el apoyo del Grupo Municipal Ganemos Albacete. "El resto de grupos saben que estamos ahí pero no se han puesto en contacto con nosotros", insiste Parreño, aunque tras la visita de hoy en el Ayuntamiento el recién nombrado alcalde, Manuel Serrano, se ha comprometido a escuchar su petición.