Entre ellas está la de la Federación de Comercio de Albacete y la Asociación Profesional Albacete centro que aseguran que la medida es perjudicial para el comercio de la capital
También contrario es el alegato del Colegio de Arquitectos además de verlo "excesivo" creen que se debería reducir "para proteger sólo desde la C/ Mayor hasta el Altozano"

Parte de ese Eje Histórico que ahora la Junta quiere proteger está en la calle Ancha de Albacete. FOTO: Lourdes Cifuentes.
La Junta está en pleno proceso para declarar Bien de Interés Cultural el Eje Histórico de Albacete en la categoría de Conjunto Histórico que va a otorgar una especial protección patrimonial a 25 edificios emblemáticos, desde un punto de histórico y urbanístico. Estos edificios se ubican en el Eje integrado por el Paseo de la Libertad, Plaza del Altozano, Calle Marqués de Molíns, Calle Tesifonte Gallego, y Plaza de Gabriel Lodares, con edificios con gran valor artístico conservados como el Val General, la Calle Ancha, la Casa de los Flores o el Chalet Fontecha. "Por el número de inmuebles conservados, se considera representativo del urbanismo de la segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, etapa en la que se configura su desarrollo como ciudad", justifican desde el Gobierno regional.
Ahora, y una vez finalizado el periodo dispuesto, se han recibido un total de 9 alegaciones al proyecto que desde la Consejería de Educación, a través de la Viceconsejería de Cultura, están respondiendo una a una. La mayoría de estas alegaciones, son contrarias a la protección de estos edificios con la figura de Conjunto Histórico. Se argumenta, por ejemplo, "que sólo una mínima parte de los edificios propuestos podrían tener ciertos valores patrimoniales, la imposibilidad de reproducir la imagen del ambiente urbano de principios del siglo XX, la falta de un estudio pormenorizado de los edificios, que el espacio que se propone proteger está consolidado y no corre riesgo de alteración, que se debe optar por otra forma de protección menos agresiva". Esta alegación, hecha por una comunidad de vecinos del Paseo de la Libertad de la ciudad, es casi idéntica a la que plantean la Federación de Comercio y la Asociación Profesional Albacete Centro, que añaden, al argumento anterior, "la medida es contraria al interés público y muy perjudicial para el comercio de Albacete".
También en contra se ha postulado el Colegio de Arquitectos de Albacete que señala que es "excesivo" elevar el Eje Histórico a la categoría de Conjunto Histórico; "que debería ampliarse la declaración para que el eje histórico coincida con el definido en el PGOU o bien reducirlo para proteger sólo desde la C/ Mayor hasta el Altozano". Piden también "estudiar una ordenanza o instrucción de cara a la revisión del Catálogo municipal y utilizar una cartografía más reciente que refleje los edificios protegidos por el PGOU".
En distinta dirección van la alegaciones presentadas por el Grupo Municipal Ganemos Albacete al que se le antoja pequeña el área de protección que quiere abarcar la Junta. Po rello propone la ampliación de la delimitación del Conjunto Histórico añadiendo el Paseo de Simón Abril, Parque Abelardo Sánchez y primer tramo de la Avenida de España, Calle Zapateros, San Julián y Martínez Villena así como los inmuebles que las configuran. Además Ganemos Albacete propone la catalogación como Construcción de Interés Patrimonial de seis edificios.
Únicos ejemplos conservados de la arquitectura residencial burguesa de la ciudad
Los inmuebles que conforman el área seleccionada constituyen ejemplos de las obras de los arquitectos más representativos del panorama albaceteño de principios del siglo XX: Julio Carrilero, Manuel Ortiz, Ramón Casas, Daniel Rubio, Miguel Ortiz, Buenaventura Ferrando Castells. También son los únicos ejemplos conservados de la arquitectura residencial burguesa de la ciudad de Albacete, representada por el desarrollo constructivo de un eje comprendido entre la antigua Estación de Ferrocarril y Paseo del Progreso (actual Paseo de la Libertad) y el Parque de Canalejas (actual Parque de Abelardo Sánchez), caracterizado de manera singular por el empleo de una arquitectura que representa una visión
burguesa y culta de los edificios residenciales. Dichos edificios presentan unos rasgos diferenciadores tanto por su tipología y concepto arquitectónico, que marca el desarrollo de la parcelación urbana en la zona, como por su estilo, representativo de las corrientes arquitectónicas de principios de siglo, definidas por el eclecticismo, entendido como el arte de mezclar en una misma obra distintos elementos, combinándolos de una forma armónica y homogénea; como el modernismo, mediante el empleo del juego de
volúmenes y espacios, y lo que es más frecuente, de niveles decorativos.
Desde el punto de vista de su valor histórico y cultural son una muestra representativa de un desarrollo urbano y arquitectónico que va íntimamente ligado al desarrollo social y económico que caracterizan un periodo histórico de nuestra ciudad, donde diversos factores económicos, demográficos, políticos y sociales marcan la evolución de la ciudad de Albacete, de manera que la arquitectura conservada de este periodo, es un ejemplo vivo de la sociedad de una época, que constituyó el inicio real de la evolución histórica de Albacete como ciudad moderna.
Las rejas, el punto de partida de esta BIC

Las rejas volvía a su lugar el 15 de junio de 2016. Imagen de archivo.
La necesidad de proteger el patrimonio del que dispone la ciudad de Albacete nación a raíz de la polémica suscitada por la supresión de las rejas de uno de estos edificios que ahora entrará en la protección de Conjunto Histórico. Se trata del edifio ubicado entre las calles Marqués de Molins y Concepción, donde una empresa, contando con el visto bueno de los técnicos municipales, decidió deshacerse de este elemento decorativo. Eso sucedía en marzo del 2016, y la reacción de los vecinos de la capital fue casi inmediata. Se llegaron a recoger firmas a través de internet exigiendo "la recolocación de las rejas" . Finalmente y tras la presión tanto de vecinos como de parte de la oposición que afeó al entonces alcalde, Javier Cuenca, de ser permisivo con la empresa y no proteger el edificio, fue la propia empresa la que decidió volver a instalar las rejas.
Este hecho sirvió como punto de partida a la declaración BIC para que el Eje Histórico de la ciudad de Albacete pasase a Conjunto Histórico.