El 13 de enero, recién incorporados a los centros educativos y con los efectos de Filomena presentes en las gélidas aulas, el presidente de Castilla La Mancha nos hacia el anuncio de la próxima vacunación de los docentes y del resto de trabajadores de la Educación. https://www.lasexta.com/noticias/nacional/docentes-seran-siguientesrecibir-vacuna-covid-castillala-mancha_202101135ffefa86bc50ef000120ff8f.html. Era su forma de decirnos que podíamos estar tranquilos, que estábamos en buenas manos: en las suyas. Luego vendría lo de la recuperación de los días de Filomena y la suspensión de uno de los días no lectivos del carnaval y el del próximo lunes de Pascua. Total, no teníamos dónde ir y qué mejor que quedarnos en clase con nuestros alumnos y alumnas, cuidando de que no se contagien. Van pasando las semanas y del anuncio no se vuelve a hablar más durante dos meses. En ese tiempo, surgen las noticias sobre la falta de vacunas, sobre el conflicto entre la Unión Europea y Reino Unido por las vacunas de Astrazeneca, sobre la conveniencia o no de suministrarla a los mayores de 55 años… Y para más preocupación, se conocen los primeros casos de muertes de mujeres en distintos países, a los pocos días de ponerles la vacuna de Oxford- Astrazeneca. Entre otros lugares, también en España, y a una maestra de 42 años, sin enfermedades previas. Nuevas preocupaciones y suspensión temporal de la vacunación. Se requieren nuevos informes y, al cabo de diez días, se concluye que es segura. Y no solo eso: también se le puede poner a las personas entre 55 y 65 años. Donde antes no había seguridad después de un año de investigación, se decide que vale para los que están empezando a ser “ancianos”, como se dijo en el telediario de una televisión. Y, por fin, esta misma semana, el 24 de marzo, después de dos meses y diez días del anuncio, nos llega el mensaje de que van a empezar la vacunación.
Si durante dos meses nos han tratado como al ganado, ¿por qué no nos van a vacunar como al ganado? Ya lo han dicho: todos al mismo redil, como el ganado. En Albacete, a un polideportivo junto al paseo de la Feria, para que podamos hacer ordenadamente la cola, y a la vista de todos, que para eso abren las tascas mañana. Y van a pasar por aquí “reses” de toda la provincia. Desde Caudete a Nerpio o de Villarrobledo a Hellín. En tandas de quinientas personas (o cabezas) en cada turno de mañana o tarde. Sábados y domingos incluidos. El objetivo es que al terminar la semana santa, estemos todos y todas en condiciones de seguir cuidando para que no se contagie el ganado más joven, que aún no le toca la vacuna. Da igual que haya efectos secundarios: aunque estemos dos o tres días enfermos, no perderemos clases, porque ya perdimos con Filomena y esta vez no se pueden sacar más días del calendario, que el Corpus no se toca. Ahora entiendo a qué se referían con lo de la inmunidad de rebaño.
José Julio Del Olmo