Se construirá en un terreno cedido por el Ayuntamiento de la ciudad y ubicado en la zona del campus biomédico de la UCLM, junto al Hospital.
La residencia contará con Unidades de Convivencia que rompen con la estructura clásica y se ajusta al modelo de "atención centrada en la persona"
"Todos los pliegos y la construcción tiene que empezar en 2018". Son los plazos para la construcción de la nueva Residencia de Mayores de Albacete capital que comenzarán el próximo año tal y como ha asegurado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez. Estará ubicada en la zona del campus biomédico de la Universidad de Castilla-La Mancha. El emplazamiento, según la propia consejera, se ha elegido por la disponibilidad de terreno, que en este caso cede el Ayuntamiento de la capital. Son un total de 15.000 metros cuadrados "en una zona accesible" y cerana al Hospital Universitario de Albacete.
La nueva residencia de mayores de la capital responde a la elevada demanda de plazas residenciales que existe en la provincia, y que es muy superior a la que se registra en el resto de provincias de Castilla-La Mancha. "Nos encontramos con una gran demanda de plazas residenciales en Albacete y la provincia que era mucho más grande que la que había en otras provincias al inicio de la legislatura, entonces se proyectó esta gran residencia", explica la consejera de Bienestar Social, que va a acoger a unas 200 personas mayores.
En estos momentos el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Bienestar Social está trabajando en la licitación de este nuevo recurso para los mayores de la provincia de Albacete. Así, la Junta hará el planteamiento base de unidades de convivencia pero serán las empresas que concursen las que tendrán que presentar un proyecto que gire entorno a la idea de residencia de mayores que se quiere crear.
Una residencia formada por Unidades de Convivencia
"Es el gran proyecto de la Consejería de Bienestar Social", dice Aurelia Sánchez, que presenta una residencia de mayores diferente a las que hasta ahora se han levantado en la región. "No es una residencia que esté pensada para ser masificada sino que queremos que esté formada por unidades de convivencia cercana, donde los mayores se encuentren en un sitio que pueda ser lo más parecido a un hogar". Se descarta, por tanto, una infraestructura "masificada" donde las personas mayores no se conocen unos a otros. "Queremos- explica Sánchez- que los mayores convivan" entre ellos, con el personal que los atiende y con su entorno. Para ello se ha pensado con grandes espacios abiertos, en los que haya flexibilidad de horarios y en los que los usuarios puedan disponer de todos los avances para que su estancia sea más cómoda. En definitiva, una infraestructura que se ajuste al modelo de "atención centrada en la persona" en el que se está trabajando desde la Consejería en los últimos años.
Un cambio de modelo que surge tras el cambio en el perfirl de los usuarios de las residencias de mayores que en los últimos 20 años han pasado de ser usuarios conocidos como "válidos", es decir, mayores autónomos que elegían la estancia en las residencias a las que veían casi como hoteles y donde querían estar atendidos y acompañados en sus años de vejez. "Ahora no es así", dice la consejera, que dibuja un perfil de usuario con un alto grado de dependencia. Esto se debe a que ha habido un cambio de tendencia, "los mayores quieren vivir es en su casa y su entorno. Quieren tener las prestaciones y servicios en su casa, y cuando van a residencias son personas con un alto grado de dependencia. Los usuarios ahora tienen necesidades más específicas".