El tambor, el gran protagonista. El municipio albaceteño de Tobarra es el lugar de más tiempo de toque de tambor en España con 104 horas ininterrumpidas. Este instrumento suele ser artesanal, con diferentes tamaños, composición y forma de tocar. Esta tradición comienza a las 4 de la tarde del Miércoles Santo hasta las 12 de la noche del Domingo de Resurrección, a excepción del acto de la Bendición (Viernes Santo) y el Encuentro (Domingo de Resurrección). Esta tradición en Tobarra data de 1976.

Los tamborileros tobarreños interpretan sus toques típicos de forma individual, en cuadrillas, grupos o peñas en actos multitudinarios como son la tamborada infantil, las quedadas organizadas por la Asociación de Amigos del Tambor y el acto de cierre.

Tobarra, la cuna del tambor. La Tamborada tiene un origen religioso, estando unida a su Semana Santa. Consiste en un ritual colectivo basado en el toque simultáneo, intenso y continuado de miles de tambores y bombos, realizados en espacios públicos urbanos del municipio.

El toque de los tambores crea un paisaje sonoro tanto individual como colectivo, semejante y singular. Esta práctica social se caracteriza porque su duración se extiende a varios días, de forma ininterrumpida. En el seno de las familias, asociaciones y grupos vecinales es donde se transmite la práctica y los conocimientos en torno al instrumento.

Este instrumento ha evolucionado desde hace cientos de años, desde la madera y la cuerda al aluminio y repujado actual, pasando por la chapa y el metal. Además, se han desarrollado numerosos toques y marchas, al igual, que se crean otros nuevos. De esta forma se incorporan al rico repertorio de esta tradición en Tobarra.

A lo largo del desarrollo de esta manifestación cultural hay dos momentos donde el tambor se silencia. Es en el acto de la Bendición en Viernes Santo donde “al toque de la corneta se va notando ese silencio que es impactante y es lo mismo que ocurrirá el Domingo de Resurrección en el momento del Encuentro porque se agotan esas 104 horas”, explica Guillermo Paterna, cronista oficial de Tobarra. Un reloj enorme va descontando las horas de toque de tambor para dar paso al acto de cierre. “Conforme se va llegando al final se nota el aceleramiento de los toques para cuando el reloj marque el cero, dejaremos de tocar todos de golpe para pasar del estruendo al silencio. Un momento muy acogedor y emotivo”, añade.

Las tamboradas empezaron a ser parte de la procesión una vez que estas se organizan con la presencia franciscana a principios del S. XVII. Hasta que estos son expulsados en el último tercio del XIX. A partir de esta última fecha es cuando el tambor comienza a ser tocado por libre y poco a poco las autoridades regulan los horarios. Como dato curioso en 1906 solo se podía tocar el Miércoles y Viernes Santo, con limitaciones horarias. Hasta que 1976 las conocidas 104 horas de toque ininterrumpido se consolidaron en Tobarra.

La importancia de esta tradición viene avalada por la gran cantidad de tobarreños y tobarreñas redoblando a la vez este popular instrumento junto con el sentimiento y la pasión. Además, este año se conmemora el 40 aniversario de la Tamborada Escolar que arranca este Miércoles Santo, siendo siempre los primeros en arrancar el toque.

En noviembre de 2018 la Tamborada de Tobarra fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, con el título de ‘Las Tamboradas, repiques rituales de tambores’. Expresiones de un patrimonio vivo entendido como el conjunto de prácticas, saberes y técnicas transmitidas a través de generaciones que es necesario reconocer, proteger y difundir.

Museo del Tambor y de la Semana Santa de Tobarra

Los tambores artesanos de Tobarra tienen una gran fama, y merece la pena conocerla visitando su Museo del Tambor y de la Semana Santa, único en Europa, donde se conservan algunas piezas del siglo XVIII. La Ermita de la Purísima del siglo VII alberga entre sus muros, techumbres y cúpula decoraciones con frescos del siglo XVIII.

Tiene sus inicios en 1984, fundado por el tobarreño José María Hurtado. “En el momento que lo puso en pie lo donó al pueblo, por lo tanto, es un museo municipal. Tengo que destacar que se inauguró en una fecha significativa para nosotros como es el Miércoles Santo de la Semana Santa de 1986. Un día por excelencia porque arranca el toque de tambor. También estuvo presente la delegación de Híjar (Teruel), villa hermana de Tobarra donde estamos hermanos con ellos desde ese año. Una unión por el tambor”, cuenta el cronista.

La muestra recoge alrededor de 120 piezas artesanales de todo tipo de todo el mundo, principalmente de países europeos y el continente africano. Por su rareza formal o técnica se pueden destacar un trío bastante especial: un tambor cuadrado luso, un tambor forrado de Kenia y un tambor en piel de reptil indonesio. Lo más exótico de la insólita colección, un tam-tam bellamente tallado sobre tronco ahuecado del Camerún. “Una vitrina exótica que llama la atención porque no tienen nada que ver respecto a los tambores que conocemos en Europa”, dice Guillermo.

El cronista destaca dentro de la muestra de artesanía local un tambor con un juego de tornos excepcional. “Quizás es nuestro primer tambor joya por todo el trabajo y esfuerzo que lleva. Un instrumento que data de 1934, donde se aprecia la fecha grabada en uno de sus tornos y también aparece el nombre del artesano. Es el primer tambor del que podemos presumir como lo denominamos nosotros como joya. Hoy en día hay cientos de tambores joyas por la evolución en los materiales y la elaboración. Tobarra siempre ha destacado por la artesanía, se conoce en toda España sobre todo por esas jornadas de Exaltación”.

Hay instrumentos del siglo XIX, “los más antiguos que se pueden encontrar actualmente en Tobarra, con sus pieles primitivas. El tambor utilizaba la piel de cabrito porque es la genuina con bordones de cáñamo. Actualmente el plástico ha sustituido las pieles y los bordones son de metal que provocan un sonido singular”, explica Guillermo.

Una muestra muy completa donde se puede apreciar la precariedad de los medios con los que se elaboraban los tambores. Se hacían con chapa, luego latón y el metal. Asimismo, existen espacios habilitados para temas específicos de la Semana Santa en los que se puede contemplar y apreciar la evolución del tambor tobarreño desde sus orígenes hasta las más recientes creaciones.

Este museo alberga diferentes secciones, el concejal de Cultura, Raúl Peña explica que hay la de tambores del mundo donde se encuentran piezas de Portugal, Kenia, Túnez, Indonesia, Malí; otro espacio dedicado a otras partes de España que no pertenecen al consorcio de pueblos tamborileros donde se pueden apreciar tambores de El Rocío o de San Fermín. Luego otra sección dedicada a los 22 pueblos tamborileros donde se puede apreciar tambores de Baena, Alcañiz, Mula o Agramón, y por último los tambores de Tobarra que alberga una muestra evolutiva de este instrumento como piezas joya que se han realizado a lo largo de los siglos junto a otros que llaman su atención por su forma, fabricación o material.

Al respecto, el cronista señala que esta muestra significativa de varias zonas de España, con los que se tiene relación, por las Jornadas de Exaltación del Tambor y el Bombo. Por ello “encontramos de diferentes rincones del mundo. Hay de los cinco continentes lo que hace esta muestra única con una gran variedad. Además, hay instrumentos de percusión que completan un museo de este tipo”, añade. Piezas únicas donadas y regaladas por personas que “aman este museo y a Tobarra” para que puedan ser contempladas por todo aquel que lo quiera visitar.

El Museo ubicado en un espacio emblemático del municipio que se puede visitar durante estos días con zonas rehabilitadas que le dan un esplendor nuevo. Un atractivo turístico que abre sus puertas de nuevo esta Semana Santa para mostrar las riquezas de los instrumentos de percusión y de la propia ermita que los alberga. Una parada obligatoria.

Una muestra con buena acogida que durante estos días cofrades se puede visitar por la mañana y por tarde, aunque para poder visitarlo en otro periodo del año que no sea Semana Santa se debe solicitar al Ayuntamiento de Tobarra su apertura.

“Es un orgullo poder contar con este museo único en Europa por el trabajo, la dedicación y las aportaciones de vecinos y vecinas que durante años han donado sus piezas. Además, como novedades tenemos un tambor de Baena donado por una cuadrilla tamborilera de Tobarra y una pieza particular que trata de una caja tambor de una banda de música de los años 50”, añade Raúl.

Al respecto Guillermo comenta que se presume de este museo tan único porque es un espacio que refleja la evolución del tambor y que recoge una muestra muy significativa.

Semana Santa 2023 de Tobarra

El sonido instrumental característico de estas fechas comienza en Tobarra con las Jornadas de Exaltación del Tambor y el Bombo que tuvieron lugar a mediados de marzo. Una cita donde el pueblo y visitantes, otro año más, están satisfechos por el resultado ya que han sonado tambores de toda España.

“La Semana Santa se presenta ilusionante con muchas ganas de vivir intensamente cada día, salir a las calles con nuestras procesiones y a tocar el tambor”, dice el concejal.

Las quince Hermandades y Cofradías de Tobarra esperan con devoción estos días tras un intenso programa de actos. Las Bandas ya han calentado con los conciertos en el tiempo de cuaresma para deslumbrar esta Semana Santa. Las túnicas ya están preparadas para seguir desfilando por las calles de Tobarra y los tambores apretados y decorados para dar paso a esas 104 horas de Tamborada que hacen único a este municipio.

La Semana Santa es tambor y procesión. “En Tobarra todos somos cofrades y tamborileros y siempre procuramos combinar ambas cosas. Nos duplicamos cambiándonos la túnica procesional con la tamborilera”, remata el cronista.

Con la mirada puesta en el cielo “aunque contra el tambor no hay quien pueda. Contra viento y marea” sonará este instrumento en cada rincón de Tobarra.