Lo que está viviendo el Alba, como entidad, equipo, club y hasta ente abstracto, es algo difícil de creer, pero fantástico de vivir. Un relato apasionante, con tensión, emoción y altibajos. "Y lo mejor de este libro no es qué falte aún cosas por escribir, sino que acabe como acabe la historia, será un final feliz", dice en un comunicado el Albacete Balompié.
"Lo que bien empieza, bien acaba". Y el Albacete empezó este cuento remontando un 1-0 para vencer en Lugo y así lo ha hecho en el último partido. Porque sobreponerse para terminar imponiéndose es lo que hacen los buenos de las películas. Y este equipo, como su afición, es buenísimo. Y lo que están haciendo, de cine.
Desde que el sol se puso en Vila - real, el Alba brilló. Los primeros, los máquinas de la afición. Viajando a miles, tintando de blanco los prolegómenos y recibiendo al equipo como lo hace en el Belmonte para así hacerle sentir como en casa.
La calidez se alargó en el inicio y se mantuvo cuando más falta hacía. En el minuto 27, el Alba se quedó frío al ver cómo se adelantaban los locales por mediación de Collado. El Alba fue haciéndose al nuevo escenario y tejiendo jugadas. Tanto apretó, que apretó hasta al reloj. En el minuto 45, en el momento más oportuno, apareció el balón parado y la eficacia de nuestra zaga en puerta rival.
Djetei, en el segundo palo a la salida de un córner, culminó la prolongación de Boyomo en el primer poste para empatar. Con suspense, como buena historia, subió en el marcador antes del descanso.
Tal fue la inercia que provocó ese gol, y el increíble aliento de la grada visitante, que el Albacete volvió de vestuarios como si fuesen los últimos 45 minutos del año.
Ocasiones, control, dominio y cánticos de fondo para un equipo con banda sonora. Ocho minutos después de la prolongación, Juanma García, de nuevo sin negar un mínimo esfuerzo, desniveló la balanza y alborotó, más si cabe, La Cerámica.
Verse en ventaja no le hizo relajarse y el Alba siguió cómo seguirá su historia. Era la mejor manera de ganar, era la única manera en lo que sabe hacer un equipo valiente, especialmente en la adversidad remontando un partido donde el marcador quedaba 1-2 a favor de los manchegos.
Tras su espectacular victoria ante el líder Eibar en la jornada liguera anterior y recuperar las posiciones de play off después del ‘favor’ del Málaga al derrotar al Cartagena, el Albacete Balompié volvía a brillar.
El Albacete consiguió consigue tres puntos de su visita a La Cerámica. El conjunto dirigido por Rubén Albés seguirá una semana más en la sexta plaza y sigue soñando con jugar la fase de ascenso tras su segunda victoria consecutiva.
“Ha sido precioso. El recibimiento, el apoyo durante el partido…. Ahora hay un ambiente de felicidad plena a todo lo que representa el Albacete. Partido duro, rival exigente y con buenos futbolistas. Hemos sido muy nosotros. Valientes, asumiendo riesgos, generando ocasiones, emocionando, sufriendo como lo que supone este tramo de temporada y en un escenario como es La Cerámica”, dice Albés.
El equipo albaceteño recibirá el próximo sábado 29 de abril a las 18:30 horas al Cartagena en un duelo crucial de cara a la lucha por entrar en el playoff.