Se cumplen diez años de la reforma laboral aprobada en 2010 que abrió las puertas al abaratamiento del despido y a la devaluación de las condiciones laborales. Una fecha que quedará marcada en la historia de este país por lo que ha supuesto en recorte de derechos sociales y laborales para los trabajadores y trabajadoras y la mayoría social.
Cediendo a las presiones que llegaban de Europa y a las demandas empresariales, el Gobierno de España aprobó una reforma laboral que supuso un ataque a los derechos laborales de la clase trabajadora, abaratando y facilitando el despido, incrementando la precariedad laboral, con recortes sociales y salariales, dejando desprotegidas a las personas trabajadoras y atacando a la negociación colectiva al consolidar la vía del ‘descuelgue’, es decir, la posibilidad de que las empresas no aplicasen determinadas cláusulas pactadas en los convenios colectivos.
La respuesta sindical no se hizo esperar, una Huelga General el 29 de septiembre. Una movilización que fue un auténtico éxito de participación, que paralizó el país, con un total de 111 manifestaciones convocadas por toda la geografía española, con más de cuatro millones de personas que se echaron a la calle contra una injusta reforma laboral.
Una regresiva norma, -incapaz de generar empleo y de solucionar los problemas de nuestro mercado de trabajo-, ante la que las CCOO y la clase trabajadora alzamos nuestra voz, reprobando unas medidas que suponían una agresión a los derechos individuales y colectivos de las personas trabajadoras y al Estado Social, a la vez que exigíamos otra política económica diferente en la que se tuviese en cuenta a las personas.
Un ejemplo muy clarificador de los nocivos efectos de la reforma laboral de 2010 lo encontramos en el abaratamiento del despido. Con esta norma se abrió la puerta al despido con 20 días de indemnización, se puso en bandeja a las empresas la posibilidad de poder despedir a sus empleados y empleadas por causas económicas, pero no solo cuando tuvieran pérdidas, sino también cuando preveían que pudieran tenerlas. También generalizó el contrato de fomento del empleo, con una indemnización por despido de 33 días por año trabajado.
La reforma laboral de 2010 fue la antesala a los recortes laborales y sociales. Dos años más tarde llegaría la reforma laboral de 2012, que dio una vuelta de tuerca más a la destrucción masiva de los derechos y al ataque a la negociación colectiva, dando prioridad al convenio de empresa frente al convenio colectivo sectorial. La respuesta sindical y de la clase trabajadora fue de nuevo la Huelga General.
Dos reformas laborales que lo único que han conseguido es precarizar las condiciones laborales de la clase trabajadora, facilitar el despido e incrementar la pobreza y la desigualdad en nuestro país. La derogación de estas reformas laborales son cuestiones que siguen estando en la agenda de las CCOO, que considera que es el momento de que en el marco del diálogo social entre Gobierno, sindicatos y patronal se retomen las negociaciones al respecto y que se mejore la legislación laboral en este país. Las CCOO continuamos en la lucha porque para que este país salga adelante, las y los trabajadores no pueden quedarse atrás.
Paco de la Rosa
Secretario regional de CCOO Castilla-La Mancha