La localidad albaceteña de Alpera está en pleno proceso de renovación de ordenanzas que impidan, en lo que a sus competencias se refiere, que se instale una macrogranja. Y es que, a día de hoy, el consistorio ha suspendido todas las licencias. "Estamos haciendo todas las modificaciones en las competencias que nos son propias", explica su alcaldesa, Cesárea Arnedo. En la actualidad los ayuntamientos tienen margen de maniobra esencialmente en materia urbanística por lo que es, modificando sus ordenanzas, el medio que utilizan para impedir que estas granjas intensivas puedan caer en su término municipal. Se trata de una fórmula por la que ya han optado otros municipios de la región, como Brihuega, en Guadalajara, y que se está extendiendo en aquellos lugares donde hay oposición a las macrogranjas.
"Esta es la única competencia que tenemos", dice la 'popular' que señala directamente al Gobierno de Castilla-La Mancha como administración competente. Lo cierto es que a día de hoy es la Viceconsejería de Medio Ambiente la que está estudiando la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto presentado en esta localidad que se uniría, según dice Arnedo, al que está también en proceso de estudio en la vecina localidad de Ayora, ya en territorio valenciano.
"Entendemos que esto es una competencia supra autonómica. Son dos Comunidades Autónomas, con dos provincias, dos municipios. Ayora y Alpera han sido siempre un territorio común” y ahora están también unidos en la lucha contra esta instalación. Y es que, tal y como cuenta Arnedo, el proyecto, aunque presentado por separado es uno solo. "El promotor ha presentado 4 proyectos, 4 núcleos, uno en Albacete, es decir, en Alpera, y el resto en Ayora, Valencia".. Dice la alcaldesa que se trata de una única instalación pero que se ha solicitado por separado “por un tema de permisos ambientales”. Es por ello que en la comarca se trata el tema como una única granja que tocará de lleno suelo de ambos municipios y donde, todos juntos, se ubicarían 28.800 cerdos. Es por ello que los alcaldes de ambas localidades "hemos planteado ante las distintas administraciones que el proyecto se englobe como uno solo" con el fin de que la unión de todos pueda evitar la llegada de la macrogranja.
Reunión con la Confederación del Júcar
La falta de agua es otro de los argumentos en contra de esta instalación. Y es que el proyecto, para una macrogranja que albergaría 7.200 cerdos que llegarían a las instalaciones con 20 kilos y saldrían de ellas, directos al matadero, ya pesando 100. Es lo que se conoce como granja de cebo y, de obtener la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva, las 6 naves proyectadas se levantarán en el Paraje del Lomazo, a unos 3,7 kilómetros del casco urbano de la localidad. Para poder poner en marcha la macrogranja hay, además de otros, un elemento indisptensable: el agua. Así, la empresa ya ha presentado la solicitud de concesión de aguas subterráneas a la Confederación a la que pide un volumen máximo anual de 36.843,10 m3/año y un caudal máximo instantáneo de 5,5 l/s.

Reunión de los alcaldes de Alpera y Ayora con los miembros de la Confederación del Júcar. FOTO: PP Albacete.
Así tanto Cesárea Arnedo, por Alpera, como José Vicente Anaya han pedido a la Confederación del Júcar que no se dé las concesiones de agua solicitadas a la empresa hasta que no se cuente con las autorizaciones medioambientales pertinentes. Tal y como explica la alcaldesa la empresa solicitante ha pedido dos concesiones de agua: una para la zona de Valencia y otra para Alpera, y las dos afectan además a una única masa de agua subterránea, que se denomina Alpera Carcelén. "Dar de beber a 28.000 cerdos supondría quintuplicar todo el consumo de la comarca, no sólo del municipio de Alpera”.
A la del agua se suma otra de las principales preocupaciones: los nitratos. Y es que la contaminación por nitratos, provocada por la aplicación de los purines en el suelo de la localidad, es una de las alegaciones que más se repiten en cualquiera de los municipios que, a día de hoy, se ven amenazados por las macrogranjas. En el caso de Alpera, su alcaldesa asegura, además, que el pequeño tamaño del municipio hace que no se tengan recursos para el control de esos purines. Además, ” estamos en una zona de vulneración de contaminación por nitratos”.
Una negativa común
El rechazo a esta macrogranja va más allá del Ayuntamiento, si bien es cierto que el Pleno del Ayuntamiento de Alpera, celebrado el pasado día 29 de abril, ya expresó su rechazo unánime a la posible instalación de una granja de 7.200 cerdos en su término municipal, y para ello acordó presentar alegaciones a la solicitud de evaluación ambiental registrada por la empresa. En este caso se han recogido otras 2.300 alegaciones de vecinos, cooperativas agroalimentarias, agricultores y comunidad de regantes de la comarca han mostrado su disconformidad con esta instalación, por entender que confronta con los intereses generales de un municipio que ha apostado por un desarrollo medioambiental sostenible y ecológico.
El Ayuntamiento entiende que hay omisiones importantes como es el impacto que esta granja tendría en el entorno del paraje natural donde se ubica una de las estaciones con arte rupestre más relevantes de España como es el abrigo de la Cueva de la Vieja, declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial.