'Frenar la desigualdad está en tus manos', la nueva campaña de Manos Unidas en Albacete y en toda España. Desde Manos Unidas, quieren dar un giro a esta idea para desterrarla de nuestra mente y dejar la solución en manos de cada uno de nosotros. Porque cuando se habla de ayudar todos usamos un elemento común, las manos, un elemento muy poderoso y con mucha fuerza, tanto física como metafóricamente, que es símbolo principal y esencia de nuestra organización.
Y es que, para hacer frente a la desigualdad, todas las manos suman, todas cuentan y todas son necesarias y pueden ayudar a acabar con esta lacra. Con el lema y la imagen de esta campaña 'Frenar la desigualdad está en tus manos, desde Manos Unidad quieren hacer un llamamiento a la sociedad para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás.
Esta iniciativa esta abierta a donativos todo el año para tomar conciencia de un mundo desigual donde unos desperdician agua y otros tienen que ir a buscarla a cinco kilómetros. Al igual que tirar alimentos a la basura mientras que otros viven comiendo arroz diariamente.
Adela González, misionera laica, responsable nacional de Operación Enlace y miembro de Manos Unidas indica que dentro de esta campaña se pide que este viernes ayunen de alguna manera, obviando esos caprichos diarios que no son tan necesarios. Todo con el objetivo de hacer un dnativo durante el fin de semana a Manos Unidas. Este año es la campaña 64 y se pide que todo el mundo hago algo por muy poquito que sea. “Muchas manos unidas hacen realmente un gran cambio en la vida de la gente”.
Se puede contribuir en esta campaña de forma económica puesto que Manos Unidas trabajan llevando a cabo proyectos en África, América o Asia. Las donaciones se pueden hacer a través de la web de la ONG que ofrece diferentes métodos, al teléfono gratuito 900 811 888 o de forma presencial en la delegación de Albacete ubicada en la calle Teodoro Camino, 6. Además, se puede colaborar ofreciéndose como voluntario o voluntaria.
Cada año con los donativos de las personas que colaboran con Manos Unidas se llevan a cabo más de 500 proyectos de desarrollo en 53 países del sur de África, América y Asia. En Albacete, en concreto este año hay seis iniciativas. En la India hay dos de formación profesional para jóvenes y uno de fortalecimiento socioeconómico de comunidades de mujeres. Otros dos en África, uno de educación en zona rural en Zimbabue y otro de mejora de la atención maternoinfantil en Togo. Y por último otros dos en América Latina en Honduras sobre la producción de alimentos ya que es una “zona de sequía y hambruna” y en Paraguay de alimentación y agua donde viven las comunidades indígenas.
“Mi misión este año es hacer sensibilización a la gente más joven en institutos y colegios. Además, con Manos Unidas gestiono los proyectos y hago seguimiento en el terreno para ver cómo se gestionan los fondos”, añade la misionera.
Adela, un sueño que comenzó con 14 años
Un sueño que comenzó con 14 años. Por ello “estudié Farmacia y cuando terminé me fui tres años al Gongo, una experiencia muy bonita. Al ser farmacéutica me encargaba de la nutrición y de un pequeño Centro de Salud. Mi vocación era ser madre de familia por lo que me volví a España para hacerlo realidad, ahora ya soy abuela”, cuenta Adela.
Asimismo, cuando la adolescencia llegó a sus hijos, la misionera viajaba a Senegal para hacer realidad un programa de cooperación de Agroecología para luchar contra el hambre en los poblados. Además, destaca este programa de Agricultura Ecológica y empoderamiento de las mujeres en el que “trabajé durante dos años con Manos Unidas en Senegal. Gracias a la formación en agricultura, a los pozos con bombas solares para conseguir agua, se ha conseguido que las mujeres de los poblados tengan unos huertos con producción de hortalizas que les permiten mejorar su alimentación y mejorar sus ingresos gracias a la venta de los productos”.
Son 20 años los que lleva en Manos Unidas como voluntaria trabajando en los proyectos de la ONG desde las islas Filipinas hasta Perú pasando por la India y varios países de África como Tanzania o Kenia. “Puedo dar testimonio de que realmente merece la pena trabajar por los más pobres y que cada céntimo que se entrega a Manos Unidas para los proyectos, llegan a su fin”, añade González.
Además, Adela destaca que África en los últimos cinco años está saliendo adelante porque es un país muy joven y la gente está muy comprometida con ayudarse los unos a los otros. “Todo porque estuve hace 35 años y luego estuve 30 años después he podido apreciar esa evolución. Es una gran alegría”.
El papel de los misioneros y cooperantes es acompañar los proyectos de desarrollo, llevar apoyo técnico y económico. “Lo más bonito de estas experiencias es que ves cómo la gente tiene ese interés por mejorar sus vidas sobre todo las mujeres. Por ello todos los proyectos que salen adelante cuentan con el compromiso de los profesionales, de la gente de allí”, dice Adela.
Son muchas iniciativas las que se realizan como la creación de escuelas, proyectos agrícolas, comercialización, nutrición, sanitarios o empoderamiento de la mujer. Todo ellos “son muy gratificantes en medio de todos los problemas que te encuentras cada mañana en esos países ves cómo la gente lucha, te llena de satisfacción”, concluye Adela.