
El Bonillo. Foto: Ayuntamiento
El Bonillo conmemora los 485 años desde que se concediera el Título de Villa a este municipio. Una historia que se ha reflejado en la presentación de la publicación ‘Los privilegios de la Villa de El Bonillo - Breve reseña histórica. Adaptación Teatral en tres actos’. Todo bajo la dirección del escritor, investigador y divulgador Ramón Fernández Chillerón.
Esta obra conmemorativa de la Concesión del Título de Villa a El Bonillo, acaecida el 12 de febrero de 1538, y suscrita por el emperador Carlo I de España y V de Alemania explica todo lo acontecido en la historia. Todo viene por la concesión de este privilegio, El Bonillo dejaría de depender del Consejo de Alcaraz, y le dotaba de cierta autonomía e independencia frente a terceros, permitiéndole ejercer la jurisdicción, tanto en causas civiles como criminales y en cualquier cuantía.
Juan Gil Gutiérrez, alcalde de El Bonillo indica que, gracias a este trabajo, desinteresado y altruista, a lo largo de estos últimos años los acontecimientos históricos de El Bonillo y su devenir social, cultural y económico a lo largo de los siglos ha sido puesta en valor a través de los numerosos libros publicados y obras teatrales sobre esta cuestión gracias a la labor de Ramón Fernández Chillerón. “He escrito una docena de libros enfocados a la trayectoria del pueblo en todos sus ámbitos”, añade el autor.
Una fecha significativa para El Bonillo donde se reconoce la autonomía del pueblo. “En 1538 fuimos totalmente autónomos de la jurisdicción de Alcaraz con este privilegio de villazgo”, añade el alcalde. Al respecto Elvira Valero, directora del Archivo Histórico Provincial señala que este episodio es un sello de identidad para el municipio y con esta publicación se difunde la historia de forma amena.
Historia de la concesión del Título de Villa
El municipio de El Bonillo pertenecía a la jurisdicción de Alcaraz. En el siglo XIII “tras la conquista de Alcaraz por el Rey Alfonso VIII y el arzobispo D. Rodrigo Jiménez, de poco servía reconquistar los terrenos si después la tierra no se ocupaba, se defendía y cultivaba. ¿Qué es lo que hace el rey y el arzobispo? Recompensa a todos los guerreros con tierras de alrededor de Alcaraz. Por lo que El Bonillo fue de esos pueblos de repoblación donde se asentaron personas cristianas de otros poblados, del norte, de Castilla y de Aragón. Estos se quedan en la localidad y formaron una aldea dependiente de Alcaraz”, cuenta Chillerón.
Con el paso de los años El Bonillo crecía tanto en el número de población como demográficamente. Además, “aumentaba su riqueza porque era una de las aldeas, de las tantas de Alcaraz, que más impuestos pagaban. Todos los asuntos legales que tenía que resolver tenían que hacerlo en la jurisdicción de Alcaraz, a unos 37 kilómetros andando para ir y otros para volver”, añade Ramón. Esto provocó que los bonilleros se cansaran por lo que pedían independencia propia.
En este sentido, Gil resalta que “teníamos un gravamen injurioso y vergonzante porque había que llevarles a los regidores de Alcaraz un par de perdices a cada uno todos los años a parte de pagar todos los impuestos de la época. Una situación humillante”.

Ayuntamiento El Bonillo
El 27 de noviembre de 1532 la Emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos I de España y V de Alemania le concede a El Bonillo algunos privilegios como la facultad para sentenciar sus propias causas civiles, siempre que no excediesen de los 400 maravedíes. “Todo por intentar congraciarse con las aldeas que su marido le había concedido, empieza por primera vez a escuchar a los súbditos”, dice Chillerón.
La misma Emperatriz Isabel el 11 de enero de 1534 le concedía la propiedad de la Dehesa Nueva para poder pastar con el ganado. “Lo que hace es allanar el terreno a los bonilleros para conseguir la independencia”. Posteriormente el Emperador Carlos I de España y V de Alemania le concede el título de Villa por una carta privilegio dada en Barcelona el 12 de febrero de 1538, haciéndole merced a la Villa de El Bonillo de eximirla de la ciudad de Alcaraz donde era sujeta, y hacerla villa de sí y sobre sí y darle jurisdicción civil y criminal. Todo ellos tras 200 años protestando para conseguir su propia independencia.
A pesar de que consiguieron independizarse el 12 de febrero de 1538, tuvieron que seguir pagando algunos impuestos en El Bonillo al propio rey, un coste por la concesión del privilegio. ¿Qué le reporta a la aldea cuando consiguen el Título de Villa? Cualquier asunto legal tenga que ir andando esas cinco leguas a Alcaraz porque muy poca gente disponía de caballería. Lo primero que consiguen es resolver sus asuntos administrativos y además lo que les permite el privilegio es nombrar alcaldes, regidores, guardas y alguaciles. Y se suma que tenían justicia civil y criminal.
¿Qué ocurre? Esos alcaldes, regidores y demás puestos los ocuparían los más ricos y hacendados para ir pasando el cargo a sus descendientes asentados en El Bonillo. El pueblo seguirá pagando sus impuestos en su pueblo, el único beneficio que adquieren es no desplazarse.
El cuarto privilegio, en 1566 se basa en la ampliación del término porque creció mucho en cuanto a población, agricultura y ganadería.

Pergamino del privilegio de ampliación de término por Felipe II en 1566. Foto: Archivo Histórico Provincial
¿Cómo se perciben estos privilegios? Documentos que llaman la atención por el lujo en la decoración
Elvira Valero indica que los privilegios de villazgo en 1538 fueron unos documentos que llaman la atención por el lujo en la decoración. Se puede apreciar ese oro que brilla junto con sus escudos lo que suponía para la nueva villa un reconocimiento como identidad jurídica.
Esa identidad jurídica llevaba otros símbolos que se ven como el escudo que se repetía en su sello concejil y en la jurisdicción donde podía ejercer su dominio. “La materia en la que se escribía era la más lujosa, el pergamino. Este especial documento hacia dos siglos que no se utilizaba porque había sido sustituido por el papel como era más barato al contrario que el pergamino. Este, además, de tener un precio más elevado era más laborioso y perdurable por utilizar pieles de ternera, oveja o cordero. Por ello se utilizaba en documentos de este estilo por ser una concesión real para siempre y para darle más prestigio”, explica Elvira.
La letra que se utiliza en estos documentos era un tipo que no se utilizaba. Se trata de caracteres góticos antiguos muy caligráfica que “se entiende muy bien pero aun así estaba en desuso”. En esta época ya se utilizaba la letra humanística que viene a ser la actual. Además, la directora resalta que estos documentos estaban escritos sin puntos o sin dejar partes en blanco. En cuanto a las iniciales se utilizaban para separar párrafos en las letras capitales de ahí el nombre ya que inician un capítulo. Las letras e mayor tamaño son las del rey porque todo lleva una serie de elementos simbólicos para que parezca que el rey está presente en el documento.
Además, Elvira pone de ejemplo que la letra ‘D’ de don lleva dentro el escudo de España en tiempos de Carlos I como son el águila bicéfala y la corona imperial. Con este símbolo se conoce que es posterior a 1520.
¿Qué más elementos lleva? En la parte de arriba estos documentos llevan la Cruz de Borgoña que tiene forma de aspa y las columnas del Plus Ultra con el Toisón de Oro. Elementos propios del Emperador Carlos I. También en la parte baja se aprecia el escudo concejil de la Villa, como autoridad delegada.
“Es muy interesante este primer escudo de El Bonillo porque se puede ver un castillo dorado sobre fondo rojo. Encima del castillo que esta sobre un cerro que puede ser alusión al ‘cerro Bueno’ donde se fundó este pueblo se aprecia la corona imperial de Carlos I. Y a ambos lados unos árboles que parecen ser unas sabinas, muy típico de esta zona”, añade Valero.

Pergamino del privilegio de villazgo en 1538. Foto: Archivo Histórico Provincial
También la directora destaca la superficie de este pergamino porque donde se pone la decoración era oro de concha. Este material es oro molido mezclado con resina de los árboles. Además, se utilizaba tinta dorada que provenía de un molusco entre mejillón y ostra donde se mezclaba todo y con un pincel se ponía como base y sobre esta se decoraba. “Esto, aunque han pasado 485 años todavía se percibe”.
Valero añade que la decoración de la orla es típica de la escuela de Flandes como una ola flamenca porque tiene flores, aves, roleos o grifos como serpientes con colores invertidos que escoltan el escudo de El Bonillo. Esta parte decorativa va hecha con sombras como un traspantajo.
“El documento de 1566 es todavía más vistoso desde el punto de vista artístico. Todo porque la página principal son dibujos y colores entonces vemos en la parte de arriba, en este caso, el escudo de Felipe II un poco sobrio porque le quita los adornos de su padre Carlos I. Además, tiene dos imágenes religiosas como son la de la Virgen María y al otro Santa Catalina. Y en la parte de abajo el escudo de El Bonillo entre unas cartelas de cuero retorcido con colores y roleos”, dice Elvira.
Este escudo ya sería el actual que tiene el municipio albaceteño. El castillo se sustituye por una torre ‘donjonada’ (la que se encuentra en el centro y es más elevada que las demás) que esta sobre un terreno verde, un prado sobre un fondo azul. Y a los lados tienen unos sendos árboles.
¿Qué significa recrear la historia de Título de Villa para El Bonillo?
“Recrear nuestra historia es algo emotivo y más de la mano de nuestro vecino Ramón Fernández Chillerón al que vamos a nombrar Icono Oficial de la Villa por su empeño en recrear los acontecimientos que vivió El Bonillo”, dice el alcalde. El 12 de febrero será cada año el día de El Bonillo para que las nuevas generaciones conozcan “de dónde venimos, donde estamos y donde queremos ir”.
Sobre los pergaminos donde se encuentran los acuerdos de los privilegios en castellano antiguo se han estudiado, hace unos años, por el Instituto de Estudios Albacetenses. En este sentido yo escribí unos ejemplares que reflejan la historia desde una parte más humana. Todo surgió en 2011 cuando Pilar Sierra, diputada provincial me pide que elaboré algo para que el pueblo pueda conocer su historia de forma más sencilla que los dificultosos textos. Así, se nos ocurrió hacer una obra de teatro, al final fueron tres adaptando los privilegios (dos privilegios de la emperatriz: 400 maravedíes y Dehesa Nueva; y por último la concesión del Título de Villa)”, explica el investigador.

‘Los privilegios de la Villa de El Bonillo - Breve reseña histórica. Adaptación Teatral en tres actos’ por el grupo de teatro ‘El Requete’
Por ello, el Teatro Auditorio de la localidad fue el escenario elegido, el pasado domingo 12 de febrero, para la presentación de la publicación ‘Los privilegios de la Villa de El Bonillo - Breve reseña histórica. Adaptación Teatral en tres actos’, del escritor, investigador y divulgador Ramón Fernández Chillerón. Escrita desde 2011, el Ayuntamiento ha aprovechado para recoger esta obra en un libro.
Ramón Fernández Chillerón, con esta obra hace un exhaustivo repaso de los acontecimientos que se produjeron aquel año de 1538, y las circunstancias pormenorizadas que desembocaron en la concesión de este título, y lo que ello suponía. Según explica mediante la concesión de este privilegio, El Bonillo dejara de depender del Consejo de Alcaraz, y le dotaba de cierta autonomía e independencia frente a terceros, permitiéndole ejercer la jurisdicción, tanto en causas civiles como criminales y en cualquier cuantía.
El libro ‘Los privilegios de la Villa de El Bonillo - Breve reseña histórica. Adaptación en tres actos’, indica que trata de un episodio extraordinario e importante para la historia de la localidad de El Bonillo y su evolución a lo largo de la historia. Este 485 aniversario del nacimiento de la Villa de El Bonillo, que tras la concesión del privilegio de villazgo contó con autogobierno propio, bien merecía este acto, esta presentación y este libro.
Para finalizar, el grupo de teatro ‘El Requete’ de El Bonillo puso en escena esta Adaptación Teatral, que destacó, además de por la calidad de las actuaciones, por la escenografía, música y atrezo de época. Además, interpretarán los privilegios el próximo 24 de junio en el cerro de San Cristóbal, donde se encuentra ‘El Rollo’ símbolo de independencia. Un teatro a pie de calle donde se implica a los vecinos y vecinas.
Sobre el libro
Esta obra conmemorativa de la Concesión del Título de Villa a El Bonillo, acaecida el 12 de febrero de 1538, y suscrita por el emperador Carlo I de España y V de Alemania. Por ello el ejemplar escrito “trata de una forma muy cercana explicar qué son o quien los concedió los privilegios. Además, el libro más allá porque recojo dos descubrimientos nuevos como son: la transcripción que se hizo por primera vez en el siglo XIX en 1800 y un cuarto privilegio que concedió Felipe II. Además, este libro recoge más de una veintena de privilegios que fueron concedidos con el paso del tiempo por diferentes reyes”, cuenta el autor.
El ejemplar también trata de que “los privilegios siempre estuvieron custodiados en el Ayuntamiento, salvo que en los años 60 se expusieron en una exposición en Albacete donde se mostraban documentos antiguos de toda la provincia. Fue la primera vez que los privilegios salían de El Bonillo”, añade. El libro finaliza indicando por qué se hace una obra teatral, todo por acercar al público en general en forma didáctica de un episodio de la historia del que los bonilleros tiene que estar orgullosos.
Por último, Chillerón resalta sobre el libro que recoge una copia íntegra de esos diez pergaminos a todo color con el privilegio de villazgo.

‘Los privilegios de la Villa de El Bonillo - Breve reseña histórica. Adaptación Teatral en tres actos’, de Ramón Fernández Chillerón
Aglutinar la historia en un museo propio
“Esperamos tener un Museo propio que reúna las condiciones para tener a la vista esos pergaminos depositados en el Archivo Histórico Provincial que aguardan lo sucedido en El Bonillo. Por ello es algo digno de conocer y mostrar a todo aquel que esté interesado en esta historia”, dice el alcalde.
Actualmente el municipio cuenta con un museo en la Parroquia de Santa Catalina. En su interior se esconde una de las joyas de la corona de este municipio, un museo sacro que da cobijo a obras cuyo valor es incalculable.
Entre ellas, podemos contemplar una de las más representativas para los bonilleros, El Cristo de los Milagros, del artista Vicente López o El Cristo abrazado a la cruz, de El Greco. Además, recientemente han aparecido unas tablas de Juan de Borgoña que se están restaurando. Un gran tesoro para las arcas de El Bonillo, “un privilegio tener estas obras, al igual que Alcaraz”.
Por ello, al margen de este museo sacro, el Ayuntamiento quiere mostrar los privilegios de El Bonillo. “Tenemos un turismo de primer nivel por ello hay que ser un mayor foco de atención para el visitante”, concluye el alcalde.