Hoy 13 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión y es importante hablar de esta enfermedad porque hay distintos tipos. En cuanto al concepto de depresión se engloba todo, pero no todo tiene la misma intensidad en sintomatología. Por ello, hablamos con el Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha para tratar el tema de la depresión y sus variantes.
Los síntomas de las personas que lo padecen despiertan la emergencia humanitaria de esta enfermedad. De tal modo que hay que saber reconocerlos y diferenciarlos para determinar un diagnóstico precoz. “En general podríamos hablar de la depresión mayor, del trastorno depresivo persistente o de trastornos depresivos no especificados. Todos relacionados con el ánimo de tristeza, escasa concentración, sensación de cansancio, pérdida de interés por planificar o compartir actividades, así como alteraciones del sueño o del apetito”, explica María Dolores Gómez, decana del Colegio Oficial de la Psicología de Castilla La Mancha.
Los trastornos de ansiedad y de pánico también son síntomas de padecer una depresión. Todo ello puede inducir al aumento del consumo de sustancias y de alcohol. En este sentido, lo que “observamos es una desgana, en general, en las actividades de la vida. También afecta al autocuidado, a la higiene y a la apariencia física en general”, añade Gómez. Aspectos como la expresión facial, alteraciones en el estado de ánimo, comportamiento, aislamiento y trastornos alimentarios son síntomas que dejan intuir la presencia de este trastorno mental.
Cuando se habla de un Trastorno Depresivo Mayor debe de haber una sintomatología persistente durante un tiempo, suele ser más de dos o tres meses. “Este tipo de depresión tendría que ver con todos los síntomas citados anteriormente, pero de forma más agudizada. La falta de deseo por la vida en general que lleva a tener sentimientos de culpabilidad y de inutilidad. Todo ello puede llevar a casos más extremos donde se dé la idea de golpes o ideas de suicidio”, detalla la docente.
¿Quién son los más afectados?
Un trastorno de elevada frecuencia que se estima que lo padece alrededor del 5% de la población adulta. En este sentido, la depresión está relacionada con muchos factores del contexto social como personas más vulnerables, antecedentes familiares o relacionados con la vida cotidiana como puede ser el estrés. Desde el Colegio Oficial de la Psicología de la región destacan que las mujeres suelen tener un riesgo más alto de padecer una depresión por la tensión diaria, alteraciones hormonales o por cambios endocrinos del estado anímico. Una capacidad mayor para la expresión, ya que las mujeres suelen pedir más ayuda porque “no tienen tanta vergüenza a manifestar su debilidad”, añade.
En cuanto a niños y adolescentes este tipo de trastorno pasa por las preocupaciones que a veces puedan tener. El tema se relacionada con las redes sociales sobre todo y por su utilización. “En este medio virtual lo que los padres no suelen saber es que existen muchas páginas que hacen apología de lo que es la depresión, el suicidio o las autolesiones. Es decir, que si los padres y madres explorasen lo que ven sus hijos se darían cuenta de lo expuestos que están a informaciones que crean expectativas en cualquier ámbito, al igual, que recibir mensajes que puedan dañarlos. Pueden verse como modas que se aceptan como normales dentro de la sociedad”, dice la docente.
Unas tendencias que pueden ser perjudiciales para la sociedad más joven, ya que lo virtual ofrece al espectador cualquier método para llevarlo a cabo. Además, se puede ir por el camino que “nuestro estado de ánimo indique como con ciertas tribus o grupos que están tanto en la vida real como en la vida virtual. En el deseo de participar en estas tendencias pueden llevar a la persona en esa línea marcada hacia el suicidio”, indica María Dolores. En consecuencia, el Colegio Oficial de la Psicología denuncia que el suicidio es una de las primeras causas de muerte “no física”. Hoy en día se está viendo como jóvenes llegan a urgencias con intentos autolíticos, lesiones no suicidas que hacen referencia al daño intencional que se produce el mismo paciente.
Hay que preguntarse que “estamos generando sobre todo con algunas series que ofrecen las plataformas. Si en algunos casos los familiares viesen este tipo de series con los descendientes se darían cuenta de que se hace apología. Como por ejemplo de conductas suicidas, de estilos de vida, relacionadas con la tristeza o de la escasez de relacionarse entre muchos más aspectos. Son modelos que sirven para configurar e influir en adolescentes que aún no han madurado y su sistema nervioso todavía se está desarrollando”, explica Gómez.
Desde el Colegio de Psicólogos destacan que hasta los veinte años no hay un desarrollo neurológico completo unido al psicológico. Resulta que están muy expuestos a situaciones de gran presión que ellos mismos no pueden manejar, es decir, se le suma la pandemia y el confinamiento al uso de las nuevas tecnologías. Han estado muy presentes en sus vidas sin tener ningún tipo de supervisión. Por lo que, se demuestra que hay un aumento en todas las patologías relacionadas en la etapa de la adolescencia y la infancia. No llegan a ser depresiones, pero sí, sintomatología depresiva o reacciones depresivas. Todo ello puede generar en un futuro un diagnostico depresivo.
Con la crisis sanitaria, ¿han aumentado los casos?
Lo primero que hay que valorar es si se trata de una depresión o de una sintomatología reactiva. “Sí que ha habido un aumento de estas respuestas depresivas entre la población adulta como en la adolescente. Lo que está claro que personas que padecían ya depresión previamente han tenido una manifestación más importante de los síntomas. Por otro lado, personas que no habían sufrido depresión anteriormente han podido verse afectadas por esta circunstancia de inestabilidad, incertidumbre o amenaza relacionada con el miedo al futuro. La depresión se asocia también a esa sensación de no ver el final del túnel”, cuenta la decana.
Una situación que ha afectado a mucha parte de la sociedad al no saber qué pasará en un futuro. Son sensaciones que se trasladan al ser humano en este momento sanitaria-social con unas características psicológicas impresas que han alterado los aspectos físicos, sociales y psicológicos de las personas. “Todos hemos sufrido cambios emocionales ante la situación de noticias y la información recibida”, añade.
Se le ha denominado como una ola de salud mental porque ha afectado a toda la sociedad en mayor o menor medida por todo lo vivido. La ciudadanía se ha visto expuesta a sufrir una sintomatología en diferentes grados por la pandemia. Esto se puede comparar como a la hora de tener el coronavirus, a unas personas les ha afectado diferente que a otras. No todo el mundo sufre la situación de la misma manera. En este sentido, lo mismo pasa con la depresión, depende de las circunstancias que “nos rodean a cada uno, es algo gradual”.
Finalmente, hay que saber que no todo es depresión. Hay que saber las respuestas que tiene cada individuo dentro de su normalidad. La gestión de los estados emocionales es lo que nos hace analizar todo lo que sucede en el entorno. “Si en un momento determinado vemos que en nuestra rutina se manifiestan aspectos como los citados al principio de la entrevista, entonces hay que pedir ayuda a profesionales”, concluye la decana.
Una respuesta adaptativa, es el comienzo para adaptarse y asumir el cambio. Hay que aceptar la situación desde un principio y acudir a profesionales para prevenir que se agudice una depresión. La vida tiene que tener sentido, que uno este motivado y así poder disfrutarla. En el momento que pasen los días sin tener ningún tipo de ilusión habrá que buscar soluciones.
Desde el colegio indican que la Psicología tiene mucho que aportar en el tratamiento de la depresión, pues existen psicoterapias eficaces que han demostrado sus buenos resultados tanto a nivel científico como en la práctica clínica.
Para este 13 de enero, Día Mundial de la Lucha contra la Depresión y para cualquier día que se manifieste la lucha contra alguna patología, desde el Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha recalcan la ayuda psicológica y la prevención. Sobre todo, con esa parte emocional, si uno se siente mal hay que hablarlo y tratarlo. Al igual, que si alguien ve que una persona tiene conductas diferentes hay que provocar la ayuda. No hay que tener miedo a consultarlo con profesionales que permita una intervención temprana para resolverlo. Siempre hay un camino bueno.