El Gobierno de Castilla-La Mancha ha recurrido a los servicios jurídicos para buscar opciones que reviertan la situación planteada por el Decreto de transformación de regadío en Cancarix, y que beneficiaba cerca de 870 hectáreas en esta pedanía de Hellín.
El propio consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo ha asegurado a los regantes de la zona que el planteamiento que defiende el Gobierno regional pasa porque cerca de 300 agricultores del SAT de Agramón, tengan acceso al agua.
Sobre el Decreto de Transformación y la Declaración de Interés Regional en Cancarix, el titular de Agricultura del Ejecutivo autonómico calificó esta decisión adoptada se hizo “de forma atropellada, fuera de tiempo y de mala manera”, y apuntó que muchas de estas hectáreas no son ni siquiera de cultivos leñosos, y “no se están regando”, en relación a esta reconversión en regadíos de estos terrenos.
Desacuerdo con la nueva Demarcación de la Cuenca del Júcar
El consejero, que se ha reunido este miércoles en Albacete con miembros de UPA y los regantes de la zona del Alto del Segura ha ratificado la posición del gobierno de Castilla- La Mancha es la de oponerse a la nueva demarcación establecida por la Confederación Hidrográfica del Júcar y aprobada en el pasado Consejo de Ministros.
Martínez Arroyo explicó que la cuenca del Júcar “es única” y “no compartimos los planteamientos expuestos por la Confederación”, algo que ya ha trasladado la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha.
A pesar de no coincidir con el nuevo planteamiento, el consejero ha asegurado que están trabajando "para buscar soluciones, sin enfrentamientos, sino defendiendo una posición firme en materia de agua”.