A pocas semanas de las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha que se celebrarán el próximo 28 de mayo se califican como las de Emiliano García-Page contra las ‘marcas’: la del PP, la de Vox, la de Ciudadanos o la Unidas Podemos... Y si es necesario hasta contra la marca PSOE.
Los socialistas castellanomanchegos plantearán una campaña electoral en torno a la “figura” reconocible (y a su juicio también reconocida) del actual presidente regional. Un Emiliano García-Page “transversal, cercano y capaz de gestionar”.
Frente a eso, dicen los socialistas, hay marcas de partidos nacionales con candidatos “débiles”- en alusión al presidente del PP regional Paco Núñez- o completos "desconocidos" para los castellanomanchegos que se parapetan bajo esas marcas.
Los socialistas esperan “insultos y apelaciones al odio, noticias falsas, palabras gruesas, populismo y polarización”. El número dos del PSOE castellanomanchego, Sergio Gutiérrez, no ha ahorrado calificativos sobre lo que atisban para los tres próximos meses, durante una rueda de prensa este lunes en Toledo.
Y en particular el PSOE espera esa actitud del Partido Popular y de Vox. Son las dos únicas formaciones a las que les otorga posibilidades de escaño en las Cortes de Castilla-La Mancha tras el 28M. Ni a Ciudadanos, que hoy cuenta con cuatro diputados, ni a la reciente ‘marca’ de confluencia de izquierdas, Unidas Podemos Castilla-La Mancha.
Del candidato ‘popular’ a la Presidencia de la Junta dicen que “se centrará en todo menos en Castilla-La Mancha”, comentan en el PSOE. La campaña de Paco Núñez será sobre todo nacional para ocultar la "debilidad" del candidato y su falta de propuestas. Por eso, dice el PSOE, el PP castellanomanchego prefiere tirar de la marca y no tanto del perfil del presidente ‘popular’.
Paco Núñez necesita y necesitará, a juicio de los socialistas, el apoyo externo tanto del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, como de otros altos cargos del partido. Su presencia en Castilla-La Mancha es habitual en los últimos meses. “El problema de Feijóo es que en Castilla-La Mancha está Núñez y tienen que venir a suplirle”. En el PSOE creen que el candidato está "gripado en moderación y excesivo en radicalidad".
Y será, precisamente, la moderación y la “transversalidad” -es un término este que se va a repetir mucho en los próximos meses- lo que exhibirá Emiliano García-Page para buscar en el caladero de votantes de Ciudadanos y del propio Partido Popular. No lo ocultan. El PSOE castellanomanchego lleva décadas con esta estrategia y casi siempre le ha funcionado. “Se trata de elegir entre Page o una coalición del PP y Vox. Entre la capacidad de gestión y la inexperiencia unida a la radicalidad”.
Si cabe, se agitará el fantasma de Cospedal. Sobre todo, cuando apuntan que la campaña servirá “para confrontar proyectos y para hablar de Castilla-La Mancha”. Las encuestas internas que manejan los socialistas parecen indicarles que ese es el camino. La fotografía electoral les permite ser moderadamente optimistas. Incluso aunque Emiliano García-Page confronte con Pedro Sánchez.
Sí, Emiliano García-Page hablará de España… Y del Gobierno central de coalición. Incluso durante la campaña. Lo lleva en el ADN. Se lo inculcó su ‘maestro’ político, José Bono. En el PSOE castellanomanchego lo saben y mantienen que ser díscolo respecto a la dirección nacional socialista es un valor. Eso sí, si Pedro Sánchez viene o no a apoyar a García-Page en los próximos meses es todavía una incógnita.
El ‘Page free-style’ también es considerado un valor frente a Unidas Podemos al que otorgan “cero” posibilidades de obtener escaño en las Cortes regionales pero reconocen que restará apoyos. Así que es probable que la estrategia frente esa ‘marca’ política en concreto sea la de apelar al voto útil.
El PSOE confía además en la revitalización del voto a las mayorías. Lo decía el alcalde y candidato socialista a la Alcaldía de Albacete, Emilio Sáez, en una entrevista con elDiarioclm.es. Tras la experiencia castellanoleonesa con un gobierno PP y Vox, en Andalucía no se ha repetido la misma fórmula en las últimas autonómicas. Entre un Juan Manuel Moreno Bonilla en solitario y un gobierno PP-Vox, hasta los votantes de izquierdas más ‘moderados’ optaron por el actual presidente andaluz. O eso creen en el PSOE castellanomanchego
¿Y la España vaciada? La opción que representan las plataformas ciudadanas que buscar reivindicar los derechos de las zonas más despobladas no parecen inquietar al PSOE castellanomanchego. En petit comité muestran su convencimiento de que nunca ha existido el fenómeno nacional de la España vaciada como alternativa política real.
Quizá en Vox está la duda. “Cualquier rostro autonómico de Vox está intervenido”, le comentaba Macarena Olona a Jordi Évole en una reciente entrevista. Y en Castilla-La Mancha el rostro del candidato es lo de menos. Un auténtico desconocido encabeza la candidatura a presidir la Junta. “En Castilla-La Mancha el Vox fuerte lo será a costa de un PP débil”, ha dicho en las últimas horas el secretario de Organización del PSOE castellanomanchego. Es una incógnita. ¿Le servirá a Vox con la mera marca nacional para entrar y decantar el Gobierno de Castilla-La Mancha? Todo es posible, aunque en el PSOE se apresten a decir que el ‘efecto Corredor’ - la influencia de Madrid en la Sagra toledana y el Henares en Guadalajara- del que pueden llegar los escaños para la ultraderecha, es un mito que está sobrevalorado.