Fomentar la inclusión laboral de personas con riesgo de inclusión puede realizarse de muchas formas, con programas muy distintos, sobre temáticas muy variadas y en empresas de toda índole. Sin embargo, hacerlo desde la Economía Social, Solidaria y Alternativa es lo que marca la diferencia. Este es el caso de Llanero Solidario, una asociación sin ánimo de lucro con sede en Albacete que se dedica a proyectos de inserción socio-laboral con un toque distinto: con sus distintas líneas de trabajo persigue mejorar el medio ambiente, promover la economía circular y fomentar el desarrollo rural.
La entidad, fundada por tres personas y actualmente constituida como empresa de inserción, forma parte de REAS Red de Redes Castilla-La Mancha.
“El arranque vino por personas que estaban en otras entidades y querían marcar su modo de trabajo, ahora se han ido incorporando socios y, además, los trabajadores, que son gente que comparte los mismos valores que la entidad”. Nos vamos hasta Albacete para conocer más de cerca cómo Llanero Solidario ha incorporado a su día a día los principios de la Economía Social, Solidaria y Alternativa.
¿Qué proyectos realiza Llanero Solidario?
Tenemos muchos proyectos, la mayoría desarrollados gracias a subvenciones de ayuntamientos, de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha o incluso de La Caixa.
En todos los casos, hacemos una formación laboral sobre una actividad concreta y un acompañamiento psicosocial a cargo de un educador social o trabajador. Ese acompañamiento se convierte en lo más importante para una persona que está en situación de exclusión social.
Actualmente contamos tenemos activos distintos proyectos: ‘Eco Natural’ de productos de higiene ecológicos; ‘Germina-Empleo’ que trata de recuperar terrenos que se han dejado de cultivar para generar huertos basados en la agro-ecología; ‘Conecta-Empleo’ que se desarrolla formando a personas en tareas de comunicación y gestión de redes sociales; ‘Entre-Costuras’, en el que creamos diferentes artículos con residuos textiles; ‘Re-calculando’, un proyecto de orientación laboral y prácticas en empresas locales; e ‘Incorpora’, un plan de mediación entre nuestros proyectos y el mercado laboral.
Desde vuestra creación, ¿qué ha sido lo más fácil y lo más difícil?
Lo más difícil es mantener vivas las entidades como Llanero Solidario. Durante 2020 llegamos a contar con 18 trabajadores y trabajadoras. Se trata de un volumen de trabajo que tenemos que compatibilizar con el propio funcionamiento de la asociación y esto es lo más complicado.
Respecto a lo más fácil podemos decir que la puesta en marcha y el desarrollo de nuestros proyectos. Hemos encontrado muy buenos profesionales en cada una de nuestras líneas de trabajo y eso facilita mucho todo. Además, siempre contamos con gente con una sensibilidad especial para que sean capaces de adaptarse a nuestros principios y valores.
Y el futuro, ¿cómo se presenta para Llanero Solidario?
Este año hemos conseguido crear a partir de la asociación la primera empresa de inserción ‘Llanero Solidario’. Ahora nuestra meta es darle contenido para que sea autosuficiente económicamente. Cuantos más proyectos tengamos, más autónomos seremos y mejor podremos hacer nuestro trabajo. Al ser una empresa de inserción ya somos autónomos y tenemos que funcionar como cualquier otra empresa: generando ingresos y pudiendo ofrecer trabajo.
Entre otros objetivos, reducir nuestra vinculación a convocatorias públicas y finalizar las obras de nuestra sede social que estamos construyendo con técnicas de bioconstrucción.
Dos de los pilares de la economía social y solidaria son la vinculación con el territorio y el cuidado del medio ambiente, ¿qué aportan vuestras iniciativas a estos principios?
Por ejemplo, en ‘Germina-Empleo’ que se está desarrollando en Valdeganga, Mahora y Alcaraz, hemos buscado terrenos municipales o de particulares que quisieran venderlos por estar en desuso y las personas participantes son de la comarca. Además, durante la ejecución del proyecto, establecemos un vínculo con la gente mayor de cada uno de estos pueblos porque creemos que es importante conservar su conocimiento.
En el caso de la comercialización intentamos hacerla a través de los mercadillos locales, en eventos donde todos los actores municipales conozcan el proyecto, y además vendiendo el producto en un círculo muy corto, lo más lejano que hemos vendido ha sido 30 kilómetros de distancia desde el lugar de producción.
Aplicamos esta línea de trabajo en todos los proyectos. Por ejemplo, en ‘Re-Calculando’ trabajamos con 14 personas que cuando están preparadas para el mercado laboral harán sus prácticas en empresas y comercios locales, que no sean franquicias ni grandes cadenas. Desde Llanero Solidario creemos que el comercio de proximidad es el que mantiene la estructura económica y social de una ciudad o de un pueblo, y eso es lo que hay que fomentar.
La conciliación también es uno de los fines de la economía social y solidaria. ¿Cómo habéis incluido la conciliación y el equilibrio entre la entidad y la vida personal?
Hasta ahora no hemos tenido ningún conflicto de este tipo. Somos conscientes de que las personas que están trabajando en nuestros proyectos tienen sus circunstancias familiares y personales e intentan acoplarlo de la mejor manera, de forma que las actividades salgan.
Somos flexibles y nos guiamos por la filosofía de que “todos tenemos que llegar a todo”.
Sois una de las entidades de REAS Castilla-La Mancha, ¿qué potencialidades tiene para vuestra entidad participar en esta Red?
La primera potencialidad es conocer nuevas experiencias y a más gente que comparte nuestros valores. Las empresas que estamos en economía social y solidaria somos pocas y tenemos que buscar la mejor forma de levantar la voz. REAS Castilla-La Mancha agrupa a todas las entidades con ese criterio por lo que nos ha permitido conocer otras experiencias, tanto en la región como a nivel estatal. Desde Llanero Solidario participamos en las asambleas y reuniones y nos sentimos parte de esa red de empresas diferentes. Nos sentimos más cómodos.
Además, REAS nos representa y se ha convertido en nuestro interlocutor con las administraciones, con los ayuntamientos.
¿Por qué animarías a alguien a emprender desde la economía social y solidaria?
En primer lugar porque, la economía social es la que mejor resiste todo tipo de crisis, la que mejor protege a sus trabajadores, la que mejor conciliación laboral aporta y la que más recursos revierte en las comarcas donde estamos.
Además, porque la economía social es el futuro. No puede ser que estemos comprando en un sitio donde los recursos se van a otro país y no revierte nada en nuestra sociedad. Tenemos la posibilidad de que todos nuestros recursos, o la mayor parte, se queden en nuestras comarcas, en nuestros territorios, y hacer nuestras zonas más ricas.
Castilla-La Mancha es una región muy pobre, con 4 de cada 10 personas en situación de pobreza. Es un sitio donde se deben aprovechar muy especialmente nuestros escasos recursos y usarlos de forma que se revierta lo máximo en nuestra sociedad.