
Familia. Foto: Pixabay
Prevenir futuros problemas en las familias proporcionando apoyo social para aumentar el bienestar y mejorar la autoestima de los progenitores, en previsión de que, con ello, desempeñen la paternidad y maternidad de una forma más adecuada y que, en última instancia, esto también repercuta positivamente en sus hijos e hijas.
Por ello, el Centro de Infancia y Familia de Albacete acoge el proyecto piloto hasta el mediados de diciembre ‘De Familia a Familia. Home-Start’ incluido en el Programa Marco Referentes y recogido en la nueva Ley regional de Atención y Protección a la Infancia y la Adolescencia de la Comunidad Autónoma.
El objetivo principal del Programa ‘De Familia a Familia. Home-Start’, financiado con fondos Next Generation del Plan de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, es “apoyar a padres y madres en la crianza y educación de sus hijos e hijas en su primera etapa de vida (de 0 a 8 años), reforzando sus roles parentales, de modo que se ofrezcan oportunidades de cambio y bienestar para la infancia”, explica Julia Espada Navarro, coordinadora del proyecto ‘De Familia a Familia. Home-Start’ de Albacete.
Home-Start trata de ayudar a padres y madres en la crianza y educación de sus hijos desde los primeros años de modo que se ofrezcan oportunidades de cambio y bienestar para los menores lo antes posible, mediante el apoyo de personas voluntarias cuidadosamente seleccionadas y previamente formadas para ello. Las personas voluntarias, que a su vez suelen ser padres y madres, o personas con experiencia en cuidado de niños y niñas, comparten con las familias sus experiencias y dificultades en la crianza de los hijos, de manera informal, sin prejuicios y con pleno respeto a la confidencialidad, a la vez que intentan fomentar la red social de la familia y facilitar su acceso a los servicios de la comunidad.
Al respecto, la primera necesidad que se detecta desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para que este proyecto de sus primeros pasos es porque se considera que la prevención para ayudar a las familias que no lleguen a pasar por el sistema de protección viene desde lo más básico. La prevención más primaria que se hace en la calle, en el hogar, de vecino a vecino o de persona a persona sin llegar a la intervención profesional que esta vendría en un segundo paso.
Familias destinatarias
De esta forma el voluntariado en la prevención primaria, en el ámbito comunitario, busca mejorar el bienestar de las familias, sobre todo de los padres, para que repercuta de manera positiva en los más pequeños.
Situaciones donde el riesgo es leve pero que viven dificultades en la crianza como familias con escasos recursos de apoyo social en su entorno, aislamiento, soledad o falta de familiares que puedan prestar ayuda; familias con historial de desconexión o falta de uso de los servicios sociales, sanitarios, de salud mental, culturales o de ocio y relaciones sociales que producen aislamiento e indefensión; familias con problemas de estrés parental, sobrecarga y baja capacidad de afrontamiento de las dificultades; madres que presentan problemas de bajo estado de ánimo o depresión tras el parto que las colocan en riesgo de desprotección de sus hijos e hijas o familias con baja autoestima como progenitores, falta de habilidades parentales y ausencia de modelos de crianza, etc.
Además, familias en proceso de reunificación familiar que han iniciado la convivencia con sus hijos e hijas tras una guarda voluntaria o un desamparo, tras haber superado su situación de crisis o los factores que desencadenaron la desprotección de los menores. Siempre que sea complementario al seguimiento o intervención de los Servicios Sociales de Atención primaria o especializados.
También otro perfil destinatario sería las familias en Acogimiento familiar, que necesiten un acompañamiento y/o apoyo en el cuidado y crianza de los menores acogidos.
“La idea es que haya un voluntario que sea o haya sido padre, madre o tutor que puedan aportar desde la experiencia su visión para mejorar esta problemática que pueda estar viviendo una familia”, añade Espada.
Voluntariado
Este apoyo lo realizarán familias voluntarias a otras familias, con la intermediación de un grupo de profesionales de los servicios sociales de la Consejería de Bienestar Social en la provincia de Albacete. Por el momento este proyecto se encuentra en la fase de selección de voluntariado para después formarlo y apoya adecuadamente a las familias.
La coordinadora resalta que los perfiles a los que más va dirigido este proyecto son a personas jóvenes que no tienen las herramientas necesarias o se ven sobrepasados ante alguna situación de la paternidad. Por ello debe ser desde los primeros riesgos que se conocen donde intervenga el voluntario desde una perspectiva no profesional para apoyar y presentar otros recursos de ayuda.
Asimismo, esta ayuda repercutirá en el bienestar de los menores y crear conciencia social. Este último, un factor muy importante que Julia destaca que se ha ido perdiendo con los años y que parece que a raíz de la pandemia se ha recuperado ese movimiento comunitario. La idea es “volver a tener ese sentimiento comunitario y cuidarnos entre los ciudadanos”.
Por ello el voluntariado desarrollando una relación de confianza con la familia a lo largo del tiempo, lo que permitirá conversaciones abiertas; apoya a los padres para que establezcan límites y rutinas con sus hijos; enseñan a mantener la calma cuando un niño está molesto o se está portando mal; ayuda a los padres a comprender qué puede estar comunicando el hijo con su comportamiento; también habla con ellos sobre los momentos en que manejaron bien las cosas y ayudando a reflexionar sobre que fue lo que hizo que fuera bien aquella vez o compartir experiencias propias.
“Me esta sorprendiendo la buena acogida que ha tenido el proyecto porque solo llevamos un mes. Son muchas personas interesadas e implicadas en que todo salga bien. Prevemos que cuando empecemos con la campaña publicitaria más amplia en el mes de septiembre serán más personas las que quieran ser voluntarias y familias destinatarias. Por el momento somos optimistas y tenemos una buena previsión”, comenta Julia.
Para obtener más información y llegar a ser voluntario o voluntaria se puede llamar al 685 63 80 87 o contactar por el correo dfamilia.albacete@actiasocial.org . Al respecto, se tendría que rellenar la solicitud de voluntariado, después una entrevista con la coordinadora y si la evaluacion del interesado es positiva pasaría a la formación. Tras ella se pasaría asignar una familia.
Programa Marco Referentes
Dentro del Programa Marco Referentes que se lleva a cabo en Castilla-La Mancha hay tres programas: ‘De Familia a Familia. Home-Start’ en la ciudad de Albacete; ‘Salidas en Familia’ en Ciudad Real y ‘Mentoría Juvenil’ en Guadalajara.
El programa ‘Salidas en Familia’ es para aquellas familias que quieran acoger, en periodos muy cortos como fin de semana o vacaciones a niños o niñas que se encuentran en el sistema de protección en pisos o centros. Con el fin de que tengan “un respiro” y se “acerquen a la normalidad”. Este proyecto que ahora se lleva a cabo en Ciudad Real, llegará a Albacete el próximo año si todo “va sobre ruedas”.
El programa ‘Mentoría Juvenil’ se lleva a cabo en Guadalajara. Va enfocado a los chicos y chicas que han salido del sistema de protección que sean referentes de otros jóvenes que salgan de esos pisos o centros. De esta forma se les ofrece un apoyo “más estable” para guiarlos en su nuevo camino.
Estos proyectos pilotos que se asientan en capitales de provincia de Castilla-La Mancha estarán hasta el 15 de diciembre. Después, “se valorará como se seguirá expandiendo el programa si a nivel provincial o de capitales de provincia”, concluye Julia.