Un balance muy preliminar de la campaña 'Igualdad no es violencia' que se impulsa este verano desde el Instituto de la Mujer apunta a que el discurso de la negación "va en aumento" desde que se puso en marcha la primera iniciativa de sensibilización contra las agresiones sexuales, en el año 2016. Así lo señalan desde Mujeres Opañel, la asociación encargada de llevar los puntos de sensibilización contra la violencia sexual que llegan a decenas de municipios.
Este año el trabajo de la campaña se ha basado especialmente en las agresiones sexuales. "Nos encontramos que año tras año las mujeres son más participativas, más receptivas pero los chicos están más reticentes y con una actitud más a la defensiva", asegura Jaione Gil, trabajadora social que participa en la iniciativa. "Vemos que el discurso va en aumento respecto a la negación de la existencia de la violencia de género, en relación a 2016", señala Gil. Esto se ve, especialmente, en los grupos de sólo chicos.
"Cuando son grupos mixtos, ellas muestran su sorpresa con las afirmaciones que hacen ellos, de reticencia, de resistencia, de defensa", resalta Gil. Lo que veían antes, hace seis años, era más bien pudor ante los términos que se tratan. "Ahora nada más entrar, hablan de la violencia que sufren los hombres y lo manifiestan cada vez más rápido y lo tienen más reafirmado", explica. Se escuchan relatos como que las "mujeres son malas cuando tienen la regla", asegura: "Es algo que sorprende muchísimo".
Más resistencia también en la población mayor
No sólo acuden personas jóvenes a los puntos de sensibilización, explican desde la asociación, sino también de más edad. "Pero la resistencia a aceptar la violencia de género la vemos a todas las edades", asegura Gil. Y en este sentido, explica que mientras la población joven, si bien reticente, está "más abierta" a debate y a escuchar, en la población mayor ven aún más resistencia. "Por ejemplo en lo que es la definición de violencia de género. Y hacemos hincapié en que está establecida por ley, que no nos inventamos nada. No se lo creen y no están de acuerdo, da igual cómo expliquemos", afirma.
Desde Opañel no quieren hablar en términos políticos ni apuntar a ningún partido. "Parece que antes había un discurso más aprendido y lo que hay ahora es uno más reafirmado, y con más fuerza, en contra de la existencia de la violencia de género", aseguran. "Ya no se puede ligar, ya no se puede decir nada". Estos son los discursos que han ido observando en los puntos de sensibilización. "Además, hay que tener cuidado porque es posible que los mismos chicos hayan ejercido esta violencia y es un golpe de realidad el que pueden sufrir; les estás removiendo todos sus privilegios y les dices, 'ojo, has ejercido violencia' y eso es normal que se niegue", reflexiona la experta.
Por otro lado: mujeres que hablan de sus agresiones
Pero aparte de la reticencia masculina, en los puntos de sensibilización contra la agresión sexual también han detectado que las mujeres cada vez pueden poner más nombre a las agresiones que sufren, como por ejemplo al mencionar la 'sextorción' o prácticas como el 'stealthing', que ocurre cuando los hombres se quitan el preservativo sin avisar. "Lo que observamos es una visibilización de estas violencias y que incluso llegan a establecer una línea entre sus relaciones y la violencia sexual que pueden llegar a sufrir", explica Gil.
Por otro lado, también destacan que se habla "mucho más" del consentimiento y lo necesario que resulta en una relación de pareja. "Hablamos de relaciones deseadas, no sólo consentidas", explica. Ven debate y duda acerca de estos nuevos conceptos, pero al debatirlos, resalta la trabajadora social, se va acabando la normalización que existe alrededor de estas agresiones. "Y sabemos quién sale perdiendo con esta normalización", resalta.
Es por eso, insiste, en que es importante la asistencia del público de todas las edades en los puntos de sensibilización, porque la prevención debe empezar lo antes posible. Es por eso que han decidido adaptar las actividades que llevan a cabo en los puntos, como las tarjetas, para que niñas y niños puedan explicar por qué no quieren recibir un abrazo. "Esto empieza desde ahí", afirma.
Participación que supera las expectativas
Desde la asociación aseguran que se están superando las expectativas de participación, llegando a los objetivos planteadas de personas que se acercan para participar en actividades dinámicas, como la ruleta, la pirámide de violencia o un fotomatón que imprime fotos con el hashtag de la campaña. También regalan vasos en los que se habla de la sumisión química, con el mensaje, 'Molaría no tener que vigilar mi vaso'. "Intentamos visibilizar que siempre se nos ha achacado a las mujeres que tenemos que prevenir, pero queremos darle la vuelta al mensaje".
"Intentamos devolver la responsabilidad adonde viene, porque si no se ejerce esta violencia contra nosotras no tenemos que prevenir nada. Y este es el enfoque que queremos dar a la campaña", reflexiona la trabajadora social. "El mensaje que enviamos es que manipular la bebida de otra persona con sustancias químicas es otra forma de violencia", insiste.
En total, la campaña 'Igualdad no es violencia' llegará a 40 localidades, con una media de 100 personas por municipio y esto se está superando en varios de los municipios. El trabajo, explican desde la asociación, no acaba cuando acaba el verano, sino que debe seguir adelante, por lo que pondrán en marcha un blog para trasladar los relatos, estadísticas y contenidos trabajados durante la campaña.
Prevención en los centros educativos
Desde la asociación explican que la prevención debe seguir desde los centros educativos, para que se vuelva un trabajo continuo a lo largo de todo el año y así conseguir alcanzar más impacto. "En los puntos se genera debate, y esta información no siempre se puede conseguir en los centros educativos pero por eso el trabajo conjunto es clave", explica Gil. Pero siempre, advierte, con contenido sólido, como la ley y las estadísticas. "Es de esta manera que defendemos nuestro trabajo ante quienes plantan resistencia. Que esto no es nuestra opinión, esto es la realidad", afirma Jaione Gil.
Las siguientes fechas de los puntos de sensibilización son las siguientes:
30 de agosto: Illescas (Toledo)
1 de septiembre: Almansa (Albacete)
2 de septiembre: Horche (Guadalajara)
2 de septiembre: Puertollano (Ciudad Real)
3 de septiembre: Motilla de Palancar (Cuenca)
4 de septiembre: El Casar (Guadalajara)
6 de septiembre: Barajas de Melo (Cuenca)
7 de septiembre: Caudete (Albacete)
8 de septiembre: Cañete (Albacete)
10 de septiembre: Sonseca (Toledo)
13 de septiembre: Minglanilla (Cuenca)
14 de septiembre: Albacete
14 de septiembre: Los Navalmorales (Toledo)
15 de septiembre: Albacete
16 de septiembre: Villafranca de los Caballeros (Toledo)
16 de septiembre: Fuensalida (Toledo)
17 de septiembre: Guadalajara
22 de septiembre: Talavera de la Reina (Toledo)
24 de septiembre: Herencia ( Ciudad Real)
29 de septiembre: Hellín (Albacete)