Albacete se tiñe de morado. Cientos de mujeres y hombres han salido este miércoles 8 de marzo a la calle para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. La Coordinadora 8M de Albacete ha convocado la manifestación que ha salido desde la Plaza Gabriel Lodares hasta el Altozano.
Así arrancaba la concentración:
La manifestación se ha celebrado con total normalidad al grito de diferentes reivindicaciones al ritmo de batucada.
La manifestación envolvía el Altozano de Albacete a su término con un gran ambiente morado. La tarde ha culminado con la lectura del manifiesto a cargo de la periodista Ana Mondéjar y Elena Ferrando de Asprona. Un manifiesto consensuado por todas las organizaciones y colectivos que forman parte de la Coordinadora 8M en que se reivindica lo siguiente:
A principios del siglo XX se comenzó a celebrar el día 8 de marzo como 'Día de la Mujer Trabajadora'. En 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a los Estados a declarar el Día Internacional por los Derechos de la Mujer o Día Internacional de las Mujeres, con el fin de que su denominación fuese más inclusiva y reconociendo la necesidad de la incorporación de toda mujer a todas las facetas de la vida.
A lo largo de la historia se ha avanzado en algunos aspectos y conseguido ciertos logros, que algunos utilizan para confundir a parte de la sociedad, como si las desigualdades entre mujeres y hombres ya no existieran. Entre ellos, el acceso a la educación, gratuita y obligatoria; la normativa en materia coeducativa; el éxito académico de las mujeres; su incorporación al mercado laboral y a puestos de responsabilidad; y la igualdad en la capacidad jurídica de obrar. Logros, derechos, que, aunque muestran cambios esperanzadores, no son más que el camino emprendido por una sociedad aún lejos de la igualdad real y efectiva.
Esta falsa apariencia de equidad es la que provoca que muchas personas crean que la igualdad entre hombres y mujeres está ya conseguida, y cuestionen la necesidad de mantener y promover este Día Internacional de las Mujeres o las políticas de igualdad.
Pero hoy, en pleno siglo XXI, y después de más de doscientos años de reivindicaciones feministas, cuesta creer que haya quienes nieguen una realidad evidente: existen motivos reales por los que seguir reclamando la igualdad.
El feminismo es la respuesta a esa sociedad patriarcal que se sostiene sobre la explotación y opresión de la vida y los cuerpos de las mujeres en todo el mundo.
Es urgente y necesario visibilizar y denunciar la realidad de las mujeres en todos y cada uno de los conflictos bélicos en el mundo, donde muchas de ellas están sufriendo tráfico, explotación y violaciones. Afganistán es el ejemplo de cómo se pueden perder todos los derechos en poco más de un año. Las mujeres y niñas afganas se encuentran expuestas a todo tipo de restricciones en su vida cotidiana.
En este punto, es el turno de atender a las palabras de Elena Ferrando, mujer con discapacidad intelectual.
"Trabajo como limpiadora un día a la semana y como conserje algunas veces.
Mi contrato laboral es indefinido pero trabajo muy pocas horas. Para las personas sin discapacidad intelectual, esto es precariedad laboral. Para las mujeres con discapacidad intelectual tener cualquier contrato es un logro. Las mujeres con discapacidad intelectual nos encontramos con muchas dificultades para encontrar empleo, para estudiar y para tener las mismas oportunidades que el resto de mujeres y hombres", manifiesta Elena.
Además, añade que "estamos luchando para terminar con esa discriminación.
También estamos luchando para acabar con la diferencia entre hombres y mujeres. Me ha costado mucho tener empleo, gracias a ASPRONA he podido conseguirlo y también he logrado ser más independiente. Las mujeres con discapacidad Intelectual estamos discriminadas dos veces, una por ser mujer y otra por tener discapacidad. Somos personas, somos mujeres y tenemos derechos".
"Las mujeres con discapacidad queremos sentirnos libres y ser las dueñas de nuestra vida. Las mujeres con discapacidad queremos disfrutar de nuestra sexualidad y queremos poder ser madres. En nombre de todas las mujeres con discapacidad intelectual quiero agradecer la oportunidad que me ha dado el Colectivo 8M de Albacete para hablar por todas ellas", recalca Elena.
¡Mujeres, luchemos por nuestros derechos!
La mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa
El manifiesto concluye haciendo referencia a Simone de Beauvoir que decía que mediante el trabajo “la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa”, añadía. Por ello, es vital conseguir acabar con la discriminación laboral y con todas sus brechas. Los centros de trabajo deben ser espacios seguros y con garantías para todas las personas, y en especial para las mujeres. La división sexual del trabajo nos condena a la precariedad, la discriminación laboral y los trabajos peor pagados, no remunerados, invisibles e ilegales.
Reivindicamos que nuestra situación laboral nos permita desarrollar un proyecto vital con autonomía y exigimos alternativas para las trabajadoras migrantes en situación administrativa irregular. Nos merecemos también las pensiones ganadas, tanto por el trabajo fuera del hogar como el reconocimiento por el trabajo reproductivo y de cuidados, que nos impide el desarrollo profesional en muchos casos, y aboca a muchas mujeres a unas pensiones de miseria que les obligan a sufrir pobreza en la vejez.
Proponemos a la representación legal de las personas trabajadoras que continúen desplegando la acción feminista en todos sus centros de trabajo, mediante los planes de igualdad, los protocolos de acoso sexual y todas las fórmulas que consideren idóneas, para conseguir reducir todas las brechas y desigualdades.
Garantía integral de la libertad sexual, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI o la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo
Recientemente se han aprobado nuevas leyes que adoptan acciones para luchar contra la discriminación por motivos de sexo, de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual. Leyes como la de garantía integral de la libertad sexual, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI o la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Estas leyes han despertado un intenso debate entre las diferente sensibilidades y colectivos feministas, pero aquí estamos ¡Todas juntas! porque afrontamos y debatimos las diferencias y por encima de todo estamos unidas por las causas comunes.
Y una de esas causas es la denuncia rotunda de lo que ocurre en nuestra ciudad, a las puertas de la clínica Iris. Diariamente, asistimos al acoso que grupos organizados ultracatólicos y de ultraderecha realizan en turnos de doce horas, perfectamente organizados, en las inmediaciones de la clínica Iris. Un hostigamiento que sufren, desde hace semanas, tanto las mujeres que acuden allí legítimamente a interrumpir su embarazo, como las personas trabajadoras de ese centro. Nos sorprende más aún, que no se hayan tomado medidas para evitar esta situación, cuando la reforma del código penal prohíbe y castiga, con penas de entre tres meses y un año de prisión o trabajos en beneficio de la comunidad, a estas personas acosadoras.
Por todo ello, la Coordinador 8 M registrará una queja formal en la Subdelegación de Gobierno mañana mismo, día 9 de marzo, a las 11:00 de la mañana, para exigir a las instituciones que tomen medidas y cumplan con la ley inmediatamente.
Estos son algunos de los mensajes en imágenes que nos ha dejado este 8 de Marzo en la capital albaceteña.