En apenas unas semanas se cumplirán dos años desde que la pandemia de COVID-19 nos obligó a encerrarnos en nuestras casas, primero con el confinamiento domiciliario y después debido a cuarentenas puntuales.
Durante este tiempo, cuestiones como el teletrabajo o la habitabilidad de la vivienda han adquirido mayor importancia, regulación o ayudas. ¿Ha sido así también en el caso de la corresponsabilidad en ámbito doméstico y de los cuidados, otra derivada de este periodo? Tal y como lo ven los niños y niñas, la respuesta es no. Y así lo concluye un estudio realizado por la Fundación Concilia2 financiado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha.
El objetivo ha sido analizar el impacto del COVID-19 desde una perspectiva de género en la educación de niños y niñas en el ámbito familiar, incidiendo en los estereotipos de género y la corresponsabilidad o la falta de ésta en el hogar, mediante el análisis de las percepciones del alumnado de 4º, 5º y 6º de Educación Primaria, entre los 8 y los 12 años.
Algunos de los datos más significativos de sus respuestas se observan en los cambios producidos por la situación de confinamiento, descendiendo de un 62,5% a un 29,5% el porcentaje de mujeres que trabajaban fuera de casa, y aumentando así la cifra de madres que trabajaban desde casa de un 4,5% a un 22%. Es destacable la cifra de mujeres que, antes de la situación de confinamiento originada por la pandemia COVID-19, se dedicaban únicamente a las tareas domésticas y de cuidados, sumando un 26% del total.
En lo que respecta a los padres: un elevado 92% se encontraba trabajando fuera de casa antes del confinamiento, descendiendo dicho porcentaje hasta un 59% durante la COVID-19. Como consecuencia, aumentó la cifra de hombres que realizaban teletrabajo (pasando de un 2,5% a un 16,5%) y la de padres en situación de desempleo o ERTE (evolucionando de un 4% a un 17,5%).
“Se observan grandes diferencias de género, especialmente en el número de hombres y mujeres que se dedicaban en exclusiva a las tareas del hogar antes de la situación de confinamiento, destacando las mujeres con un 26% frente a un escaso 2,5%”.
Por eso este documento viene a constatar que todavía hoy existe una ausencia de corresponsabilidad familiar en los hogares de esta región. Aunque detalla que se han producido cambios durante la situación de confinamiento, aquellas tareas en las que se produce un mayor índice de corresponsabilidad son las que tienen lugar fuera del ámbito doméstico o familiar.
¿Qué quiere decir? Que el porcentaje de hombres implicados en labores como realizar la compra, sacar la basura, pasear a la mascota u otras salidas imprescindibles, es notablemente superior al de hombres involucrados en la limpieza o en el cuidado de la ropa, donde los porcentajes de mujeres, en este caso madres, alcanzan su mayor exponente.
Retorno a la situación anterior
Del mismo modo, el estudio apunta en sus conclusiones que en aquellos casos en los que la situación de confinamiento ha supuesto un aumento de corresponsabilidad en los hogares, la situación ha vuelto a ser la anterior una vez finalizado el estado de alarma, volviendo dichos porcentajes a las cifras anteriores a la pandemia.
Asimismo, destaca que incluso en aquellos casos en los que ambos progenitores se encontraban en el hogar durante la situación de confinamiento producida por la COVID-19, un alto porcentaje de mujeres seguía dedicándose en mayor medida que sus parejas a la realización de estas tareas. No obstante, no hay datos acerca del tipo de jornada que tenían cada uno de los progenitores, por lo que “no podemos asegurar que, pese a trabajar ambos desde casa, dispusieran del mismo tiempo para dedicar a las tareas domésticas y de cuidados”, detalla la Fundación.
Como dato positivo, aquellas preguntas de percepción u opinión personal formuladas al alumnado reflejan un alto grado de concienciación en torno a la corresponsabilidad familiar, habiendo obtenido más de un 90% de respuestas en relación con que chicos y chicas deben colaborar en casa por igual.
Por último, en lo que respecta a la valoración de profesiones según su grado de importancia, en el informe se constata que determinadas ocupaciones tradicionalmente infravaloradas, como pueden ser las de limpiador/a o cajero/a de supermercado, son positivamente valoradas por el alumnado, “quizá como consecuencia de su relevancia durante la situación de emergencia sanitaria producida por la COVID-19, donde se ha puesto de manifiesto la importancia del personal encargado de prestar los servicios esenciales”.
En cuanto al análisis de género, en el estudio apenas se observan diferencias en la valoración otorgada a las distintas profesiones entre niñas y niños, siendo ligeramente superiores las puntuaciones de estos últimos a ocupaciones masculinizadas, como es el caso de futbolistas y youtubers. La conclusión es que en los hogares de Castilla-la Mancha todavía no se ha alcanzado la corresponsabilidad familiar, distribuyéndose las tareas domésticas y de cuidados de forma desigual incluso en situaciones en las que ambos miembros de la unidad familiar se han visto obligados a permanecer en casa.
Del mismo modo, las tareas todavía hoy más feminizadas son aquellas que se producen dentro del ámbito doméstico, existiendo diferencias de género en los ámbitos público y privado. Por ello, el estudio confirma “la necesidad de seguir trabajando en materia de corresponsabilidad e igualdad entre mujeres y hombres de manera transversal desde todos los ámbitos de la vida social para, entre todas y todos, construir una sociedad más justa e igualitaria”.