La concejala del Grupo Municipal del Partido Popular, María Gil, ha lamentado que “mientras cerca del 30 por ciento de la población está en riesgo de pobreza y exclusión social, el señor Emilio Sáez se gasta 500.000 euros de los albaceteños en luces de Navidad”.
En opinión de María Gil, “es un claro ejemplo más de la gestión basada en el despilfarro y la irresponsabilidad política a la que por desgracia nos tiene acostumbrados Emilio Sáez y su Equipo de Gobierno”, asegurando que “con la que está cayendo, la austeridad y la generosidad con aquellos que peor lo están pasando deberían ser sus principales señas de identidad como alcalde de Albacete”.
En este sentido, la concejala del Grupo Popular ha criticado que “para el señor Sáez es más prioritario gastarse 500.000 euros en luces de Navidad, 36.000 euros en renovar su despacho dificultades o 12.000 euros en una cámara de vídeo y sus accesorios para su autopromoción que ayudar a las personas que más lo necesitan” porque “cuando tiene que escoger entre los albaceteños y su partido, siempre elige el Partido Socialista y mantenerse en su sillón”.
María Gil se ha referido también a otros ejemplos claros de despilfarro protagonizados por el Gobierno de Emilio Sáez, como por ejemplo el contrato de 720.000 euros en alquileres cuando el Ayuntamiento cuenta con espacios municipales disponibles o pagar 400.000 euros más de sobreprecio para comprar el Banco de España”.
La concejala del Grupo Popular considera que “no es de recibo que el alcalde de Albacete base su gestión en el despilfarro, la venta de humo y los anuncios a bombo y platillo que siempre quedan en papel mojado con la situación tan complicada y lamentable por la que están atravesando muchos ciudadanos, agravada por la pandemia y la elevada inflación”.
En este sentido, María Gil se ha referido a los preocupantes datos que se desprenden de XII Informe sobre el Estado de la Pobreza publicado recientemente por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social en el Estado Español relativos a Castilla-La Mancha en el que se pone de manifiesto que la pobreza ha aumentado en nuestra región hasta 665.000 personas en el último año, concretamente un 1,8 por ciento en la tasa AROPE, situándose en el 32,5 por ciento frente al 27,8 por ciento de la media nacional.
La concejala popular ha lamentado que “mientras en nuestra región se ha incrementado el número de hogares que no pueden comprar una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días y el 90 por ciento de las familias numerosas de Castilla-La mancha han tenido que reducir el uso de la calefacción durante este pasado invierno, Sánchez, Page y Sáez siguen mirando hacia otro lado”.
María Gil ha criticado que “vivir en Castilla-La Mancha es un 20 por ciento más caro que en el resto de España y la calidad de vida en términos económicos es también un 18 por ciento peor que a nivel nacional”, prestando especial atención al alarmante encarecimiento de la cesta de la compra, que se ha encarecido un 15 por ciento en el último año ante el aumento de la inflación, haciéndose cada vez más complicado llegar a fin de mes para una gran parte de la población.
La concejal del Grupo Popular ha explicado que “en Castila-La Mancha el 7,8 por ciento de la población tiene gastos de vivienda superiores al 40 por ciento de su renta disponible y entre las personas pobres esta cifra se triplica hasta alcanzar el 25,1 por ciento, mientras que un 36,2 por ciento no puede permitirse vacaciones”.
Teniendo en cuenta de que las previsiones anuncian que la pobreza seguirá aumentando en Castilla-La Mancha, con casi 10.000 personas en situación crítica en los próximos años, y que el Informe BBVA señala que el crecimiento económico en nuestra región en 2023 será aún más bajo que en España, María Gil ha asegurado que “desde el Partido Popular seguiremos trabajando para que los gobiernos socialistas impulsen políticas sociales más integrales, lleven a cabo una bajada racional de los impuestos, propios y compartidos, compensen el llamado impuesto de los pobres, que es la inflación, y fomenten la competitividad de las empresas, eliminando la burocracia”.