Este jueves ha comenzado la elección del jurado para el juicio contra A.M.G. y G.R.T., el matrimonio acusado de maltratar y matar a sus dos hijos cuando tenían cuatro meses de edad.
Según el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos comenzaron a partir del 14 de septiembre de 2017, fecha de nacimiento del primer menor.
Desde ese momento, afirma que A.M.G. y G.R.T., aprovechando la privacidad que les proporcionaba el hogar familiar, estuvieron desatendiendo al bebé, subiendo el volumen de la música cuando lloraba, y maltratándolo, dándole golpes y lanzándolo contra la sillita, provocándole arañazos y hematomas por todo el cuerpo.
Así, en uno de esos episodios de violencia, los procesados zarandearon del brazo al niño con tal fuerza que llegaron a fracturarle la clavícula izquierda. Igualmente, en otra ocasión, A.M.G. y G.R.T. lanzaron al bebé contra una superficie dura, provocándole una fractura de cadera en la apólisis transversa izquierda.
Lesiones que no recibieron ningún tipo de asistencia médica, ya que los padres no llevaron al menor a ningún centro, por lo que no le fueron suministrados ningún tipo de analgésicos ni calmantes.
Las agresiones continuaron hasta la madrugada del 20 de enero de 2018, cuando el bebe contaba con 4 meses de edad. Esa noche, sobre las 3.00 horas, los acusados comenzaron a zarandear bruscamente al menor, golpeándole la cabeza contra una superficie dura no determinada, provocándole una fractura en el cráneo con hemorragia y edema cerebral, lesiones que resultaron mortales para el bebé, que fue ingresado en el Hospital General de Albacete con estatus epiléptico y coma arreactivo, falleciendo a los tres días de muerte cerebral.
Tras lo ocurrido, el Juzgado de Instrucción número 2 de Almansa abrió un procedimiento penal para investigar los hechos.
Un años después, el 18 de febrero de 2019, A.M.G. y G.R.T. tuvieron otro hijo al que, como ya hicieron con el anterior, sometieron a maltrataos continuos, golpeándolo y obligándole a comer en contra de su voluntad, provocándole vómitos. Situación que disimulaban cuando llegaban los Servicios Sociales.
Ante los llantos y las heridas del bebé, los procesados, en vez de acudir a un centro sanitario, recurrían a M.G.T.S., madre de G.R.T., también acusada en esta causa, quien les decía que no fueran al médico, que ella curaría al menor con artes y ritos de curandería y rezos.
A.M.G. y G.R.T. siguieron agrediendo al bebé, llegando a fracturarle varias costillas, provocándole una insuficiencia respiratoria. Del mismo modo, meses después, en junio, los padres golpearon al menor, rompiéndole el fémur.
Finalmente, el 29 de junio de 2019, cuando el bebé tenía 4 meses de edad, los acusados volvieron a pegarle, provocándole de nuevo la fractura de varias costillas, lo que le causó un hemotórax con colapso respiratorio e hipoxia, que terminó por provocar la muerte del menor.
Como consecuencia de lo ocurrido, el Ministerio Fiscal solicita prisión permanente revisable para los padres por dos delitos de asesinato. Asimismo, la Fiscalía pide 6 años de prisión, 10 de libertad vigilada y la privación al derecho de tenencia y porte de armas durante 5 años, por dos delitos de maltrato habitual, y 25 años de prisión por los cinco delitos de lesiones.
Además, para la madre del acusado, M.G.T.S., la Fiscalía pide 4 años de prisión por un delito de homicidio imprudente y medio año de cárcel por un delito de maltrato.
La defensa de los acusados de matar a sus hijos en Caudete alega discapacidad intelectual para rebajar la pena
Los abogados de la defensa de A.M.G. y G.R.T., los padres acusados de maltratar y matar a sus hijos en la localidad albaceteña de Caudete, han alegado una discapacidad intelectual para intentar lograr la libre absolución, rebajar la pena o sustituir la prisión por un centro de atención especializado.
El juicio ha comenzado este jueves en la Audiencia Provincial de Albacete, donde se ha constituido el jurado popular y se ha dado lectura a los escritos de calificación provisional.
Los letrados de los dos procesados han recurrido a la discapacidad intelectual de sus clientes, ambos con inteligencia límite, para señalar que, en ningún caso, las lesiones que presentaron los bebés en las autopsias fueron intencionadas, sino que "la falta de observación y de pericia en las normas más elementales de cuidado podrían haber causado algunas de las lesiones de los niños, que jamás se hicieron de manera consciente ni voluntaria".
Asimismo, la defensa ha criticado la decisión del Tribunal de denegar la realización de una prueba genética que pueda determinar si los bebés padecían algún tipo de enfermedad que pudiera haber sido la causante de las heridas y, finalmente, la muerte de ambos.
"Sin realizar las pruebas genéticas no se puede descartar que los menores sufrieran algún tipo de patología", han indicado.
Igualmente, han negado los episodios de maltratos y abusos de los que se acusa a sus defendidos, así como la ausencia de socorro, asegurando que tanto A.M.G. como G.R.T. hicieron todo lo posible por que sus hijos estuvieran bien atendidos. Sobre los vómitos y los arañazos han señalado que "son cosas comunes que ocurren a los bebés, no por eso se les lleva siempre al médico".
Respecto a la tercera procesada, la abuela paterna, M.G.T.S., su defensa ha asegurado que nunca dijo a los padres que no llevarán a los bebés al médico y que, de creer que las lesiones eran intencionadas "ella habría sido la primera en acudir al hospital y llamar a la Guardia Civil".
Además, ha acusado a la Fiscalía de "exagerar lo que entienden por ritos y curandería", defendiendo que lo único que hacía su clienta era rezar, "como hace otra mucha gente".
El juicio continuará este viernes con los alegatos iniciales de las partes y el interrogatorio de los acusados, que se enfrentan a prisión permanente revisable.