“Los veterinarios de Castilla-La Mancha somos una garantía para evitar que se produzcan enfermedades de transmisión alimentaria en toda la región”, destaca Luis Alberto García Alía, presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo y del Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla-La Mancha.
Con Motivo del día Mundial de la Alimentación, que se celebra cada 16 de octubre, el Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla-La Mancha destaca el “papel primordial” de los veterinarios como una figura clave en el abastecimiento de alimentos sanos, seguros y de calidad.
El consumo de alimentos insalubres puede provocar desde intoxicaciones hasta graves enfermedades, como son el cáncer o los trastornos neurológicos, por lo que detrás de cada alimento que se consume hay un profesional veterinario para garantizar que los productos tanto de origen animal como de origen vegetal cumplen con todos los controles sanitarios.
“La labor que realizamos los veterinarios en materia de seguridad alimentaria, abarca desde granjas y cultivos hasta supermercados o restaurantes, pasando por mataderos, salas de despiece o Puestos de Inspección Fronterizos”, subraya García Alía, y añade que “estamos presentes en todas y cada una de las industrias y empresas alimentarias, desde el campo hasta la mesa”.
Con el objetivo de controlar los peligros tanto biológicos como químicos en los alimentos, los veterinarios toman muestras y las analizan para evitar que se comercialicen productos que puedan poner en riesgo la salud humana como agentes zoonóticos, plaguicidas, residuos de medicamentos veterinarios, entre otros, y ejercen un control sobre el envasado y etiquetado para verificar que el consumidor tiene toda la información sobre el producto.
Además, realizan auditorías e inspecciones en los puntos de comercialización y consumo de alimentos para verificar que cumplen con toda la normativa establecida en el ámbito de la seguridad alimentaria.