Los profesores de la Facultad de Medicina de Albacete Silvia Llorens, Eduardo Nava, Mónica Muñoz-López, en colaboración con el profesor vinculado de Neurología, Tomás Segura y el neurólogo del Hospital General Universitario de Albacete Álvaro Sánchez-Larsen, plantean en el trabajo recién publicado: Neurological symptoms of COVID-19: the zonulin hypothesis, la existencia de un mecanismo común al sistema digestivo y al sistema nervioso para atravesar barreras de protección, a través de una molécula que las abre: la zonulina. Para ello, los investigadores explican cómo llega el virus desde las vías respiratorias al tubo digestivo sin ser destruido por el ácido del estómago y del digestivo, al cerebro.
Esta es una hipótesis que plantean los investigadores, quienes afirman que, a día de hoy, la COVID-19, aun siendo una enfermedad fundamentalmente pulmonar, afecta a muchos otros órganos, como el sistema nervioso y el aparato digestivo. “La afectación nerviosa es probablemente la responsable de muchas secuelas de la COVID-19. La afectación digestiva ocasiona muchos de los síntomas gastrointestinales que los que han pasado la enfermedad conocen”, señalan, mientras explican que para que este virus pueda alcanzar el cerebro debe sortear lo que en medicina se denomina como barrera hematoencefálica, que protege a las neuronas de los elementos nocivos que circulan por la sangre, en este caso, el virus.
Asimismo, indican, que para que dicho virus pueda llegar del pulmón o del tubo digestivo a la sangre, también debe atravesar otras barreras, aunque “no tan impermeables”, por lo que se plantea que sea la zonulina el mecanismo común del sistema digestivo y del sistema nervioso, capaz de atravesar dichas barreras.
La publicación de esta hipótesis, con algunos aspectos por probar experimentalmente, representa un nuevo avance en la investigación traslacional básico-clínica de la Facultad de Medicina de Albacete “con investigadores de las áreas de Fisiología y Anatomía y con facultativos con una sólida experiencia COVID neurológico, reconocido por el registro ALBACOVID, liderado por el profesor y doctor Tomás Segura, y publicado recientemente en la revista Neurology”.