
Lezuza al fondo, desde el yacimiento arqueológico de Libisosa. Foto: José Iván Suárez
Una de las “grandes joyas de la arqueología europea” ya tiene su propio libro ‘Libisosa: Historia congelada’, editado por el Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) ‘Don Juan Manuel’ que aglutina la historia de este yacimiento arqueológico de gran relevancia. Escrito por Héctor Uroz, arqueólogo, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Murcia y codirector de las excavaciones, este trabajo, que llega cuando se cumple prácticamente un cuarto de siglo del inicio de las excavaciones.
Esta obra es la más extensa hasta la fecha en torno a Libisosa, en la que la fase ibero-romana ocupa un papel protagonista, considerara ‘una mina’ para la investigación del periodo ibérico final y la romanización. Además, se incluye el propio volumen de ‘Información y documentación privilegiada’ de las últimas campañas en torno al yacimiento.
Un ejemplar que comienza con la fase de Bronce Final hasta ahora “inédita con una selección de materiales del siglo IX a.C. además, esas huellas de la fase ibérica del siglo V a.C. don todavía no se forman estructuras. También se muestra un contexto de la etapa ibérica del siglo III y IV a.C., algo único en este libro. Luego se trata de un compendio de la fase ibérica final del siglo del primer tercio del siglo primero antes de Cristo que es destruida de un día para otro y que ha quedado congelado en el tiempo”, cuenta Héctor Uroz, arqueólogo del yacimiento arqueológico de Libisosa.
Esta “tragedia” antigua para los arqueólogos es una oportunidad a la hora de excavar. Al retirar los escombros de esa destrucción “lo que nos encontramos es una fotografía inalterada del estado inmediato anterior a su destrucción como objetos completos o estructuras excelentemente conservadas. Esto sería la joya del yacimiento hasta el momento. Son muchos años de excavaciones en un amplio terrero en superficie y en profundidad donde se van encontrando varias fases. Hemos intervenido en el 10% aproximadamente del yacimiento”, comenta Héctor.
Todavía queda mucho por descubrir, a pesar de tener hallazgos espectaculares y relevantes para la investigación, dos aspectos importantes que coinciden. Por lo tanto, “sería mucha casualidad que al haber intervenido en un porcentaje tan reducido hubiésemos encontrado lo más destacado de Libisosa”, añade el arqueólogo.

Hector Huroz, co-director del proyecto arqueológico en Libisosa, en la provincia de Albacete. Foto: José Iván Suárez
Desde 1996 se han llevado a cabo excavaciones ininterrumpidas, ya que este Parque Arqueológico tiene alrededor de 30 hectáreas. Este yacimiento alberga desde la Edad de Bronce Final hasta época Baja-Medieval. “Las fases más potentes son la Ibérica y la Romana. Se pueden apreciar estructuras y edificios muy relevantes, algunos con excelente conservación de la fase ibérica final. Además, cuenta con una cultura material que sale en una cantidad, calidad y variedad absolutamente sin parangón. Esa fase que se destruye de forma precipitada a finales de la fase ibérica principios de la Hispania Republicana”, explica el autor.
Además, la Colección Museográfica ubicada en el centro sociocultural de Lezuza, donde se exhiben algunas de las más de 155.000 piezas inventariadas tras ser halladas en esta suerte de ‘Pompeya Ibérica’, un espacio que, junto al propio yacimiento, ha sido visitado, a través de visitas guiadas, por unas 3.000 personas desde el inicio de 2022.
Libisosa es un potente instrumento con el que, a través del pasado, proyecta oportunidades futuras que trascienden la provincia y que contribuyen a la dinamización social y económica de nuestra tierra, generando riquezas y empleo directo e indirecto. Además, destacar que es el sexto Yacimiento Arqueológico de Castilla-La Mancha (el segundo de la provincia de Albacete junto al Tolmo de Minateda).
Así, junto a los informes y memorias presentados tras cada campaña, se trabaja desde la vía académica con publicaciones científicas en diversas revistas de prestigio, ahora también a través de este libro. Asimismo, se ha avanzado que ya se está preparando un segundo libro y una guía didáctica en torno a este Parque Arqueológico. “Todavía quedan muchos libros y artículos porque queda un amplio terreno por descubrir por lo que poco a poco se da salida a toda la información privilegiada que aporta el yacimiento. Estamos como en el punto de partida”, indica Héctor.
En estos momentos “seguimos con las excavaciones. Estamos trabajando y centrados en dos aspectos, por un lado, en el trabajo de laboratorio y otro en la adecuación del Parque Arqueológico como es la mejora de la accesibilidad y acondicionamiento”, concluye el arqueólogo.