©Juan Ramón Moscad. Economista.
Uned Almansa. @jmoscad. [email protected]
Decíamos en la parte I del artículo que Roger Domingo(@RogerDomingo) es Director de Ediciones Deusto… Licenciado en Humanidades. Y también que en el post de su Blog “Todo está en los libros”, en “Los Blogs de La Razón.es”, habla del libro “El porqué de los Populismos” (Un análisis del auge pupulista de derecha e izquierda) y, en particular, cita la aportación del economista Daniel Lacalle, que hemos dividido en 4 partes.
En la I parte de este artículo hablábamos de las razones de porqué el populismo cree que es infalible y el que no está con él, está en su contra. También cómo sus políticas económicas nos llevaban a la miseria, poniendo una serie de ejemplos de países que han acabado en este estado.
En esta II parte continuamos hablando del populismo según expone Daniel Lacalle en el libro, sobre los datos y efectos económicos del populismo. Y continúa diciendo:
IMPUESTO A LOS RICOS y EL FRAUDE FISCAL
L) En España, como si a nadie le importara la realidad, las matemáticas o la estadística, los populistas se lanzan a prometer enormes planes de gasto con nuestro dinero y piensan financiar esa generosidad con el dinero de los demás a través de los dos mantras favoritos del despilfarrador burocrático. Los “impuestos a los ricos” y el “fraude fiscal”. Gran novedad. No se le ha ocurrido a nadie. ¡Que paguen los ricos! Los “impuestos a los ricos” es el timo más recurrente en el discurso del populista. En España hay menos de 4.700 contribuyentes que ganen más de 600.000 euros al año. (En 2014 había 5.394 declarantes). No precisamente “grandes fortunas”, y suponen 2.561 millones de euros de recaudación. Ni duplicando el esfuerzo fiscal —suponiendo que el incremento de ingresos fuera lineal, y no lo es— se consigue financiar una fracción de los espejismos de gasto de los populistas e intervencionistas.
M) Pero es que en España los especialistas en redistribuir la nada llaman “los ricos” a los que ganan más de 60.000 euros año. Estamos hablando, incluidos los 4.700 anteriores, de menos de 615.000 contribuyentes que aportan 22.000 millones a las arcas del estado, más del 32% del total ingresado por IRPF. De nuevo, aumentando los tipos marginales en la cantidad propuesta por Unidos Podemos no llegas ni de lejos a las cifras que dicen que van a conseguir. En España las 200 mayores fortunas tienen un patrimonio neto de 205.609 millones de euros. Pero la cifra tiene truco. Ni un tercio de ese patrimonio está concentrado en nuestro país y la gran parte pertenece a sociedades que han generado pérdidas en 2015. Además, ese supuesto aumento por patrimonio no se recauda todos los años, es una sola vez.
N) La recaudación por impuesto de patrimonio no supera los 1.500 millones y el PSOE, por ejemplo, piensa que va a recaudar casi tres veces y media (3,5) más de lo que se consiguió en el pico de la burbuja, subiendo impuestos. El impuesto de sucesiones es injusto, porque grava cosas que han tributado varias veces anteriormente, desincentiva el ahorro y la principal fuente de transmisión de riqueza en la clase media, el piso de padres a hijos. Encima, es fiscalmente desastroso. A pesar de la carga fiscal, que en algunos casos llega al 86%, recauda solo 2.000 millones, y hace a la economía más frágil al “desincentivar la inversión y la compra-venta” en el país. No recauda y espanta la entrada de capital. Un impuesto para “fastidiar”. Las promesas de los impuestos a “los ricos” se convierten en realidades de impuestos a todos. El que piense que 615.000 personas van a sufragar 60.000 millones de euros de gastos tiene un problema de fe en la magia y de matemáticas. Aún más, si piensan que 4.600 “grandes fortunas” van a sufragar las decenas de miles de millones que prometen los aristócratas del gasto público, sepan que “lo van a pagar ustedes”.
O) Yo he vivido en muchos países y jamás me he encontrado estimaciones tan ridículas por futuros impuestos. Pero la más ridícula es que casi todos los partidos fíen su objetivo de consecución del déficit acordado con Bruselas a la “lucha contra el fraude”. Primero, porque es un concepto que debemos considerar como ingreso extraordinario, si se consigue, no como base. En España jamás se ha conseguido una cifra por este concepto superior a 15.600 millones de euros, récord alcanzado el año pasado. Pero debemos entender que esa cifra no es extrapolable a todos los años. Una gran parte es un ingreso de una sola vez. Los propios Inspectores de Hacienda han alertado sobre estimaciones optimistas por recaudación de impuestos, y el BCE y la Universidad de Lisboa cifran la media de error en las estimaciones de ingresos fiscales por impuestos en un 1% a 1,4% del PIB. Por tanto, lo que debería alertar a cualquier ciudadano es que el 80% de los programas económicos basen la reducción del déficit —ni siquiera asumen cuadrar las cuentas, que reducir el déficit es seguir aumentando la deuda— vía conceptos y cantidades estimadas de manera totalmente optimista.
P) El programa de Unidos Podemos es semejante a un catálogo de almacén de muebles: parece gratis pero lo pagas, parece que te lo van a dar todo, pero lo acabas haciendo todo tú, y parece que vas a ahorrar, pero terminas gastando mucho más de lo que esperabas. El programa económico de un partido populista de izquierdas siempre es igual. —Prometer un gasto eternamente creciente acudiendo a unos ingresos de ficción o al mantra del inflacionismo. El de Unidos Podemos está copiado casi en su totalidad de Syriza en Grecia y sus estimaciones de crecimiento asiático. Seguro que crecemos un 3,5% aplicando las medidas que han hundido aún más la economía griega. Fían toda la financiación del monumental aumento de gasto político—,“en línea con el aumento de 2000 a 2007” dicen, —como si la época de burbuja fuese algo a emular— a un crecimiento del PIB por “multiplicador del gasto” que se ha demostrado que es casi nulo y hasta negativo en economías endeudadas y abiertas como la española y a los mencionados unicornios del fraude fiscal y los impuestos a las grandes fortunas. Y lo que esconden es un enorme aumento de cargas indirectos —bajo el subterfugio “verde” y “social” en este país cuela todo— que pagamos todos, y la mayor subida de impuestos y endeudamiento de la historia. Y con ello, sabiendo que las estimaciones de ingresos son pura ficción, España volvería a niveles de déficit como los que nos pusieron al borde de la quiebra, pero con un 30% más de deuda como mínimo, y justo cuando el BCE haya más que sobrepasado el periodo de estímulos. Es decir, nos manda a un shock de deuda seguro. No hace falta irse a otros países, donde han estado un año gobernando, suben impuestos a todos, paralizan inversiones y encima incumplen el déficit gastando mucho y mal.
Q) Dos y dos nunca suman veintidós. Nos están tomando el pelo con el aplauso de muchos y la sonrisa del que no va a pagar el expolio. Y luego le echarán la culpa a otro. Los ciudadanos debemos dejar de pensar en los partidos y los políticos como los Reyes Magos que nos van a dar un regalo quitándoselo a otro. La base de una sociedad próspera es que los ciudadanos y las administraciones aporten y apoyen el crecimiento.
Endeudarse y hacer impago
Por supuesto, cuando las cuentas se hacen insostenibles y la deuda se dispara, el populista echa la culpa de todo a su viejo amigo el enemigo exterior, los bancos, Merkel o el FMI, y proclama la bondad y necesidad del impago.
--Primero endeudarse y gastar hasta la extenuación y luego no pagar. Maravillosos. Siempre que los populistas hablan de impago-reestructuración, etc., lo venden como si se pudiese hacer default y, a la vez, gastar más y, por supuesto, barato. Una idiotez. Según el estudio de 275 casos de impago de los profesores Boreinstein, Panizza y Levi-Yeyati, las consecuencias son:
– Un impacto negativo en el crecimiento del país de un 0,6% a un 1,2% mínimo.
– Un desplome del crédito concedido, al perder la confianza internacional, del 40% de media.
– Caída del comercio exterior del país del 8% de media.
– Quiebra generalizada de pymes porque se seca el crédito. La pérdida de acceso a los mercados internacionales es inmediata y no solo el Estado, sino las empresas, encuentran costes más caros, plazos más cortos... si hallan financiación.
En el momento que un país comete impago, las huchas de la Seguridad Social y pensiones quiebran. El 90% de la hucha de la Seguridad Social y de las pensiones españolas o griegas está invertido en deuda soberana. En el momento en el que un país hace impago, quiebran ambas. Y no se puede ‘desligar’ el impago a ‘sólo los extranjeros’ o ‘todos menos la SS y las pensiones’.
--Primero, los pleitos internacionales contra el país se sucederían. El “default técnico” llevaría, como ha ocurrido en todos los países que lo han hecho, a hundir su capacidad crediticia privada y estatal. Los “recortes” que tanto odian serían inmediatos y reales porque el país no tendría acceso a financiar el déficit y los ingresos fiscales caerían una media del 10%. Eso sí, ahora hablan de “impago selectivo”, que es hundir la seguridad jurídica igual, autoconcederse la decisión de quién impaga y quién no y, además, no genera ninguna confianza. Es como decirle a alguien que le vas a pegar medio puñetazo. Pero incluso si “solo hacen impago al FMI”... Fíjense en la lista de países que han hecho impago al FMI. Sierra Leona, Zimbabue, Cuba, Somalia... Todos han visto más sufrimiento y dificultades para familias y empresas tras sus impagos y un periodo prolongado de entre siete y ocho años hasta empezar a ver la luz tras el default.
¡Pero seremos libres!
Recordemos a Ecuador, donde Correa hizo impago de 3.200 millones de dólares para acabar dependiendo de China a un coste muy superior (7,5%) a menor plazo (8 años). Y Ecuador tiene petróleo... Bueno, lo tiene ahora China. O Argentina, donde en 2005 Kirchner rechazó al FMI para entregarse a préstamos de Venezuela al doble de interés. O Islandia, un país más pequeño que Bilbao. Siempre recomiendo leer “Qué es lo que realmente ocurre en Islandia, (porque estoy harto de que difundan mentiras)” –”What is actually going on in Iceland (because I´m tired of you people spreading untruths)”–. En dicho artículo, se explica el papel dominante que sigue ejerciendo localmente el Fondo Monetario Internacional, cuyas recomendaciones han sido implantadas completamente y prueban que Islandia es un país intervenido. Otra falsedad es la idea de que Islandia no rescató a los bancos. Les inyectó, sólo a sus nuevos bancos nacionales, alrededor de 0,27 billones de coronas, casi el 20% del PIB del país.
Pero la crítica más furibunda se produce cuando aborda la cuestión de la falsa condonación de las deudas a los ciudadanos locales. Porque no fue cierta. Impago. ¡La culpa es del que me prestó por fiarse! Magnífico. Pues gracias por decir que no es usted fiable y sus propias estimaciones de solvencia eran falsas. Y no te prestan más. Adiós credibilidad y acceso a mercados. En cualquier caso, lo veamos como lo veamos, lo que no ha existido NUNCA es el cuento que nos venden los aprendices de brujo totalitarios disfrazados de ángeles sociales: impago y mayor gasto público real. Nunca.
La Arcadia feliz de un país que no cumple sus compromisos pero puede gastar más es un unicornio que se convierte en pesadilla cuando se desploma la recaudación por falta de acceso a mercados... aunque se dedique a imprimir una moneda que nadie quiere, ya que sólo crea hiperinflación y corralitos cada vez que las reservas de divisas se vacían.
Y ya es para caerse de risa hablar de impago y aumentar el límite de déficit. ¿Quién va a financiar ese déficit? Por supuesto que existen reestructuraciones de deuda en muchos países y sectores privados. Pero NINGUNA supone reestructurar y gastar más. Ni mucho menos endeudarse más. Al final, las soluciones mágicas salen muy caras y a lo que se pretende ayudar es lo que más sufre. Las familias y clases bajas. El impago no tiene nada de social. Es la constatación mundial de que no somos fiables. Y eso se paga. Siempre.
El inflacionismo
Maduro, Kirchner, Allende. No es una casualidad que los economistas que apoyan a los populistas de izquierda sean todos inflacionistas. La fascinación por crear moneda y solventar todos los problemas imprimiendo más es parte de una teoría económica que ignora la productividad, lo que es el dinero y pretende hacer creer a los ciudadanos que la prosperidad se crea imprimiendo papelitos. Si devaluar e inflacionar fueran la panacea, Venezuela y Argentina serían los países líderes del mundo…
(Continuará en la III parte de IV)
©Juan Ramón Moscad. Economista. Uned Almansa. @jmoscad. [email protected]
Otros artículos del autor sobre el tema:
1) (I parte de lV) El economista Daniel Lacalle participa en el libro “El porqué de los Populismos”