Cuatro de cada diez personas jóvenes de Castilla-La Mancha están en paro. No son cifras halagadoras, ni mucho menos. Pero hace cinco años no eran cuatro, eran cinco. Y en el caso de las mujeres más jóvenes, eran prácticamente seis de cada diez las jóvenes menores de 25 años las que no tenían trabajo. Fueron los resultados más evidentes que dejó la crisis de 2008, y las posteriores políticas llevadas a cabo por el Gobierno del PP liderado por María Dolores de Cospedal en la región. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, en el penúltimo trimestre de 2020, muestran una mejoría respecto a los últimos meses de 2015, pero el desempleo juvenil sigue siendo una problemática en Castilla-La Mancha.
Analizar los datos en relación a 2015 hace que la tendencia sea positiva, pero la realidad es que el paro juvenil no ha logrado descender del 36%, y la región sigue situándose entre las cinco con la mayor tasa, sin contar Ceuta ni Melilla, después de Canarias, Andalucía, Extremadura y País Vasco. Fue justamente en el último trimestre de 2019 cuando se registró la menor tasa, del 36,44%, pero la crisis del coronavirus ha hecho que las cifras vuelvan a subir hasta superar, ligeramente eso sí, el 40%.
“La juventud de Castilla-La Mancha es protagonista de la pérdida de empleo que muestra la EPA, el 70% de las ocupaciones perdidas eran empleos de jóvenes entre 16 y 34 años. Este mayor impacto está vinculado a la precariedad en la que desarrollan sus vidas laborales con una fuerte presencia de la contratación temporal y de los empleos de temporada”, aseguraba Mª Angeles Castellanos, secretaria de Empleo y Políticas Sociales de CCOO Castilla-La Mancha, tras conocer los datos de la Encuesta de Población Activa de julio de este año, cuando se consolidaba la tendencia por encima del 40% de paro entre los más jóvenes.
Sin embargo, la Junta de Comunidades ha querido mostrar su optimismo en relación a cómo ha evolucionado el desempleo entre la población más joven de Castilla-La Mancha. Así lo señalaba la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en la presentación del Bono Joven, quien destacaba el esfuerzo del Ejecutivo autonómico en el impulso del empleo juvenil, habiendo invertido desde el año 2015 más de 40 millones de euros en estas políticas, de los que se “han beneficiado 6.900 personas”. Franco también resaltaba que la región había logrado salir de las regiones europeas con más paro juvenil para situarse en una posición ligeramente más favorable.
Y esto es cierto. Efectivamente, la región ha logrado salir de las peores posiciones a nivel europeo, un triste logro que se hizo especialmente patente entre los años 2013 y 2014, según los datos ofrecidos por el servicio de estadística europeo EUROSTAT. Según los datos de este servicio, sólo la región griega de Ipeiros, Andalucía y Canarias superaban a Castilla-La Mancha en este sentido, con una tasa que EUROSTAT situaba en el 61,5%, el mismo que Extremadura. Los datos europeos situaban a más de seis cada diez jóivenes como desempleados en la región.
CCOO de Castilla-La Mancha advertía en septiembre de este año que “la precariedad laboral continúa siendo la tónica general en la región, en un año que ha sido horrible para el empleo” y que esta situación afectaba especialmente a los jóvenes y a las mujeres. Y es cierto, en la evolución del desempleo en la región, especialmente en el joven, se ve una incidencia marcada en el mercado laboral, o más bien en su falta, entre las más jóvenes. En el primer trimestre de 2016, el desempleo juvenil era de un 54% en la región, según el Instituto Nacional de Estadística, mientras que el femenino superaba el 58% y el último trimestre de ese mismo año, la tasa juvenil bajaba hasta el 50% pero se mantenía en el 58% entre ellas.
Franco también se refería a esta situación al presentar el Bono Joven, en el que las ayudas a la contratación de los más jóvenes pasaban de los 10.600 euros al año para ellos a los 12.000 en el caso de contratar a mujeres. La consejera de Empleo señalaba que se trata de medidas necesarias para “atajar” la desigualdad innegable que se puede observar en el mercado laboral castellanomanchego.
¿Dónde han ido los 40 millones de euros?
Nuria Chus, viceconsejera de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral, explica que al inicio de la legislatura la tasa de paro entre las personas más jóvenes era “escandalosa” al suponer más del 58% y situarse como la segunda comunidad autónoma con más desempleo en este sector. “Era clarísima la necesidad de tener programas impulsados a los jóvenes, era un colectivo diana”, resalta. Entre los ‘programas estrella’, destaca el llamado ‘Decreto joven’ que se puso en marcha en octubre de 2015, las primeras ayudas para formalizar contratos formativos o contratos en prácticas, a lo que luego se añadió el llamado ‘contrato de relevo’ y el programa ‘Titulados’, puesto en marcha en el 2018, dentro del Sistema de Garantía Juvenil.
Chus también recuerda el Programa de Retorno del Talento, “por lo novedoso”, una línea puesta en marcha en el año 2017, como una manera de paliar el flujo migratorio negativo que incidió “especialmente” entre los castellanomanchegos de 25 a 34 años y “precisamente” entre los jóvenes con estudios finalizados, con tres líneas para ayudarlos a volver a echar raíces en su región de origen. “Hemos pasado de un deshonroso lugar a situarnos casi en la mitad de la tabla, y debajo de la tasa nacional, aunque sea por muy poquito. Esto pone de manifiesto que estos programas de empleo han funcionado muy bien”, recalca la viceconsejera. Sin embargo, advierte, sigue siendo “primordial” seguir trabajando en este aspecto.