
Ilustración 1 Imagen del video de presentación de la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha, en la que no se hace ninguna mención a la bicicleta
La semana pasada conocimos dos proyectos que a priori deberían ser relevantes para impulsar la movilidad saludable y sostenible de la región. Uno es la presentación de la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha, el segundo es la reforma de la Estación de Buses de Albacete. El problema es que ambos están completamente vacíos, ya no de análisis y acciones orientadas a hacer nuestra vida mejor cuando nos movemos, sino de la mínima retórica para fomentar la ilusión de que lo intentan. ¿De dónde vienen y hacia dónde van tantos traspiés?
Una bicicleta ocupa sin miramientos cinco de los primeros quince segundos del vídeo de presentación de la Estrategia de Economía Circular de CLM. Hay otra en la portada. La palabra bicicleta aparece cero veces en todo el documento. O pedalear, o derivados. Cero. Si fuese un producto, tendrían que retirarla mañana por publicidad engañosa. Hay cero por ciento de bicicleta en nuestro zumo de bicicleta.
La semana pasada discutía en una reunión de trabajo el problema de que los documentos estratégicos suelen decir muy bien lo que toca. Su éxito depende en realidad de cómo articulen los mecanismos (políticas, presupuestos, información, diseño) a su disposición. Pero es que esta “estrategia” ni siquiera llega a decir lo que toca. En general los debates de transporte de hoy en día giran en torno a repartos modales, calidad del aire, autonomía e igualdad; En el caso de Economía Circular, puede que sobre la paradoja de Jevons y la necesidad de medir consumos finales totales. Pero estamos muy lejos de eso. Que el gobierno de Page haya concebido una Estrategia de Economía Circular de carácter meramente residual para la movilidad es una alegoría deprimente en la forma y en el fondo. Los dibujos muy bonitos, eso sí.
Por otro lado, El Alcalde de Albacete Vicente Casañ anunció el pasado jueves la reforma de la estación de buses de la ciudad. Más allá de la propuesta escultórica de las imágenes, es imposible saber cuánta cabeza hay en el diseño. El eco de la nota de prensa del Ayuntamiento en los medios y un par de tweets son lo único que tenemos, porque los planos no se han hecho públicos. Ni siquiera se ha avisado de la existencia del proyecto a la Mesa de la Movilidad de Albacete, ese órgano que reúne a colectivos locales interesados y al que el Consistorio convoca para justificar subvenciones europeas con la foto de rigor. En su mandato, Casañ ha convocado a la Mesa una sola vez, en absoluta sintonía con sus predecesores de, al menos, las dos últimas legislaturas. Emilio Saez, que toma el relevo de la Alcaldía en Mayo, de momento no ha dado ningún síntoma de mejorar la marca. Porque para fomentar la participación, el Ayuntamiento ya está construyendo un Centro de la Participación. Hay que reconocerles que en este caso si que producen buenos ejemplares de retórica vacía. Y de arquitectura vacía. Una manera de hacer Europa.
Es una reforma con la que perseguimos no solo mejorar la estética, sino volver a llenarlo de vida y que sus espacios se alberguen de actividad comercial.
Este proyecto ya ha sido consultado con la Federación de Asociaciones de Vecinos de Albacete y resto de grupos políticos. https://t.co/Mvf27rqrVv
— Vicente Casañ (@Vicente_Casan) March 4, 2021
Volviendo al material disponible, lo que se propone es la reforma de un centro comercial que, de forma circunstancial, tiene una estación de buses anexionada. Por los 750.00 euros que va a costar el proyecto, la palabra clave que se echa de menos es Intercambiador. Intercambiador Modal. Eso es de primero de política chusca de un siglo ya bien entrado en el que la planificación del transporte está teniendo un papel central. Pero todo indica que nadie implicado ha caído en que una obra en una estación de buses contigua a una estación de trenes pudiera servir, en efecto, para habilitar las conexiones de forma cómoda entre ambas y con el transporte urbano. O al impacto que eso pueda tener en el aumento del uso del transporte público. Es especialmente paradójico, un broche a todo este despropósito, que la falta de sistemas intermodales de transporte en la región sea la única mención que hace a la movilidad la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha. Por lo visto las comunicaciones internas también están cortadas.
Las deficiencias asociadas a la premura con la que se han anunciado ambos proyectos – Estrategia de Economía Circular y Reforma de Estación de Buses – difícilmente se pueden disociar de la reciente llamada del Ministerio de Transportes y Agenda Urbana a presentar proyectos para financiar con la tromba de dinero del Pacto Verde Europeo. Los requerimientos piden proyectos maduros y participación, y se hará lo posible porque el papel sujete lo que la realidad niega. Más de una década después del Plan E el aprendizaje parece nulo. En 2021 El modelo subvención-obra-foto-elección ha vuelto a conquistar a nuestros gobiernos regional y local.
La reactivación de la Mesa de la Movilidad de Albacete, con un calendario regular de reuniones (online si es necesario) y una comunicación continua con sus colectivos, y la incorporación de representantes del gobierno de Castilla-La Mancha, va a ser imprescindible para que al final de este ciclo de subvenciones públicas titánicas no nos encontremos, otra maldita vez, con una erial de infraestructura que no responde a las necesidades de nadie en una región donde ya no queda nadie a quien ignorar.