Amigas, amigos:
¡Hasta aquí hemos llegado! Vamos a decirlo bien alto y bien claro para que todo el mundo nos entienda: jamás aceptaremos una jefatura de Estado hereditaria, jamás normalizaremos la imposición de un dictador sanguinario, jamás miraremos hacia otro lado ante la corrupción galopante de la familia real. No hemos llegado hasta aquí para eso. Se ha acabado el tiempo de los cuentos chinos. La Transición se hizo bajo amenaza, los partidos republicanos no pudieron presentarse a las elecciones a Cortes Constituyentes y a la ciudadanía se le ofreció en referéndum elegir entre la monarquía o la nada. Pero eso no es democracia, sino trampa, pinchazo o pellizco. Al pueblo español se le trató como si fuera menor de edad. Pues, bien, ha llegado el momento de reclamar nuestra mayoría de edad como mujeres y hombres libres e iguales, sin paternalismos ni tutelas. Ya está bien de milongas. Reclamamos un auténtico proceso constituyente, participativo, abierto y horizontal que puede empezar a desarrollarse en las plazas y en el seno de las organizaciones populares, y que debe finalmente trasladarse a las instituciones públicas. Exponemos algunas propuestas de cara al debate colectivo:
- Adoptar la República como forma de estado.
- Abolir los títulos nobiliarios, limitar al máximo los aforamientos y prohibir las denominadas “puertas giratorias” como expresiones de desigualdad ante la ley.
- Hacer del trabajo y la justicia social los ejes de la economía nacional.
- Plantear el estado federal como una posibilidad de consensuar el modelo territorial.
- Denunciar los acuerdos con el Vaticano y acabar con los privilegios fiscales, legales e institucionales de la Iglesia Católica.
- Blindar los servicios públicos frente a las políticas privatizadoras promovidas por las grandes corporaciones.
- Subordinar la propiedad privada al interés nacional.
- Establecer el derecho a la vivienda como responsabilidad del Estado.
- Promover una educación para el conocimiento como medio para la emancipación de la clase trabajadora.
- Incluir la cultura, en sus más diversas manifestaciones, como factor fundamental en el desarrollo humano.
- Consignar un porcentaje del presupuesto a fomentar la investigación en ciencia y tecnología en línea con los países de nuestro entorno.
- Incorporar los logros del movimiento feminista (divorcio, interrupción del embarazo, derechos sexuales y reproductivos, paridad, conciliación familiar…) y de la comunidad LGTBI (matrimonio entre personas del mismo sexo, medidas antidiscriminación, identidad de las personas trans…) en el articulado de la constitución.
- Reconocer los derechos de las personas emigrantes y refugiadas, incorporar estrategias globales de integración e instituir la cooperación internacional como elemento constitutivo de nuestra política exterior.
- Renunciar a la guerra como herramienta de resolución de conflictos, prohibir la venta de armas a gobiernos que no respeten los derechos humanos, implementar los convenios internacionales suscritos, respetar las resoluciones de la ONU y defender el derecho de los pueblos ocupados, como el saharaui o el palestino, a su libre autodeterminación.
- Suscribir un nuevo contrato con la naturaleza en el que se reconozcan los derechos de todos los seres vivos y se interprete la tierra como casa común y no como objeto de expolio.
No somos gente ingenua. Somos conscientes de las dificultades y de la feroz reacción con que chocará nuestra pretensión de avanzar en democracia y hacer del pueblo el protagonista de su destino. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados porque, como dijo Marcelino Camacho, “ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar.” Este 14 de abril se celebra el 90º aniversario de la proclamación de la II República. Aquí, en Albacete, se llevará a cabo un acto conmemorativo a las 20:00 en el Paseo de la Libertad. Con el recuerdo vivo de todas aquellas personas que lucharon por una España más justa, sin olvidar jamás a quienes combatieron contra el fascismo y sufrieron todo tipo de represalias por ello, hoy (no se nos ocurre mejor día) iniciamos un camino que conduce a un horizonte de esperanza. ¡Por un proceso constituyente ya! ¡Viva la III República!
* El Colectivo Puente Madera está formado por Enrique Cerro, Esteban Ortiz, Elías Rovira y Javier Sánchez.