El subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa, acompañado por la jefa provincial de Tráfico, Cruz Hernando, ha presentado la campaña de vigilancia y control de alcohol y drogas que desde ayer, hasta el próximo martes, día 22, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha, y cuyo principal objetivo es evitar que los conductores y conductoras que hayan ingerido alguna de estas sustancias circulen por las vías públicas.
El subdelegado del Gobierno agradeció la colaboración de los ayuntamientos de la provincia que disponen de Policía Local y que se han querido sumar a esta campaña estableciendo controles en las vías urbanas.
Espinosa recordó que uno de cada cuatro accidentes mortales en carretera está motivado por el consumo de alcohol, siendo la segunda causa de siniestro, solo por detrás de las distracciones, y uno de cada tres conductores fallecidos en 2019 en accidentes de tráfico había consumido alcohol u otras drogas.
El subdelegado del Gobierno afirmó que estos datos demuestran la absoluta incompatibilidad de una conducción segura al volante con el consumo de alcohol o de sustancias estupefacientes.
Por otra parte, también hizo referencia a los más de 40 años de experiencia de la DGT en campañas de vigilancia, prevención y concienciación sobre la peligrosidad que entraña el consumo de drogas y alcohol para la conducción, y defendió el alto valor disuasorio de estas campañas, que contribuyen a reducir el número de accidentes, fallecidos y heridos en las carreteras. “Está demostrado –añadió- que a más vigilancia, menos siniestros”.
Por último el subdelegado del Gobierno manifestó su solidaridad para todas aquellas personas que han sido víctimas de un accidente de tráfico como consecuencia de que un conductor se haya puesto al volante después de haber ingerido alcohol o drogas.
Por otra parte la jefa provincial de Tráfico, Cruz Hernando, manifestó que en lo que llevamos de año, hasta el pasado mes de mayo, “es preocupante que de las sanciones detectadas en la provincia de Albacete, 160 de ellas lo han sido por consumo de alcohol y 205 por consumo de drogas. Son cifras- aseguró- bastante más elevadas de las que tuvimos en el 2019 y en el 2020”.
Hernando también explicó que se ha detectado un aumento en el número de los conductores que se niegan a realizar la prueba de alcoholemia, y que puede ser motivo constitutivo de delito
“El alcohol y las drogas no solo merman las capacidades al volante –añadió- sino que además, en caso de producirse un accidente, las lesiones son bastante más graves que cuando no se han consumido este tipo de sustancias, y por eso insistimos en que al volante la tasa de alcohol y drogas debe ser cero”.
“Hemos logrado –finalizó- rebajar este porcentaje del consumo de alcohol y drogas en las vías interurbanas, pero la incidencia en las vías urbanas todavía es muy alta, y por esta razón, es tan importante la implicación de los ayuntamientos, a través de sus policías locales, en estas campañas”.