Si buscas en el diccionario lo que significa la palabra recreo te muestra que éste es el “periodo de descanso y juego entre horas lectivas”. Cuando le preguntas a un niño te dice que el recreo es ese rato entre clases en el que pueden jugar con sus amigos y , simplemente, divertirse. Un colegio de Almansa, el CEIP Claudio Sánchez Albornoz, y el Centro de Educación Especial (CEE) de Asprona de esa misma localidad, han convertido el recreo en un motor de inclusión. La iniciativa, que se llama ‘Patios Inclusivos’, hace que alumnos del CEIP y del CEE, pasen juntos y recreo a la semana. El objetivo de esta actividad, puesta en marcha desde Asprona Almansa, es que los alumnos con necesidades educativas especiales puedan disfrutar con otros niños a través del juego. “Se trata de ver jugar a los niños con sus iguales y disfrutar del periodo del recreo”, cuenta Ana María Sanchez, fisioterapeuta de Asprona.
Así, a lo largo de este segundo trimestre, que es cuando se ha puesto en marcha la iniciativa, alumnos del CEE de Asprona comparten las instalaciones del CEIP durante esos minutos. Se hace solo un día a la semana y con grupos reducidos siempre alternando alumnos de entre 4º y 5º de primaria, una edad aproximada a la que tienen los usuarios de Asprona que participan en los ‘Patios Inclusivos’ y que oscilan entre los 8 y 15 años. Si las primeras citas fueron en el patio del propio colegio, ahora se han trasladado al gimnasio. Allí hacen circuitos, juegos con mtarial “divertido y que pueda engancharlos”, continua Ana María. Y es así, a través de esos juegos como al final niños que nunca hubieran coincidido en ese espacio, no hubieran jugado, interaccionan indiferentemente de que alguno de ellos tenga capacidades diferentes o necesidades especiales.
Por el momento la respuesta está siendo muy buena en ambas direcciones. Hay que tener en cuenta que se trata de una actividad voluntaria que está teniendo buen participación entre los alumnos. “Cuando suena el timbre y se ven, los niños se saludan entre ellos. Ahora se conocen”. Pero lo más importante que detalla la fisioterapeuta es que los niños del CEIP Claudio “les ponen nombre y los han visto jugar y se dan cuenta de que, aunque tengan una discapacidad, pueden jugar igual que ellos”. O lo que es lo mismo, los niños han aprendido a ver a los usuarios de Asprona como a iguales, algo que, tal y como asegura Ana María Sánchez, está contribuyendo también en un mayor bienestar de los chicos del Centro de Educación Especial.
Inclusión en todos los aspectos
El éxito de esta iniciativa está en que ha conseguido sobrepasar los objetivos de inclusión que a priori se habían marcado. Si la pretensión era que niños con necesidades normales convivieran en ese espacio de tiempo con los alumnos del colegio, ahora se han dado cuenta que los ‘Patios Inclusivos’ pueden servir también a alumnos susceptibles de sufrir acoso escolar. También, cuenta Jose Almarcha, profesor de Educación Física del CEE de Asprona, “fomenta la práctica de actividades físicas y habitos saludables. Pero, sobre todo, nos estamos dando cuenta de que ayuda al desarrollo de habilidades sociales y un clima de respeto entre los alumnos”. Por eso es importante empezar a edades tempranas ya que se han dado cuenta de que los resultados son mejores cuando bajas el rango de edad.
Charlas para los alumnos
‘Patios Inclusivos’ nace con vocación de ir más allá de las paredes de un único colegio. “Formamos a todos los maestros que estén interesados en su implementación a través de una charla formativa, además de otras charlas para el alumnado, desde Infantil hasta Secundaria”, explica Almarcha, que asegura que ya han sido varios los centros de la localidad y la de la comarca que se han interesado en poner en marcha el programa. Además están yendo a los colegios dando charlas a alumnos sobre valores y distinta capacidad, “para que empiecen a pensar en accesibilidad, que sean capaces de reconocer las barreras arquitectónicas y sociales”, explica el profesor de Educación Física.