
África, en una imagen de archivo
Muchos estáis diciendo que soy fuerte, mas fuerte que las piedras, eso no es cierto, yo no soy fuerte, solo sobrevivo a lo que hay.
Esto es duro, muy duro, alejarte de tu familia, por temor a contagiarlos ya que tu estás continuamente expuesta.
No poder sentir apenas contacto humano por el temor al contagio, queuedarte en tu casa sola y enferma sin querer que venga nadie, por protegerlos.
Decir a los cuatro vientos lo bien que estás para que nadie se preocupe, cuando en realidad estás muerta de miedo.
Volver a trabajar cuando aun te encuentras hecha un asco porque sabes que haces mucha falta.
Y es lo que hay y hay que seguir para adelante, nos pase la factura que nos pase…
Y son bienvenidos los aplausos, eso se agradece, pero lo que necesitamos es empatía.
Y que mañana se acuerden de nosotros, que en esta gran tragedia de la humanidad estuvimos ahí, al pie del cañón.
Y que mañana se acuerden que nosotros nos contagiamos sin protestar (pese a que hemos perdido grandes compañeros en el camino...).
Y que mañana se acuerden que expusimos a lo que mas queremos, a nuestras familias, a la enfermedad.
Y que mañana se acuerden de que la sanidad publica fue la que respondió pese a su esquilmamiento por parte de los gobiernos de turno.
Y que seguimos trabajando pese a la falta de esos EPIS maravillosos que están no sabemos dónde.
Y que siempre estaremos ahí pase lo que pase porque somos sanitarios y somos incapaces de mirar para otro lado. Nuestro cometido es ayudar en las condiciones que sea. Esta es la profesión que elegimos y esa es nuestra llámese vocación o filosofía de vida,
Es lo que hay. Juntos podremos pero, por favor, ayudadnos.
África Martínez Amezcua. Enfermera de la GAI de Albacete