Es la historia de un perro que cuenta, a modo de diario, de una "mascota orgullosa" porque tiene unos propietarios que recogen sus excrementos de la vía pública. 'Mis dueños molan' es la campaña que arranca este mes de marzo y que se extenderá a lo largo de varios meses, con la que el Ayuntamiento de la ciudad de Albacete pretende concienciar a los propietarios de mascotas, esencialmente perros, para recoger los excrementos de las mascotas en espacio púbicos y poder así, tal y como ha dicho el alcalde, Manuel Serrano, "mantener la ciudad más limpia y mejorar la calidad de vida de todos los albaceteños".
La campaña, según ha señalado Serrano, se va a difundir en los medios de comunicación locales para darle difusión pero además "se van a serigrafíar 20 vehículos de recogida viaria durante seis meses". A eso se le sumará el reparto de 5.000 mochilas con merchandising específico: un folleto informativo de concienciación de la campaña y un bidón de 400 ml para llenarlo con agua y vinagre en partes iguales para diluir la orina de los perros en la vía pública.
Las mochilas se entregarán a todas las personas que así lo soliciten en la oficina de información Ambiental que tiene el Ayuntamiento en la quinta planta, pero también estará en el Aula de la Naturaleza del Parque Abelardo Sánchez, en locales de nueve Asociaciones de Vecinos y Mayores así como en un total de 19 clínicas veterinarias que se han sumado a la campaña.
Cambio en la normativa
A día de hoy, en la ciudad de Albacete está prohibido dejar al perro orinar tanto en la fachada como en el mobiliario publico. "Mi compromiso es iniciar la modificación de una ordenanza para que sea obligatorio usar el agua cuando el perro orine", ha avanzado el alcalde.
A día de hoy, el Ayuntamiento de Albacete contempla sanciones que van desde los 300 a los 1.500 euros, cuando se trata de “sanciones graves por no recoger los excrementos”, mientras que las muy graves – dependiendo de dónde se cometa la infracción, ya que no es lo mismo que sea en una calle que en un parque de juegos infantiles – van desde los 1.500 y 3.000 euros.