La Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO) denuncia que un nuevo proyecto de plantación de leñosos “vuelve a poner en jaque a las aves esteparias en la ZEPA ‘Área esteparia del este de Albacete’ con la aprobación por parte de la Consejería de Desarrollo Sostenible, de unas 100 hectáreas para este cultivo”.
En este orden, aseguran que “parques eólicos, centrales solares y plantaciones de leñosos (almendros, pistachos y olivos) están acabando con esta zona protegida, incluida en la Red Natura 2000”.
En esta ocasión, prosiguen desde la SAO, “la Consejería se desdice y donde “dije digo, digo diego” y autoriza la plantación de leñosos en una superficie de casi 100 ha, parcelas que en 2018 formaron parte de un conjunto de medidas compensatorias de la Resolución de la declaración de impacto ambiental del proyecto que autorizaba otras 100 ha de leñosos y viña en espaldera y que el propio Servicio de Montes y Espacios Naturales”.
En dicha Resolución establecía que, “dada la gran superficie que se pretende transformar en cultivos leñosos, conviene reservar como medida compensatoria parte de la superficie a la que afecta este proyecto. Por ello no se puede autorizar la plantación en los recintos 5, 41 42, 47 toda su superficie, 5,67 hectáreas del recinto 6 y 5,109 hectáreas del recinto 13, todos ellos de la parcela 635 del polígono 21 de Alpera, estableciendo como medida la implantación de cultivos herbáceos de regadío en la zona indicada en el croquis que figura en la siguiente imagen, puesto que esta zona no está continúa a plantaciones de leñosos, y si lo está la zona que se autoriza. Tampoco se puede autorizar la plantación en el recinto 100 de la parcela 607 por tener un uso de pastos como zona de abandono de cultivo colindante con otras superficies de pastos arbustivos”.
Ahora, aseguran desde la SAO, el promotor, que “se ha olvidado que las medidas incluidas en una DIA son de obligado cumplimiento, ha conseguido burlarlas, presentando un proyecto que a priori llamaba mucho la atención por varios aspectos: primero el título ‘Proyecto de mejora ecológica para la sostenibilidad de cultivos de regadío en la ZEPA’, sin mencionar que se trataba de cultivos leñosos y maquillándolo con expresiones como “mejora ecológica” o “sostenibilidad” de un cultivo que detrae, se mire por donde se mire y se apliquen todas las medidas que se quieran, hábitat natural para las aves esteparias; y en segundo lugar porque se encargó la elaboración del documento ambiental a profesores, catedráticos y doctores de la Sección de Medio Ambiente y Recursos Forestales del Instituto de Investigación en Energías Renovables de la Universidad de Castilla-La Mancha, que han pretendido y finalmente conseguido, que se aceptara la propuesta del promotor, con argumentos carentes de todo fundamento científico y por supuesto dando la sensación de un nulo conocimiento de lo que son las aves esteparias y sus necesidades ecológicas en cuanto al hábitat que requieren, o que han querido justificar lo injustificable a requerimiento o exigencia del promotor”.
En este sentido, desde la Sociedad Albacetense de Ornitología destacan que entre las “pretensiones” que se reflejaban en el documento ambiental para incluirlas como medidas compensatorias a la realización del proyecto “se encontraban, por un lado la ampliación de los límites de la ZEPA a una serie de parcelas ubicadas al norte de la finca, con el absoluto desconocimiento de la complejidad que suponen los trámites para la modificación de estos límites de la Red Natura 2000, y por otro lado, que dichas parcelas propuestas no cumplen con los mínimos requerimientos ecológicos de un hábitat estepario, ya que se trata de pequeñas parcelas de cultivo aisladas entre zonas de monte y parcelas de uso forestal, y que el propio estudio de fauna confirma que en esa zona no se han encontrado aves esteparias”.
Cualquiera, aseguran, cuando lea el Plan de Gestión “podrá comprobar que el hábitat idóneo para este grupo de aves, son las grandes extensiones de cultivos herbáceos de secano, en el que se pueden intercalar algún cultivo de regadío y con linderos para utilizarlos como zona de refugio. Igualmente puede leerse en el Plan de Gestión que la implantación de cultivos leñosos se considera una amenaza para el mantenimiento de un estado de conservación favorable para las aves esteparias”.
“Y si es grave que la Universidad de Castilla-La Mancha firme documentos ambientales con esas propuestas, no lo es menos que la Consejería de Desarrollo Sostenible modifique sus informes a sabiendas de estar vulnerando la Directiva Aves, la Directiva Hábitats, el Plan de Gestión e incumpliendo las Resoluciones de Impacto Ambiental con medidas inherentes a la aprobación del proyecto y que reconozca que esa zona empieza a contar con numerosas explotaciones de este tipo y que el efecto acumulación es indudable, aunque continúa aprobando proyectos de estas mismas características en la ZEPA sin importarle las consecuencias ambientales”, afirman desde la SAO.
Por todo esto declaran que se puede comprobar en la documentación aportada que el informe del Servicio de Medio Natural no viene firmado por ningún técnico competente en especies protegidas y espacios naturales protegidos y que la Resolución “no ha tenido en cuenta el informe de los Agentes Medioambientales de la zona, los cuales indican en el mismo, las carencias de las que adolece el estudio de impacto ambiental, el cual no ha tenido en cuenta las sinergias de impacto y proyectos acumulativos tanto dentro como fuera de la superficie Red Natura 2000 y la sinergia de los cultivos de leñosos de este y otros promotores, acumulando una superficie de 174 ha de leñosos”.
Igualmente, continúan, los Agentes Medioambientales reprenden la calificación en el documento ambiental, como “impacto positivo notable” la actuación de dicha plantación de leñosos sobre la avifauna esteparia, “siendo esta transformación de cultivo contradictoria a las medidas de conservación del hábitat, representado al proponerse una intensificación territorial y una transformación paisajística muy alejada de la propia de las zonas esteparias, repercutiendo en la pérdida de hábitat para especies como aguiluchos, avutarda y sisón”.
Así mismo, advierten, que el estudio de avifauna “no se indica cual ha sido el transecto de estudio, índices de abundancia, esfuerzos, etc, que pueda indicar una metodología eficaz en un estudio serio, de zonas de distribución de especies, abundancia y otros datos a tener en cuenta en la afección de la actividad, dando simplemente datos de avistamientos fuera de la zona de actuación”.
De nuevo, concluyen desde la Sociedad Albacetense de Ornitología, “la Consejería que debe velar por la conservación del patrimonio natural y de la biodiversidad, se pliega a intereses particulares y económicos de promotores que se enriquecen a costa de hipotecar los recursos naturales que son el futuro del bienestar de esta sociedad”.