Juan Ramón Moscad Fumadó
jmoscad@gmail.com
La Renta Básica Universal fue una de las propuestas recientes introducidas en el panorama político español por Podemos (ahora abandonada). Pero el debate sobre la renta básica universal se remonta a décadas atrás, cuando no siglos. La historia nos dice que uno de los primeros autores que introdujo en sus escritos la “renta mínima garantizada” fue el político revolucionario e intelectual estadounidense y diputado francés Thomas Paine, en el libro que escribió “Justicia Agraria” (1795), discutiendo los orígenes de la propiedad e introduciendo el concepto de ‘renta mínima garantizada’. Según artículo de Héctor. G. Barnés en El Confidencial del 30-09-2015, el revolucionario estadounidense Thomas Paine señalaba, por ejemplo, que todo ciudadano debía percibir una renta como compensación por la explotación privada de los recursos naturales, que pertenecen a todos.
Según Eduardo Montagut, en nuevatribuna.es dice, a propósito de este libro de Paine, que la propiedad debía ser respetada, era un derecho natural en línea con lo defendido en su momento por Locke (padre del pensamiento liberal clásico), pero la gran propiedad debía estar gravada. El producto de este impuesto serviría para compensar el prejuicio sufrido por los ciudadanos sin tierra. Quienes no tuviesen tierra, al llegar a la mayoría de edad (21 años) se les entregaría un pequeño capital, y a partir de los 50, una renta anual. Estaríamos hablando, realmente, de una ‘renta mínima garantizada’, en el primer caso, y de pensiones en el segundo. Sin lugar a dudas, estas ideas estarían esbozando aspectos del muy futuro Estado del Bienestar, tan desarrollado posteriormente en el ámbito ideológico y práctico anglosajón.
Dice Barnés en su artículo en El Confidencial hablando sobre el libro “Renta Básica Universal, la peor mejor solución” (de Cive Pérez), como conclusiones, que “Las élites saben que la renta básica es necesaria porque no hay trabajo para todos”. Y que el libro afirma que hay razones poderosas para defender un ingreso mínimo, pero también para que los dirigentes y empresarios prefieran que no se plantee seriamente dicha posibilidad. Y que “nos encaminamos hacia una sociedad en la que sólo el 20% de los empleos serán dignos”. (Reuters/Susana Vera)
¿Cómo se entiende esta renta?
Según Barnés, hoy en día, esta renta se entiende como un ingreso garantizado e incondicional no sujeto a condicionantes de trabajo ni de nivel de renta, lo que lo distingue de otras rentas de inserción y subsidios por desempleo. Y continúa diciendo que hay multitud de razones para defender dicha propuesta (de la erradicación de la pobreza al fin de la estigmatización del subsidiado), que debe cumplir unos requisitos determinados para recibirla, pasando por el fortalecimiento de la posición del trabajador en la negociación con su empresa.
Cive Pérez, escritor y miembro del Observatorio de Renta Básica de Ciudadanía de Attac Madrid, sugiere en su libro 'Renta básica universal. La peor de las soluciones (a excepción de las demás)' (Clave Intelectual) una más: el mercado laboral no va a producir empleo, por lo que de algo tendrá que vivir toda esa creciente masa de ciudadanos que no tengan acceso a un puesto digno.
Basta con echar un vistazo al panorama español para comprobar cómo este sistema ya está aquí. En 2005, antes de la crisis, el 19,9% de la población vivía con ingresos por debajo del umbral de pobreza relativa. Actualmente (2015), casi 13 millones de españoles se encuentran en riesgo de exclusión, 730.000 hogares no tienen ingresos y 2,5 millones de trabajadores son pobres a pesar de tener un sueldo, uno de los puntos más importantes de la argumentación de Pérez: “Desde el siglo XIX se dice que el virtuoso tiene ganas de trabajar y el vago no, y que no había nada mejor que el trabajo para salir de la pobreza. La paradoja es que hoy uno trabaja para ser pobre, para no poder emanciparse y no poder llegar a final de mes. Además de triste es del género tonto”.
Según el apartado de artículos de % Attac Madrid existe un gran debate sobre este tema.
Y un gran defensor de la Renta Básica Universal de Attac Madrid es Francisco Cantero que, por citar la entrada de su artículo del sábado, 8 de octubre de 2016, “¿Estamos ante el final del empleo?”, vemos que dice: “Estamos en el inicio del siglo XXI, a punto de entrar en la era de la edición genética (CRISPR), el aprendizaje automático (Deep Mind), la computación cuántica (D Wave). Estamos en la antesala de ver una explosión de las Nuevas Tecnologías que harán volar nuestra imaginación, la creación de robots y ordenadores con capacidad de realizar una gran cantidad de los trabajos que ahora hacemos los seres humanos”.
Y termina diciendo que “el sueño se acabó. Ese ‘derecho al trabajo’ es necesario cambiarlo por el ‘derecho a la vida’, asegurando que todas las personas pueden tener un nivel adecuado de vida complementado con la cobertura de necesidades básicas como la vivienda, la alimentación, el vestido, la educación y la sanidad. Una de las medidas a implantar con urgencia es la Renta Básica Universal.
Pero en siguientes artículos veremos los pros y contras (basándonos en opiniones de Cive Pérez), y las críticas a esta Renta Básica Universal.
Economista. Uned-Almansa. jmoscad@gmail.com